El sector financiero pierde dinamismo

| Tanto créditos como depósitos se desaceleraron en el último año cerrado a mayo, acompañando elenlentecimiento global

Compartir esta noticia
 20120708 240x800

AGUSTINA DE LOS REYES

A diez años de la crisis económica de 2002, que tuvo su origen en las deficiencias que caracterizaban al sistema financiero, se analiza la situación del mismo a la luz de las cifras de créditos y depósitos a mayo de 2012, divulgadas por el Banco Central.

Los depósitos del sector no financiero en el total del sistema bancario totalizaban US$ 22.534 millones al cierre de mayo, cifra que representa un aumento de 10,6% en relación al año anterior y 4,1% si se compara con el saldo de depósitos a diciembre de 2011.

En este sentido, cabe resaltar una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los depósitos en el último año móvil cerrado a mayo, ya que en el promedio del año, los depósitos venían creciendo a una tasa interanual de 16,2%.

De todas formas, si se analiza un período más extenso de tiempo, se observa una tendencia creciente de los depósitos a partir de abril de 2003 hasta hoy, con escasas oscilaciones, sobrepasando ampliamente los niveles de depósitos alcanzados previos a la crisis.

En relación al Producto Interno Bruto (PIB), al mes de mayo, los ahorros del sector no financiero en el total de los bancos representaban el 45,4%, mientras que a febrero de 2002, los mismos totalizaban US$ 13.681 millones, o lo que es lo mismo, 100,6% del PIB. De esta forma, se aprecia una notoria disminución en la importancia de los depósitos en relación al PIB en la última década.

Por su parte, los depósitos de no residentes en la plaza local, variable clave para medir la vulnerabilidad del sistema financiero ante cambios en el contexto externo, pasaron de representar el 37,7% de los depósitos totales en febrero de 2002, previo al comienzo de la corrida bancaria, a contabilizar el 14,9% de los mismos a mayo de 2012, totalizando US$ 3.369 millones.

Este ratio puede ser importante a la hora de evaluar el posible impacto del tratado que evita la doble imposición y permite el intercambio de datos con Argentina, principal país de origen de los depósitos de no residentes. El pacto tributario, que fue anunciado el 24 de abril por el gobierno uruguayo, establece un acuerdo con Argentina que le permitirá al país vecino acceder a información financiera de miles de ahorristas argentinos en los bancos uruguayos.

El acuerdo, que se espera sea aprobado por ambos países a mediados de este año, podría tener un impacto negativo en los depósitos de argentinos no residentes en la plaza local.

Sin embargo, si se analiza la evolución de los depósitos de no residentes en los últimos meses hasta mayo, los mismos han continuado creciendo inclusive a tasas mayores a las de 2011, verificando un aumento de 7,6% en los últimos doce meses (ver Gráfico N° 1).

En cuanto a la estructura de los depósitos por monedas, a mayo de este año, 74,2% de los mismos estaban nominados en dólares, porcentaje que se ha mantenido relativamente estable en el último año. Sin embargo, en comparación con comienzos de 2002, la composición del portafolio de depósitos ha cambiado a favor de una mayor pesificación, ya que en ese entonces casi la totalidad de los mismos el (90,8%) estaban nominados en moneda extranjera.

CRÉDITOS. Los créditos al sector no financiero otorgados por los bancos ascendían a US$ 11.601 millones al cierre de mayo, verificando una suba de 13,8% en el último año móvil y de 1,5% respecto a diciembre.

Al igual que los depósitos, los préstamos mostraron un enlentecimiento en su ritmo de crecimiento en la medición interanual de mayo, respecto a los meses anteriores, ya que en promedio los créditos crecieron a una tasa de 21,5% interanual en el año. Empero, como se observa en el Gráfico N° 2, el volumen de créditos se ha recuperado casi completamente de la caída experimentada durante la crisis de 2002, sobrepasando en marzo de este año, el nivel de créditos previo a la crisis.

Los créditos en dólares aumentaron en el último año, pasando de ser el 49,9% en mayo de 2011 al 54,7% un año después, posiblemente debido a la tendencia bajista que experimentó el dólar en dicho período, que pudo haber favorecido el endeudamiento en esa moneda.

