Los gobiernos de Israel y Jordania acordaron el pasado sábado establecer nuevas medidas sobre la gestión de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, en una negociación en la que medió el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
El jefe del Gobierno israelí anunció que su Ejecutivo impedirá desde ahora que los judíos recen en la explanada y que no pretende variar el statu quo o forzar una división de tiempo o espacio en la custodia del lugar sagrado. En señal de prueba de sus intenciones, Kerry reveló que Netanyahu ha aceptado la propuesta del rey jordano Abdalá II de "instalar cámaras" en la explanada, con el objetivo de establecer una vigilancia de 24 horas al día.
En el tratado de paz de 1994, Israel reconoció la custodia jordana de los lugares sagrados musulmanes y cristianos de Jerusalén Este, que había arrebatado a los jordanos y ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.
Kerry concluye su visita a Ammán con resultados satisfactorios, dentro de los intentos estadounidenses por poner fin a la actual crisis que viven palestinos e israelíes.
Palestinos.
Tras un encuentro con el jefe de la diplomacia jordana, Naser Yudeh, Kerry indicó que funcionarios israelíes, en reuniones con miembros del ministerio jordano de Asuntos Islámicos, serán los encargados de "intentar calmar la tensión" por las diferencias por el control de la Explanada de las Mezquitas.
Antes el político estadounidense había mantenido entrevistas, a puertas cerradas y por separado, con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y con Abdalá II de Jordania.
Abbas pidió a Estados Unidos su apoyo a la solicitud palestina de que "Naciones Unidas envíe una fuerza internacional que ofrezca protección al pueblo palestino", informaron fuentes oficiales.
Además, le instó a "convocar una conferencia internacional que lleve al establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967".
Asimismo, el presidente palestino presentó al jefe de la diplomacia estadounidense cinco archivos que "documentan las violaciones israelíes en los territorios palestinos y los asesinatos de palestinos".
El negociador jefe palestino, Saeb Erekat, explicó en declaraciones a la prensa que Abbas "subrayó la necesidad de restaurar los acuerdos de antes del año 2000, que hacían responsable al ministerio jordano de Asuntos Islámicos de la mezquita de Al Aqsa".
El monarca jordano y Kerry conversaron, entre otros temas, sobre la actual escalada de violencia en Israel y Palestina.
Durante la entrevista, Abdalá II precisó que su país debe recuperar la custodia de la mezquita de Al Aqsa.
Fuentes del Gobierno jordano detallaron que el monarca insistió en que la custodia de ese lugar sagrado para el islam es labor del ministerio jordano de Asuntos Islámicos, que hasta el año 2000 fuera el responsable de gestionar las visitas para los no musulmanes.
"Espero que, basados en estas conversaciones, podamos poner punto y final a algunas falsas conjeturas y percepciones", señaló Kerry en alusión a acusaciones realizadas por palestinos de que fanáticos judíos preparían la demolición de la mezquita de Al Aqsa para construir un templo en su lugar.
La actual ola de violencia en Israel y territorios palestinos, que se inició hace más de un mes, ha generado diferentes ataques y disturbios que han provocado la muerte, por el momento, de 54 palestinos, nueve israelíes, un eritreo y un palestino con nacionalidad israelí. La última víctima es, según varios testigos, un atacante palestino, que murió tras recibir varios disparos cuando trató de apuñalar a un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes en el puesto de control de Jalame, al norte de la ciudad cisjordana de Yenín.
Por su parte, el Estado Islámico —el otro socio en los ataques a Israel— publicó un video en hebreo amenazando a Israel y a los judíos de todo el mundo. En el video, un enmascarado, sosteniendo un fusil ametralladora y hablando en hebreo con fluidez, aseguró que: "La verdadera guerra aún no ha comenzado, lo que ustedes han experimentado hasta ahora es un juego de niños en comparación con lo que pronto va a suceder". "Les prometemos que pronto, ni un solo judío quedará en Jerusalén o en todo Israel, y que continuaremos hasta erradicar esta enfermedad" del judaísmo "en el mundo", continuó. "Miren cómo han respondido a unos pocos ataques con automóviles y apuñalamientos realizados por nuestros hermanos palestinos", apuntó en relación a la actual ola de atentados contra civiles y fuerzas de seguridad.
"Ustedes han perdido la cabeza y han comenzado a tener miedo de cada conductor que acelera. Tienen miedo incluso de todo el que lleva algo en su mano. ¿Qué pasará cuando decenas de miles lleguen de todo el mundo para masacrarlos y arrojarlos a la basura?", manifestó. "Además de los vehículos y las bombas, el niño más pequeño está dispuesto a subirse al coche y enviarlos directamente al infierno".
"Entraremos en la mezquita de Al Aqsa como conquistadores y nuestros coches-bomba atacarán los muros de los judíos", aseveró el yihadista en el video, y luego repitió el mensaje en árabe.
Miles de israelíes pidieron solución pacífica
Miles de personas se concentraron el sábado en Tel Aviv para protestar por la respuesta israelí a la ola de violencia que sacude a Israel y a territorios palestinos, y exigieron al Gobierno la búsqueda de una solución política al conflicto con los palestinos.
"No habrá seguridad sin una solución negociada", fue el lema que aglutinó a miles de personas bajo la convocatoria de la ONG israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora, en hebreo), que incluía la intervención de activistas y miembros de partidos de la izquierda israelí, entre ellos Meretz o los laboristas. "Después de semanas difíciles, en la que la situación se ha enconado, queremos decirle al Gobierno que hay otra manera de hacer las cosas y que deben parar inmediatamente las provocaciones que todos hemos visto en el pasado", dijo una de las organizadoras, Anat Ben Nun, quien mostró su satisfacción por la cifra de asistentes, estimada en unos 10.000.
En respuesta al aumento de la tensión, el Gobierno israelí decidió implementar una serie de medidas punitivas y un refuerzo de la seguridad en el país sin resultados. La ONG convocante del acto, por su parte, considera que con sus acciones "el Gobierno nos niega una solución", mientras que las "provocaciones de la extrema derecha" agravan la situación.
"Solo un proceso político que lleve al fin de nuestro control sobre millones de palestinos terminará con el sangriento conflicto entre dos pueblos y permitirá a palestinos e israelíes vivir en paz y tranquilidad", afirmó Shalom Ajshav.
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