Ratificaron “lealtad” al presidente y dijeron que no es un “dictador” como lo llamó EE.UU.
Si algunas dudas había de que el régimen de Nicolás Maduro se sostiene gracias al apoyo de los militares, al mejor estilo de las dictaduras latinoamericanas del siglo XX, ayer martes quedaron despejadas. El ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López, ratificó una vez más el apoyo de las Fuerzas Armadas a Maduro y aseguró que su presidente "no es un dictador", como lo tildó Estados Unidos al imponerle sanciones por avanzar con la elección de la polémica Asamblea Constituyente.
"No es un dictador. No es un dictador quien llama a elecciones, quien invoca la Constitución (...) quien ha trabajado por la paz de los venezolanos y ha procurado evitar lo que sectores apátridas invocan todos los días: la muerte, la guerra civil", dijo el ministro, sin asumir ninguna responsabilidad de la violenta represión a manifestantes y la detención de políticos opositores.
"La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) nuevamente eleva su voz ante el mundo entero para manifestar su profunda indignación y el más categórico rechazo al nuevo e infeliz acto de injerencismo" de Estados Unidos, agregó Padrino López, quien leyó un comunicado en compañía de la cúpula militar.
En ese acto, la FANB de Venezuela ratificó su "incondicional apoyo" y "lealtad" a Maduro.
"La FANB se aferra más que nunca a su misión constitucionalmente asignada, ratifica su incondicional apoyo y lealtad a nuestro comandante en jefe y reitera el compromiso histórico de defender la soberanía e independencia nacional", dice el comunicado leído por Padrino.
En el texto, los militares aseguran que el gobierno estadounidense, "como parte de su tradicional política intervencionista e imperialista" se "arroga atribuciones extraterritoriales que violan flagrantemente elementales principios del derecho internacional".
"Con el desquiciado propósito de minar la imagen del poder ejecutivo nacional y, por ende, socavar la institucionalidad, la gobernabilidad y la estabilidad del país", agregó.
Padrino López enfatizó que Venezuela no recibe órdenes ni acepta "amenazas de potencias e imperios extranjeros" y aseveró que las fuerzas armadas defenderán "a toda costa" los intereses del pueblo venezolano.
"Actuaremos siempre con la fuerza de la razón, el respeto a la legalidad y a los derechos humanos", dijo.
El comunicado de los jefes militares es casi un calco de la respuesta que dio el propio Maduro la noche del lunes a Trump. Maduro aseguró que no recibe "órdenes imperiales", y arriesgó una respuesta en una mezcla de español e inglés: "Im so proud (estoy orgulloso), Mr. Donald Trump, dale palante, pues. Se me sanciona porque no obedezco órdenes de gobiernos extranjeros".
Maduro se suma a una pequeña lista de dictadores sancionados por Estados Unidos en la que están Bashar al Asad (Siria), Robert Mugabe (Zimbabue) y Kim Jong-Un (Corea del Norte).
Estados Unidos ya había sancionado la semana pasado a 13 funcionarios y excolaboradores de Maduro, acusados de quebrar la democracia, corrupción o violación de derechos humanos.
Se trató del tercer paquete de sanciones aplicado por Washington contra venezolanos: en febrero había incluido al vicepresidente Tareck El Aissami, y en mayo congeló bienes de ocho jueces del Tribunal Supremo de Justicia.
El Departamento del Tesoro sancionó a cuatro funcionarios por "minar la democracia o los derechos humanos": el ministro de Educación, Elías Jaua; la presidenta del Consejo Electoral, Tibisay Lucena; el defensor del Pueblo, Tarek William Saab; e Iris Varela, de la comisión preparatoria de la Constituyente.
Otros cinco jefes militares y policiales fueron sancionados por represión y violencia: Néstor Reverol (ministro de Interior y Justicia), Carlos Pérez Ampueda (director de la Policía Nacional Bolivariana, PNB), Sergio Rivero (comandante general de la PNB), Jesús Suárez (comandante de la PNB) y Franklin García (exdirector de la PNB).
Otros cuatro fueron incluidos en el paquete de sanciones por corrupción: Rocco Albissini (presidente del Centro de Comercio Exterior), Alejandro Fleming (vicenciller para Europa), Simón Zerpa (vicepresidente financiero de Pdvsa) y Carlos Malpica (extesorero de Pdvsa).
En todos los casos, el de Maduro incluido, el gobierno de Trump congeló los bienes y activos que tienen en Estados Unidos.
En el caso del vicepresidente El Aissami, Washington estima que su capital en Estados Unidos se elevan "a cientos de millones de dólares".
La versión chavista: "No tenemos un muerto".
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, dijo que los muertos en la jornada electoral no son "atribuibles" a las Fuerzas Armadas.
"No tenemos hasta ahora, querido pueblo de Venezuela, un muerto, un fallecido, atribuible a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y eso da una señal de su comportamiento profesional, de su conciencia con el momento histórico", señaló. Sin embargo, la Fiscalía informó de la muerte de ocho personas el domingo durante protestas contra la elección de una Asamblea Nacional Constituyente.
La coalición opositora MUD elevó a 14 la cifra de muertos. EFE
LA CRISIS EN VENEZUELA