Giro político tras años de izquierda

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Michel Temer junto a su esposa, Marcela. Foto: AFP.
MARCELO SAYAO

Nuevo presidente acentúa cambio regional iniciado en Paraguay y Argentina

El primer elegido del nuevo presidente de Brasil para Ministro de Ciencias es un creacionista. Escogió a un magnate de la soja que ha deforestado grandes extensiones de la selva del Amazonas para ser su Ministro de Agricultura. Es el primer líder en décadas que solo tiene una mujer en un alto cargo de gobierno.

El nuevo gobierno del presidente Michel Temer —el abogado de 75 años que asumió el mando en Brasil, el jueves pasado, después que su antecesora, Dilma Rousseff fue suspendida por el Senado para abrirle el juicio político— puede provocar un giro significativo hacia la derecha política en el país más grande de América Latina.

"El gobierno de Temer comienza bien", escribió en Twitter, Silas Malafia, un evangelista que se desempeña en televisión y es el autor de libros de gran venta como es el caso de Cómo derrotar las estrategias de Satanás. "Podrá barrer la ideología de los izquierdistas patológicos", agregó Malafia, quien es un legislador conservador elegido por Temer para ser Ministro de Educación.

Durante más de una década, Brasil ha sido el ancla de la política izquierdista en la región, menos estridente que los gobiernos de países como Venezuela y Cuba, pero abiertamente en apoyo de los mismos y comprometido con su propio programa de reducción de la desigualdad.

Pero, partes de América Latina ahora se alejan de la izquierda después de las elecciones realizadas en países vecinos como Argentina y Paraguay. Temer también parece abrazar una posición más conservadora para su gobierno, con el sector empresarial presionándolo para que privatice las empresas controladas por el Estado y recorte el gasto público.

Para muchos de los críticos de Temer, el giro es quizás más evidente en el papel de la mujer en su administración y en la de Rousseff.

El contraste no puede ser más claro. Rousseff, de 68 años, fue miembro de un grupo de guerrilla urbana. La torturaron durante la dictadura militar y eventualmente ascendió para conducir el directorio de la empresa petrolera nacional antes de convertirse en la primera mujer que accede a la presidencia de Brasil.

Hasta hace poco tiempo, relativamente pocos brasileños siquiera habían oido hablar de Temer. Cuando lo hicieron, habitualmente comprendió referencias a su señora, Marcela Temer, de 32 años, una ex participante de concursos de belleza que es 43 más joven que él. Se convocieron cuando ella tenía solo 18 años.

Un perfil de Marcela Temer en la revista Veja, causó revuelo al referisrse a ella como "linda, tímida y del hogar". Indicó que Michel Temer es "un hombre de suerte" por tener a un ama de casa tan dedicada y modesta como esposa, especialemnte porque viste polleras hasta la rodilla. La revista no mencionó el tatuaje que Marcela Temer tiene en el cuello con el nombre de su marido, pero el mensaje fue claro: Michel Temer, profesor de derecho y político de carrera, representa un enfoque más conservador que Rousseff en el poder y en su propio hogar.

También surge el tema racial. Después de años en los que Brasil impulsó políticas de acción afirmativa, los críticos de Temer señalan la falta de afrobrasileños en el gabinete, especialmente cuando el 51% de los brasileños se define a sí mismo como negros o de raza mixta, de acuerdo con el Censo de 2010.

"Averguenza que la mayoría de los elegidos para el gabinete de Temer sean hombres blancos y viejos", dijo Sergio Praça, experto en ciencias políticas de la Fundación Getulio Vargas, una universidad brasileña de elite. Trazó un contraste con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien formó un gabinete en el que la mitad de los 30 ministros son mujeres.

En un discurso al país, el jueves, Temer sostuvo que buscará aliviar la tensión en Brasil, una nación dividida por el juicio político a Rousseff. La acusan de maquillar y manipular el presupuesto federal para ocultar el enorme déficit, una acción indebida que sus críticos dicen la ayudó a ser reelegida en 2014.

"Resulta urgente buscar la unidad de Brasil", afirmó Temer en la ceremonia de presentación de los ministros. "De manera urgente necesitamos un gobierno de salvación nacional", proclamó.

Quienes apoyan al nuevo presidente destacan que consideró a dos mujeres para el gabinete, una de las cuales es la legisladora Renata Abreu, de 34 años, para supervisar la política de derechos humanos.

Pero, eso no prosperó. En primer lugar porque se tuvo amplio conocimiento de que Abreu votó en favor de leyes que dificulten un aborto a las mujeres violadas. Después, Temer optó por incluir el cargo de derechos humanos en el Ministerio de Justicia, lo que lo convirtió en una designación de segundo nivel.

Al igual que otros líderes políticos en Brasil, Temer tiene problemas legales. Fue hallado culpable de violar los límites de financiación de las campañas, lo que suscita preocupación sobre su mandato para gobernar.

Confían que Meirelles logre reconquistar la credibilidad.

"Temer enfrenta el problema fundamental de la legitimidad", sostuvo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un grupo de análisis de políticas en Washington. "No es presidente como consecuencia del voto popular, sino debido a que hay un proceso polémico de juicio político".

Sin embargo, algunos argumentan en favor de de Temer, quien en su gabinete incluye a personas que ya desempeñaron cargos importantes cuando el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff estuvo en el poder. Henrique Meirelles, un banquero que es el nuevo Ministro de Economía, se desempeñó como presidente del Banco Central durante ocho años en el gobierno del antecesor y mentor de Rouseff, Luiz Inácio Lula da Sulva, de 2003 a 2010. Durante ese tiempo, el gobierno de Brasil conquistó el respeto de los inversores a medida que los ingresos se dispararon durante el auge de las materias primas. Figuras prominente en los mercados financieros de Brasil confían que Meirelles podrá reconstruir esa credibilidad.

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Michel Temer junto a su esposa, Marcela. Foto: AFP.

NUEVA ERA EN BRASIL: PERSPECTIVATHE NEW YORK TIMES

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