Un día después de ser suspendida de su cargo, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se mostró convencida ayer de que probará su inocencia, será absuelta y recuperará el poder que ejerce Michel Temer, a cuyo gobierno calificó de "ilegítimo".
Rousseff recibió a un grupo de corresponsales extranjeros en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia que aún conserva, y dijo que durante los 180 días que pueden durar el juicio político y su suspensión se concentrará en su defensa.
Si Rousseff lograra convencer al Senado de su inocencia y fuera absuelta, recuperaría su cargo una vez que concluya el proceso, pero si resultara sustituida, un extremo que ella no contempla, Temer completaría el mandato que concluye el 1º de enero de 2019.
Junto al exabogado general del Estado José Eduardo Cardozo, que ahora sigue al frente de su defensa, Rousseff se mostró tranquila, relajada y segura de que podrá demostrar que "no hay bases jurídicas para este proceso, que no es más que un golpe".
Aseguró también que ejercerá su defensa en todos los planos posibles, ya que se trata de un juicio con carácter "político", pues, opina, el Parlamento ha obviado lo jurídico al iniciar un proceso "sin que haya delito".
"Nos tenemos que defender jurídica y políticamente y la defensa política se hará frente a toda la sociedad brasileña, allá a donde sea invitada, pues compareceré en forma limpia y transparente para explicar las verdaderas razones que llevaron a este proceso", dijo.
Las acusaciones a las que responderá Rousseff se fundamentan en unas maniobras irregulares con las que el Gobierno maquilló sus resultados de 2014 y 2015, que frente a la Justicia no suponen un delito y que, según ella, son usuales en la administración pública brasileña.
"Todos los Gobiernos anteriores hicieron eso, pero solo a mí me procesan", volvió a reclamar Rousseff, quien también fue crítica con los primeros anuncios hechos por su sucesor interino, que inició su gestión este jueves, horas después de que ella fue suspendida del cargo.
Rousseff no evitó hacer comentarios sobre la gestión que empezó Temer y alertó de los "riesgos" que corren el país y su democracia desde que están bajo lo que calificó sin pelos en la lengua de "Gobierno ilegítimo".
"No sé si el riesgo existe ahora, en este momento. Pero creo que un Gobierno ilegítimo precisará siempre de mecanismos ilegítimos para mantenerse en el poder", advirtió Rousseff.
JUICIO POLÍTICO