La operación "Lava Jato" causó pérdidas del orden de los US$ 18.300 millones. En la sede gubernamental admitieron que la cartera de negocios de las grandes constructoras puede verse seriamente afectada.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sostuvo que los escándalos de corrupción en Petrobras causaron un perjuicio equivalente al 1% del Producto Interno Bruto, lo que equivale a unos 18.000 millones de dólares.
"Para que ustedes tengan una idea el proceso Lava Jato (Lavado Rápido, así lo nombró la Policía) costó un punto porcentual del Producto Bruto Interno brasileño" planteó Dilma Rousseff.
La operación "Lava Jato" tiene a su cargo las investigaciones sobre las irregularidades ocurridas en Petrobras y Rousseff consideró que esa trama de sobornos, lavado de dinero y cárteles empresarios afectaron a la economía brasileña en general.
El comentario fue expresado durante una reunión con una decena de ministros ocurrida ayer en el Palacio del Planalto, sede gubernamental, reportaron hoy los diario Folha de San Pablo y O Globo.
Si se toma como referencia que en 2014 el Producto Interno Bruto fue de 5,5 billones de reales (1,83 billones de dólares al cambio de 2014) el caso en Petrobras causó pérdidas del orden de los 18.300 millones de dólares.
Dilma y sus asesores evaluaron la coyuntura política y económica conmocionada por las irregularidades en Petrobras.
Para el gobierno la repercusión negativa del caso genera una onda expansiva sobre el conjunto de la economía brasileña, su proyección internacional y la "confianza" de los inversores, dijeron funcionarios según consignó hoy la cadena Globo.
En ese sentido fuentes del Palacio del Planalto habían admitido la semana pasada que el "Petrolao" lesionará la imagen internacional de las grandes constructoras, como Odebrecht, y esto debería afectar su cartera de negocios en el extranjero.
Por lo pronto, y para mitigar las consecuencias de las maniobras dolosas en Petrobras, la Abogacía General de la Unión elaboró un parecer por el cual las constructoras implicadas podrán firmar nuevos contratos con el Estado.
De no ser así, plantean en el Gobierno, se pararían prácticamente todos los proyectos de infraestructura lanzados hace un mes por Rousseff con el propósito de reactivar la economía, que según previsiones del mercado sufrirá una recesión del 1,7%.
En su balance oficial Petrobras estimó en 6.000 millones de reales, unos 2.000 millones de dólares, el monto de los sobornos y de contratos sobrefacturados ocurrido en el marco de las maniobras entre ejecutivos corruptos y empresas constructoras.

BrasilANSA