El actor y músico dialogó con Sábado Show tras actuar en la Cena de Famosos junto a su hija Meri. El humor, la televisión y el vínculo con sus hijos en palabras del emblemático cómico argentino.
—¿Cómo fue cantar con tu hija Mery en esta edición de la Cena de Famosos en Uruguay?
—Fue un placer. No es algo que le pase a todo el mundo. Yo tengo el gusto de trabajar con ella, producirla y formar parte de su proyecto. Es muy talentosa. Tiene su banda, suena muy bien y yo a veces colaboro.
—¿Cómo vivís la situación arriba del escenario?, ¿cómo hacías para no emocionarte las primeras veces?
—Siempre me emociono. Me sigo emocionando. Tengo que hacer fuerza para contenerme y no mezclar las cosas.
—También trabajás con tu hijo Migue en Peligro sin codificar.
—También es muy lindo. No hago muchas cosas con él pero formamos parte del mismo equipo. Para mí es importante porque es un día más que lo veo. El domingo es como un día familiar, veo a mis amigos y a mi hijo.
—¿Cómo lo viste en su paso por la conducción de TVR?
—Yo lo vi bien pero se fue porque no estaba cómodo. TVR es un programa en el que el público es tremendamente crítico y muy politizado. Y él no es un pibe politizado, lo pusieron para conducir y romper las pelotas. Pero abrías el Twitter y decían cosas terribles. La gente le pedía que se volcara para Macri o para Cristina, ¿y por qué? Por eso se fue.
—¿Cómo ves el espacio que ocupa hoy el humor en la televisión abierta?
—Peligro Sin Codificar es el único nicho chiquito. Antes había programas de humor todo el tiempo: Cha cha cha, No hay dos sin tres, Videomatch, Gasalla. Lamentablemente la televisión es un negocio y los que trabajamos ahí tenemos que aceptar las reglas del juego. Nosotros nos tenemos que esforzar cada vez más para que la tele sobreviva porque se está hundiendo y las nuevas plataformas se la están comiendo.
—¿Cómo te llevás con estas nuevas plataformas? En Instagram publicás varios videos de humor...
—Estoy bastante metido en Instagram. Me gusta muchísimo. Es una gran plataforma para volcar creatividad y me divierto haciéndolo. Siento que volví a los orígenes porque ahí no hay nadie que me diga lo que tengo que hacer. Hago lo que siento y lo que quiero. Yo lo grabo, edito y lo musicalizo, como cuando tenía el programa en Rosario. Eso me encanta. Está bueno poder hacer algo sin tener que estar esperando que te llamen de un programa. Además nos da la posibilidad de hacer humor. Si no hay humor en la tele, en vez de quejarse tanto hay que ir a hacerlo a otro lado. Y encontré en las cosas cotidianas la posibilidad de hacer humor. Después vendrá un auspiciante de alguna manera, pero primero hay que hacerlo.
—¿Y seguís usuarios que hagan humor desde ese lugar?
—Sigo poca gente. Lo uso más como herramienta para subir material que para ver. No estoy pendiente de lo que hacen los demás. Sigo más gente en Twitter, pero para estar al tanto de las noticias.
—¿Qué opinás sobre las nuevas exigencias del humor "políticamente correcto"?
—Es difícil, pero hay cosas que están bien que se defiendan. Los tiempos han cambiado y ya no tiene gracia hacer humor con cosas que se hacían hace 15 años. Hay un montón de recursos que no tienen que ver con el puto o el gordo. Muchos que se quejan y dicen "no nos dejan hacer humor", pero el tema es que no se preocupan por buscar otras cosas. Hay mucho para hacer, solamente hay que ser más creativo.
CENA DE FAMOSOS 2017