La omnipresente conexión a los celulares, Internet y las redes sociales tiene una de sus caras más oscuras en el ciberbullying, que puede aparejar graves consecuencias: en los últimos días, una adolescente de 15 años se suicidó en su casa de Canadá, debido al acoso que recibía a través de las redes sociales, mientras que una niña de 14 se arrojó de un séptimo piso en Viña del Mar, Chile, aunque en este caso sobrevivió.
Gran cantidad de jóvenes desarrollan un estilo de vida que es caldo de cultivo para el ciberbullying, pero una acción temprana de los padres pueden ayudar a disminuir sus perjuicios. Signe Whitson, terapeuta de adolescentes y columnista de The Huffington Post, propuso cinco reglas para formar a los niños bajo las normas de lo que denominó "netiqueta", que les enseñe a evitar los riesgos de Internet.
La "netiqueta" que propone Signe Whitson tiene como base adultos conscientes de los peligros en línea que existen para los niños. Pueden ser acosadores anónimos o esos amigos-enemigos (los frenemies en inglés) que manipulan al resto.
CARA A CARA. La primera norma que propone Whitson es elegir las palabras adecuadamente. Los niños deben comprender que si no quieren decir algo cara a cara, tampoco se debe decir a través de mensajes de texto o utilizando Internet. Además, la persona que lee el mensaje no puede ver sus expresiones o escuchar su tono de voz por lo que podrá tener múltiples interpretaciones del mensaje.
También deben entender que Internet no es un arma. "Es injusto chusmear sobre otras personas sin que ellas puedan defenderse. Las redes sociales no pueden usarse para excluir a otro porque es diferente o piensa distinto", escribe Whitson.
La tercera regla: siempre hay que saber de quién es el mensaje que se recibe. Cuando un remitente es anónimo lo mejor es, sin dudas, ignorarlo.
Inculcarle a los niños el pensamiento "qué diría mi mamá/papá si viera esto" es la cuarta regla y ayuda a los pequeños a reflexionar sobre lo que escriben y publican. "Lo que sucede en el ciberespacio queda en el ciberespacio para siempre. No hay ningún mensaje, foto o video privado porque es muy fácil guardar, copiar, pegar y difundir a miles de personas", advierte Signe Whitson en su blog.
Por último, la quinta regla de Whitson es que los niños tienen que pensar dos veces antes de publicar algo en el mundo de la instantaneidad.
CONVERSACIÓN. Aprovechar casos de la contingencia ayuda a los padres a iniciar una conversación sobre el ciberbullying, recomienda Magdalena Urzúa, directora comunicacional de Fundación QuéVeo en Chile, consultada por el diario El Mercurio.
"Es clave que les hablen del valor de la intimidad, que les enseñen que no es necesario contarlo todo. Primero hay que pensar qué comunicar, a quién y por qué", aconseja la especialista. "Estimular en los hijos el pensamiento crítico para que evalúen qué información e imágenes son adecuadas para compartir y de dónde proviene la información que les llega a su correo", concluye Urzúa.
En Chile, el detonante para que se hablara más del problema fue el caso de la adolescente de 14 años que intentó suicidarse en Viña del Mar. Según denunciaron sus compañeros de colegio, fue porque no aguantó más las amenazas que recibía a través de las redes sociales. Tuvo mucha suerte: cayó sobre un peatón, que amortiguó el impacto. Ambos sufrieron contusiones leves.
Peor le fue a Amanda Todd, de 15 años de edad, que se quitó la vida en un pueblo de la provincia canadiense Columbia Británica, un mes después de que la joven estudiante publicara en YouTube un video en el que, sin pronunciar una palabra, simplemente con tarjetas escritas, explicaba el acoso que sufría desde hace tres años.
Todo comenzó cuando tenía 12 años, cuando un desconocido la convenció a través de un videochat para que le mostrara los senos. Luego el desconocido comenzó a acosarla y amenazarla, tras lo cual distribuyó las imágenes entre profesores, amigos y familiares. La chica se cambió de colegio y hasta se mudó a otra ciudad, pero no pudo escapar a las burlas o las agresiones de otros jóvenes. En el video, Todd describe la ansiedad, depresión y pánico que le causó la distribución de su imagen desnuda y cómo cayó en un círculo vicioso de drogas y alcohol que agravaron su sufrimiento. (En base a El Mercurio/GDA)
UN CONCURSO EN EE.UU.
El gobierno de Estados Unidos organizó un concurso entre adolescentes de 13 a 18 años para producir un video de 60 segundos sobre qué pueden hacer los jóvenes para prevenir el ciberbullying. Los ganadores recibirán premios de entre 500 y 2.000 dólares y su trabajo será publicado.