Para despejar dudas, se hará un nuevo estudio con la pistola Bersa calibre 22 con la que presuntamente se quitó la vida el fiscal
El primer peritaje para determinar si en la mano derecha del fiscal Alberto Nisman había restos de explosivos dio negativo. Sin embargo, y más allá de que el estudio no es determinante en el marco de la causa, los investigadores quieren profundizar este interrogante y realizarán un nuevo disparo con el mismo arma encontrado en el piso 13 de Le Parc.
Según informaron fuentes judiciales, se hará disparar nuevamente la pistola Bersa calibre 22 con la que presuntamente se disparó Nisman para saber si deja o no residuos como plomo, bario y antimonio, provenientes del fulminante del cartucho.
La pistola Bersa Thunder calibre 22 le fue proporcionada a Nisman por un colaborador, al que se la pidió días antes.
Más pruebas.
La fiscal que investiga la muerte Nisman, Viviana Fein, le restó importancia al resultado del microscopio electrónico de barrido (MEB), que se usa para identificar estos restos. "Lamentablemente el resultado dio negativo. Los expertos ya habían advertido que el resultado podía ser ése", sostuvo Fein antes de tomarles declaración a los custodios del fiscal Nisman.
La representante de Ministerio Público explicó que, además, se harán "cotejos de ADN" sobre el material presente "en el arma y en el lugar", para determinar "si toda esa sangre pertenece al doctor Nisman" o pudo haber allí terceras personas.
Cómo es la técnica.
Al ejecutar un arma de fuego se producen gases en la combustión que arrastran partículas de distinto tamaño y forma de la pólvora (combustionada parcial o casi totalmente) y que se depositan en las superficies cercanas al lugar del disparo.
La presencia de residuos en las manos tras un disparo depende del calibre y del tipo de arma. Para analizar estos residuos producidos por el disparo sobre una superficie vinculada al hecho, pueden utilizarse diversas técnicas.
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