Pedro da Cruz
LA FIGURA DE Eugenio Pílades Baroffio (1877-1956) está íntimamente relacionada al desarrollo urbanístico del Montevideo de las primeras décadas del siglo XX. Hijo de italianos (su padre fue el pintor y escenógrafo Eugenio Francisco Baroffio), nació en Montevideo, donde estudió arquitectura en la entonces Facultad de Matemáticas.
En 1902, tres años antes de culminar sus estudios, ingresó como copista dibujante al Departamento de Ingenieros del Ministerio de Fomento, y en 1906 comenzó a trabajar en el Municipio de Montevideo, desempeñándose como encargado del Servicio de Arquitectura. Una carrera de más de treinta y cinco años en el ámbito municipal resultó en que Baroffio fuera partícipe en una serie de proyectos determinantes para el futuro aspecto de la ciudad.
La actividad de Baroffio abarcó aspectos tan disímiles como un nuevo plan de avenidas, la construcción de edificios públicos, la introducción del barrio jardín como idea, y la recuperación y reestructuración de construcciones históricas y espacios públicos. También fue docente en la Facultad de Arquitectura, donde fue ampliamente reconocido por sus colegas.
Las nombradas actividades son analizadas en una serie de textos reunidos en Eugenio P. Baroffio. Gestión urbana y arquitectónica 1906-1956, libro editado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República y el Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL).
AVENIDAS Y PALACIOS. El comienzo de la actividad profesional de Baroffio coincidió con la primera presidencia de José Battle y Ordoñez, un contexto analizado por Gerardo Caetano, Cecilia Pérez y Daniela Tomeo en el texto introductorio "Baroffio, arquitectura y primer batllismo: Las bases físicas de un modelo de ciudadanía".
Una idea central del batllismo era que la afirmación del nuevo Estado que surgía a comienzos del siglo XX se reflejara en el trazado urbano, una "ciudad modelo" para un "Estado modelo", haciendo hincapié en la construcción de nuevas sedes para los tres poderes estatales, proyectos que serían completados con la apertura de nuevas avenidas que facilitaran la comunicación entre los edificios gubernamentales.
El primer gran emprendimiento comenzó en 1906 con la colocación de la piedra fundamental del Palacio Legislativo, que sería inaugurado en 1925, mientras se discutían posibles ubicaciones para el Palacio Judicial y el Palacio de Gobierno (sede del Ejecutivo), la zona de Tres Cruces y el terreno donde se construiría la Intendencia Municipal, aunque ninguno de los dos últimos emprendimientos fueron concretados en ese momento.
Baroffio estuvo profundamente implicado en los procesos de discusión y planificación de una serie de proyectos relacionados entre sí, lo que es analizado por Carlos Altezor, María Teresa Hampe, Roberto Langwagen y Mara Moya en "Pensamiento y acción urbana del arquitecto Eugenio Baroffio en la ciudad de Montevideo". En 1911 se realizó el llamado al Concurso de Proyectos para el Trazado de Avenidas y Edificios Públicos, cuyo jurado premió la participación de Baroffio. Un año más tarde éste fue nombrado miembro de la comisión técnica que llevaría a cabo el Plan Regulador de Montevideo.
Las circunstancias que rodearon el accidentado proceso de planificación y construcción del Palacio Legislativo resultaron en que Baroffio tuviera un importante papel durante la etapa final de la construcción del edificio, lo que Luis Eduardo Tosoni analiza en "Los trabajos en el Palacio Legislativo y la relación con Gaetano Moretti." La Comisión del Palacio Legislativo había elegido el proyecto "Agraciada" del italiano Vittorio Meano, pero debido a que se cambió el lugar de emplazamiento del Palacio, los planos originales tuvieron que ser ampliados. Ya con la construcción en marcha, la culminación fue encargada al italiano Gaetano Moretti, quien en varias ocasiones delegó la dirección artística de las obras en Baroffio. Éste también planificó la sistematización del entorno del Palacio, proyecto que entonces no se llevó a cabo.
PASADO Y PRESENTE. Las actividades de Baroffio comprenden desde proyectos de restauración de construcciones coloniales hasta la participación en debates y decisiones sobre la conservación o transformación de importantes ámbitos capitalinos, acciones que por su importancia tuvieron consecuencias aún vigentes en el debate urbano de nuestros días, por ejemplo las discusiones sobre el entorno y la configuración de la Plaza Independencia.
En relación con la remodelación y ensanche de la Rambla Sur, uno de los emprendimientos urbanos más importantes de la primera mitad del siglo XX, la Comisión Financiera de la Rambla Sur le encargó a Baroffio en 1943 la restauración del Cubo del Sur, con el objetivo de añadir "una nota sugestiva" al emprendimiento. Los llamados Cubos, el Norte y el Sur, eran los remates de la muralla fortificada que defendía Montevideo, y fueron construidos a mediados del siglo XVIII. Baroffio realizó exhaustivos estudios de las sucesivas modificaciones realizadas en la estructura del Cubo del Sur, antes de dar a la construcción su forma actual, con una escalinata y bancos de granito que lo integran al ámbito de la Rambla.
En cuanto al futuro de los llamados "arcos de La Pasiva", en el lado Sur de la Plaza Independencia, el único sector construido del plan original establecido por Carlos Zucchi en 1837, Baroffio debatió con Carlos Pérez Montero sobre el futuro de la construcción. Este último abogó por la conservación y restauración de la estructura, entonces en estado ruinoso, mientras que Baroffio argumentó que, dejando los sentimentalismos de lado, el edificio debía ser demolido, lo que sucedió en 1955.
Lo sucedido con ese espacio es ejemplo de los largos procesos que van determinando los futuros cambios urbanos. Para ese terreno se concursó en 1963 el Palacio de Justicia, un proyecto que fue reformulado dos veces durante las décadas siguientes, hasta que en 2009 finalizó la ejecución de lo que actualmente es la Torre Ejecutiva.
Un área en la que Baroffio también fue activo en su quehacer municipal fue la de la vivienda. Basándose en ideas desarrolladas por arquitectos modernistas europeos proyectó durante los años ´20 tres barrios de nuevo tipo: el Barrio Jardín cercano al Parque Rodó, el Barrio Jardín en el Buceo y las Casas Económicas en Peñarol. La idea central era la de una higiene basada en el acceso a la luz, el aire y un entorno rico en vegetación.
Baroffio estuvo también vinculado a la implantación del monumento a La Carreta (de José Belloni) y los dedicados a Bruno Mauricio de Zabala, el Barón de Río Branco, Giuseppe Garibaldi y Dámaso Larrañaga.
A la calidad académica de los textos que conforman el libro, debe sumarse el aspecto de difusión del quehacer de Baroffio, en la mayoría de los casos desconocido por gran número de los ciudadanos cuyo entorno cotidiano ha sido, y sigue siendo, influido por el accionar de este multifacético arquitecto.
EUGENIO P. BAROFFIO. Gestión urbana y arquitectónica 1906-1956. Cedodal/Facultad de Arquitectura/UDELAR, 2010. Montevideo, 127 págs.