GIRA
El viernes participó en una conferencia sobre energía limpia y producción sustentable en Córdoba.
El expresidente estadounidense Barack Obama hizo el viernes un apasionado llamado a abrazar las energías limpias y superar al cambio climático, en una conferencia sobre medioambiente en Argentina.
Obama dijo a una audiencia de ministros del gobierno, líderes empresariales y activistas ambientales que eran parte de una generación con los medios científicos y la imaginación para comenzar a reparar el planeta.
"Esto ya no es especulación, ya no es una cuestión que podemos postergar, esto está firmemente en el presente", afirmó.
"Si aprovechamos este momento crítico, tenemos la oportunidad de ralentizar e incluso frenar una tendencia que podría ser desastrosa", sostuvo Obama, quien firmó el acuerdo climático de París que el presidente Donald Trump tiene intención de abandonar.
"No podemos condenar a nuestros hijos y a sus hijos a un futuro que no pueden reparar (...) Somos la primera generación en sentir el impacto del cambio climático, pero también somos la última generación que puede hacer algo al respecto", aseguró.
El exmandatario señaló también que, a pesar de retirarse del acuerdo de París y de un enfoque diferente por parte de la nueva administración, "la buena noticia" es que Estados Unidos alcanzará sus objetivos.
"Porque mucho de lo que hicimos está ahora incrustado en nuestra economía y en nuestra cultura. Porque nuestros estados y ciudades, nuestras universidades, nuestras compañías más grandes, han dejado claro que seguirán avanzando por el bien de las generaciones futuras", alegó.
Pero opinó que el acuerdo de París no resolvería por sí solo la crisis climática, y que a medida que la tecnología evoluciona, tendrían que establecerse objetivos más audaces.
"Si establecemos objetivos más audaces, abriremos las puertas para que las empresas, los científicos y los ingenieros alcancen la inversión en alta tecnología para bajar las emisiones de carbono y la innovación que se necesitan a una escala nunca vista".
La Cumbre Economía Verde, que se celebra durante dos días en la ciudad argentina de Córdoba, escuchó de varios expertos, incluyendo al premio Nobel de Economía Edmund Phelps, que la lucha global por las energías limpias yace en las empresas y la gente común, ya que los gobiernos están rezagados.
Obama coincidió, diciendo que los jóvenes en particular "entienden que esto no es sólo un trabajo para los políticos".
"Tenemos que educar a nuestros amigos, a nuestras familias, a nuestros colegas, y describir lo que está en juego. Y tenemos que hablar en los ayuntamientos y en las iglesias. Tenemos que desalentar a quienes intentan difundir la desinformación y negar la ciencia".
Aunque internet está proporcionando más conocimiento que nunca, dijo, "si usted mira Fox News usted probablemente no crea que el cambio climático es un problema".
"Si podemos mirar más allá del ciclo de noticias diarias y pensar en lo básico, el aire que nuestros niños respiran, si ese es nuestro enfoque y estamos dispuestos a poner eso por encima de cualquier interés a corto plazo, entonces no será demasiado tarde", opinó.
Asimismo, destacó cómo el océano está aumentando amenazando a Miami, una de las ciudades más grandes de Estados Unidos.
"Es muy difícil construir un dique alrededor de Miami porque el agua está subiendo por el suelo, es poroso. Esa es la razón por la cual incluso en un día soleado hay partes de Miami ahora donde verás 30 centímetros de agua corriendo por la calle", ilustró.
Obama dijo que los líderes empresariales tenían que recordar que no había ninguna contradicción entre un ambiente limpio y un fuerte crecimiento económico.
Pero Phelps también advirtió que el cambio climático genera una "masiva histeria" y conduce a una hiperreglamentación que podría convertirse en un "destructor de la innovación".
"Si un emprendedor tiene que demostrar a un montón de agencias del gobierno que no va a causar contaminación, entonces perderíamos la tendencia normal de las nuevas empresas y las nuevas ideas que se ponen en marcha", sostuvo Phelps, galardonado con el Nobel en Economía en 2006.
Estados Unidos es el segundo productor mundial de gases de efecto invernadero después de China, y su retirada del acuerdo de París de 2015, que compromete a los países a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global, fue vista como un duro golpe.
Veinticinco gigantes corporativos de Estados Unidos, entre ellos Apple, Google, Facebook, Unilever y Levi Strauss instaron públicamente a Donald Trump a seguir en el acuerdo de París, argumentando que ofrecía una oportunidad para que el país tomara la delantera en energías limpias.
Las principales empresas estadounidenses denunciaron su decisión de retirarse, incluidas las empresas industriales y energéticas, que han estado trabajando durante años para reducir sus huellas de carbono.