Los gremios docentes reclaman mejores salarios y realizaron un gran paro el día del inicio de los cursos. El presidente Macri tildó la medida de “oportunista”.
Hoy deberían comenzar las clases en Argentina, pero el sindicato de docentes los impidió con un gran paro de 48 horas.
Con delantales blancos, una multitud de maestros y profesores de todos los niveles de la educación pública marchó este lunes en la capital argentina al empezar una huelga de 48 horas que dejó sin clases a millones de niños en este país.
Una columna de más de dos kilómetros de extensión caminó desde el Congreso hasta el Ministerio de Educación. Se movilizaron con banderas y carteles en reclamo de la apertura de negociaciones salariales, conocidas en argentina como partitarias, que el gobierno se niega a abrir a nivel nacional.
"Los docentes nos pusimos de pie cuando plantearon que no iban a convocar a paritaria, que nos iban a bajar los salarios y no invertir lo necesario en la educación pública", dijo a la Roberto Baradel, uno de los principales líderes sindicales.
El núcleo del problema es que el gobierno busca limitar los aumentos salariales a todos los trabajadores, no sólo a docentes, en negociaciones colectivas de este año a 17%, tasa de inflación oficial prevista hasta diciembre. Sin embargo, con nuevos aumentos de tarifas de servicios públicos y un 2016 que cerró en torno al 40% de inflación, los sindicatos consideran inverosímil esa pauta.
"Lamento que muchos hayan elegido el oportunismo a través de un paro", dijo el presidente Maurcio Macri en un acto en una escuela de Jujuy, provincia al norte del país, acompañado por Gerardo Morales, gobernador aliado
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Los maestros dieron por fracasadas las negociaciones por el rechazo del gobierno a convocar paritarias (negociaciones) nacionales bajo el argumento de que el trámite corresponde a cada provincia.
El núcleo de las negociaciones se dio en la provincia de Buenos Aires (la más poblada), donde la gobernadora María Eugenia Vidal, de la gobernante alianza Cambiemos, rechazó el reclamo de 35% de aumento.
En respuesta a la huelga, Vidal anunció que descontará los días de paro y dictó la conciliación obligatoria que los sindicatos desconocieron por ilegal.
El tenor del enfrentamiento motivó la reacción de la Iglesia católica que pidió pedir bajar "la escalada de confrontación", dijo monseñor Eduardo Martín, de la comisión de Educación de la Conferencia Episcopal.
FOTOGALERÍACon información de AFP