Lourdes Ferro, la astróloga que volvió al liceo

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Lourdes Ferro

La astróloga y tarotista de Buen día Uruguay resolvió cumplir con una asignatura pendiente. A los 54 años, Lourdes Ferro se anotó en el liceo para terminar las tres materias de sexto medicina que debía.

El casamiento y la maternidad tempranas, más la vida de trabajo habían hecho que no pudiese completar el bachillerato en tiempo y forma. Pero nunca es tarde. “Cuando los hijos crecen y va quedando uno con tiempo libre, en lugar de quejarse hay que hacer”, asegura Lourdes Ferro, quien cada día da información de los signos en Buen día Uruguay

Ferro se casó a los 19 años y al poco tiempo tuvo su primer hijo. Aprendió el oficio y abrió una peluquería. Luego su esposo de entonces instaló una panadería en la que ella también hundió sus manos en la masa. Los compromisos prematuros de la vida adulta dejaron atrás su tiempo de estudiante y las aspiraciones de convertirse en médica neurocirujana.

Hoy, 35 años después y muchas otras vueltas en la tuerca del destino, Lourdes Ferro se decidió a terminar las tres materias que debe de sexto año opción medicina y ya está cursando física. A los 54, rendirá esta semana el examen y luego se dedicará a química y matemáticas.

"Es un desafío a mi cerebro y a mi edad. En principio lo hago por eso. No sé si haría un carrera universitaria después", asegura. Ferro se acogió al sistema de tutorías para completar el bachillerato. Secundaria le asigna un profesor que en varias sesiones mano a mano guía al estudiante hasta el examen.

Pero Ferro no es conocida en los medios por estudiante, peluquera o panadera. Desde hace 14 años se luce en TV como astróloga, tarotista o vocera de otros artes esotéricas, inquietudes que tiene desde la niñez y a las que hoy le dedica todo su tiempo laborar. En la mañana se la ve por Buen día Uruguay y de tarde atiende en su consultorio.

Todo comenzó por influencia de su abuelo, aficionado a la astrología. Lourdes Ferro, oriunda y residente hasta hoy de la Curva de Maroñas, recuerda que en aquellas noches del barrio se veían gran parte de las estrellas y planetas. Con el abuelo solían hablar de Marte, de Venus y de las constelaciones.

Luego fue tiempo de conocer y descubrir el tarot. "A los 14 años me compré mis primeras cartas", cuenta.

La actividad laboral la llevó a otros terrenos hasta que a los 34 años tomó la decisión de dejar todo por las cartas y demás habilidades esotéricas.

Lourdes Ferro también se formó en biodecodificación, árbol genealógico, registros akáshicos y reiki.

Además, estudia teatro desde hace seis años. Era otra de sus materias pendientes. En la adolescencia quiso asistir a clases pero sus padres no la dejaron. Hoy estudia en la escuela de emociones escénicas de Angie Oña.

"El estudio siempre estuvo muy presente en vida", asegura. De ahí que la vuelta al liceo no le resultó dificultosa. "Me encanta andar con cuadernos y los libros", complementa.

En TV.

En el año 2003, Lourdes Ferro y otras alumnas de su escuela participaron de una fiesta de la revista Paula. Se disfrazaron de brujas y también les hicieron una nota sobre su actividad.

Una vez publicada la entrevista, la convocaron de Canal 4 para que se sumara en los horóscopos a Buen día Uruguay. Esa fue su primera experiencia en la pantalla. Tiempo más tarde, también estuvo en la mañana de Canal 10 y cuando se reformuló Buen día Uruguay, en 2013, regresó para dar sus horóscopos diarios.

La actividad en los medios la complementa con su consultorio, donde atiende desde diversas disciplinas. Dice que su especialidad es ayudar a las personas a sortear sus trabas. "El futuro no lo adivina nadie. Lo que sabemos es este presente y lo que podemos contar en este momento para alcanzar lo que deseamos. El hacedor de tu destino sos vos mismo", proclama.

Y agrega: "En mi vida me formé mucho para que el tarot se convierta en una herramienta útil, pero no para predecir el futuro. Siempre es el presente; es el único que se puede modificar".

En el liceo.

Para 2017, Lourdes Ferro planificó hacer un alto en sus estudios de las disciplinas esotéricas y de inmediato resurgió la idea de completar el bachillerato.

El sistema de tutorías la motivó a hacerlo. "No sé si hubiera ido a clases, con chiquilines, me daría vergüenza y más que soy conocida", asegura.

Luego de finalizada la primera tutoría en física, se encaminará luego con las de química y matemáticas, una cada tres meses.

"No hay sueños imposibles. Si vos ponés de vos, las cosas suceden", asegura la astróloga. Para Ferro, lo difícil de alcanzar las metas no es llegar, sino evitar todos los desvíos. "La gente a veces se propone algo y se baja antes, a la primera complicación. Entonces somos víctimas de nuestras quejas. "Tengo mala suerte", dicen. Pero si cada vez que me caigo me quedo tirado en el piso quejándome, hay algo seguro: voy a seguir tirado en el piso", comenta.

Y lo ejemplifica con su vida. "Quería ser neurocirujana, quería estar dentro del cerebro de la gente y no ando muy lejos con mi trabajo. Estoy ahí, aunque por otros caminos".

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