Pensar que en algún momento fue presidenciable. Y fue diputado, edil y director de la Corporación para el Desarrollo. Y es abogado y docente. Pero hoy Washington Abdala, de ahora en más "El Turco", está demostrando una faceta irreverente, humorística, chocante con toques de autoayuda guarra y hasta si se quiere escatológica en sus versiones para Facebook, Twitter y YouTube. Siguiendo esa misma tónica, el exsoldado del Foro Batllista muestra su nueva versión en un libro.
YouTurk (así, copiando la tipografía del sitio de videos al que recurre seguido), delirios bipolares se llama su opus literario. Es difícil de encasillar, de manera que mejor hacer caso a su solapa: ahí, el autor dice que, abriendo el libro en ciertos lugares al azar, ya se sabe si el texto va a gustar o no al lector. Muy bien, a sus órdenes.
uno. "Tengo calenturas cuando leo chotadas como la de los del gobierno juntándose para pensar qué van a hacer con la educación. ¡Zapallos, zapallos y más zapallos, eso es lo que son! Viven hablando y amuchándose, creen que el amontonamiento sudoroso entre mate y mate les van a bajar soluciones del cielo. (...) Mientras tanto, los pobres bien jodidos mientras las familias "bian de bian" mandan a sus nenes a los colegios y liceos privados (...). (Me subleva ver como los gobernantes mandan a los nenes a los colegios privados y después dicen que está bárbara la educación pública.)" (Página 158).
DOS. "Sépanlo mujeres, se podrán poner tetas, se podrán arreglar los culos, se podrán hacer las lipo pero si son chotas y bobaliconas, nada habrá para ustedes en el mundo de la pasión. Este mundo está solo reservado a las perras, a aquellas que emiten signos vitales de querer asesinar al hombre, a aquellas que uno mira y queda casi amilanado ante tanta agresión estética y sólo sueña con un glorioso revolcón con ellas. Y puede alcanzar una mirada, una palabra, algo simple. Así que las bobitas que creen que todo lo arregla la cirugía: bienvenidas al mundo real, al mundo en el que los signos mandan. Los signos que manda esta mentirosa de la Kidman la queman, es una flaquita light que para hacer el amor tiene que tener todo limpito, la persiana baja, el novio comprometido y las sábanas nuevas. No la veo en un zaguán de la Ciudad Vieja, apretada contra una pared de apuro en un rapto de pasión." (Página 65)
TRES. "El presidente Mujica tiene el estilo opuesto al de Galeano aunque coincida, quizás, en algunas cosas con él. Mujica ha sido un revolucionario que desde sus utopías se jugó la vida, y aún hoy actúa con una humildad casi franciscana. Galeano, entre pompas y oropeles, tiene una vida de excelente calidad, con aromas pequeños burgueses, vive arriba de un avión y comparte tertulias en diversas capitales del mundo, en las que aún hoy sueña con cambiar el destino de la humanidad con alguna revolución que ya ni sabemos cómo sería. (Ni él debe saberlo.)". (Página 208).
cuatro. "No somos ni tan solidarios como nos creemos entre nosotros (¡uy! tengo miles de pruebas al respecto), ni vivimos confraternizando, ni nos dispensamos tanto amor como el que vos -desde afuera- crees que nos dispensamos. (...) acá todavía se hace mucho huevo, se boludea de lo lindo y por eso buena parte de nuestra mediocridad es connatural a la idiosincrasia del país. Ganaron los partidos históricos, ganó la izquierda, y nadie puede con las boludas que se rascan, comen bizcochos y toman mate en algunas oficinas públicas" (Página 290).
Mover las cabezas
Autodefinido en su cuenta de Twitter, @turkabdala, como "Seductor, bello, conocedor del alma femenina, a su servicio (solo después de dejar los nenes de 6 a 8)", el exdiputado colorado tiene algo así como el "summun del twittero": al cierre de esta edición tenía 2.827 seguidores sin que él siga absolutamente a nadie. En Facebook tiene dos cuentas con 10.000 "amigos". En YouTube basta con poner "turkabdala" en el buscador para que aparezca esta nueva versión del abogado en toda su dimensión. En una entrevista con Domingo, publicada el 3 de julio pasado, el otrora soldado del Foro resumió que con lo que hace busca "moverle la cabeza a la gente".