En febrero de 2002, los préstamos en dólares eran el 69,2% del total, llegando a estar en un máximo de 81,6% en agosto de ese año, lo que da cuenta de un proceso de desdolarización de los créditos en los últimos diez años.

Con respecto a los tomadores de créditos, 88,8% de los mismos corresponden a las empresas en los doce meses cerrados a mayo, mientras que el restante 11,2% pertenece a las familias. Esto implica un leve cambio respecto al año anterior, cuando estos guarismos alcanzaban al 91,5% y 8,5% respectivamente. Es decir que las familias demandaron más préstamos que las empresas en términos relativos en el último año.

Los préstamos a las familias se constituyen en su mayoría en pesos (94,4%) y el restante (5,6%) en dólares en el período analizado, evidenciándose una modificación en su composición en relación al año anterior, cuando la desagregación por monedas se situaba en 89,4% en pesos y 10,6% en dólares.

El principal destino de los créditos a las familias es el consumo, el cual representa el 98,7% de los préstamos totales a los hogares, nivel que se ha mantenido en relación al año anterior, aunque en términos absolutos han experimentado un crecimiento de 17,1% en el último año, evidenciando una desaceleración respecto a los meses anteriores. El 90,7% de los mismos están nominados en pesos, debido a que los ingresos de los hogares son en su mayoría en pesos mientras que el restante 9,3% están en dólares, al igual que sucedía hace un año atrás.

Por otro lado, los préstamos otorgados para la adquisición de viviendas son solamente el 0,6% de los otorgados a las familias, en parte, debido a un alto componente de ahorro interno para este fin. El endeudamiento para la compra de viviendas está constituido tanto en pesos (48,0%) como en dólares (52,0%). A su vez, en la comparación interanual de mayo, los mismos experimentaron una contracción de 3,1% respecto al año previo. En tanto, los nominados en Unidades Indexadas crecieron 6,0% en el período analizado.

Por último, los préstamos destinados a la compra de automóviles son los de menor peso en el total de créditos otorgados a las familias, a pesar de haber mostrado la mayor aceleración en el último año, con un crecimiento de 39,0%, lo cual refleja el auge de la venta de vehículos en ese período.

En cuanto a los niveles de morosidad que mantiene el sistema bancario, este ratio se ubica en 1,9% para el Banco República y 1,3% en el promedio de los bancos privados a mayo de este año, lejos del 42,0% verificado en 2002.

EMPRESAS. Las empresas son las principales tomadoras de créditos del sistema financiero al cierre de mayo tanto en pesos como en dólares. Del total de créditos otorgados a las empresas, el 72,5% estaba constituido en pesos, mientras que el restante 27,5% estaba en dólares.

A pesar de que el porcentaje de préstamos en dólares se redujo casi 10 puntos porcentuales respecto al año anterior, continúan situándose en niveles elevados, mostrando una alta exposición ante una suba del dólar, para aquellos que perciben sus ingresos en moneda nacional.

El sector que más créditos demandó al cierre de mayo fue el de la industria manufacturera, con poco más de la mitad del total de los créditos (50,7%), seguido del comercio y servicios (32,8%) y por último el sector agropecuario (16,5%). La desagregación por sectores se mantiene prácticamente estable en relación a igual período de 2011.

Tanto el sector agropecuario como el sector de comercio y servicios obtuvieron, al igual que el año pasado, casi la totalidad de sus créditos en moneda extranjera.

En el caso de la industria manufacturera la situación es diferente, ya que casi la mitad de los préstamos son en pesos (45,7%) y la otra mitad en dólares (54,3%).

En síntesis, el sector financiero se ha mostrado menos dinámico en el último año hasta mayo, acompañando la tendencia global que afecta las decisiones de los inversores.

Sin embargo, los indicadores financieros previamente analizados muestran un sistema bancario más fuerte, como resultado de las medidas aplicadas luego de la crisis económica que nos afectó hace diez años atrás.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar