Nos proponemos como primer objetivo recuperar el casco del barrio Peñarol y generar un "museo en el sitio", explicaron el Ing. Pablo Buonomo, presidente de la Sociedad de Amigos Barrio Peñarol, y el Dr. Carlos Rauschert, vicepresidente de dicha institución. Agregaron que se apunta a generar un centro histórico metropolitano con temas representativos del legado material e inmaterial del patrimonio industrial ferroviario, así como a reutilizar las capacidades ociosas de las propiedades inmuebles de AFE. A continuación un resumen de la entrevista.
-¿Cuáles son los orígenes del proyecto de desarrollo patrimonial del barrio Peñarol?
Pablo Buonomo-El antecedente de la creación del proyecto data de los primeros años de la década pasada. En 2002 la Intendencia de Montevideo (IM) comenzó a realizar acciones con el propósito de lograr la recuperación de los bienes patrimoniales vinculados al ferrocarril que fueron construidos por los ingleses en el barrio Peñarol entre 1890 y 1907.
-¿Qué inmuebles componen el patrimonio histórico de esa zona?
PB-Los inmuebles del casco histórico del barrio Peñarol fueron declarados Monumento Nacional en 1975 y constituyen el 10% de todo el patrimonio montevideano con ese estatus. En un perímetro de siete cuadras se hallan: la estación del tren, que está funcionando como tal y que en una parte del edificio ya alberga el museo con las oficinas y la sala de espera históricas; el puente peatonal sobre la vía férrea; las residencias del personal de jerarquía de la compañía inglesa; las viviendas de los trabajadores; los talleres de la empresa; un espacio social llamado el Centro Artesano, que aspiramos a convertirlo en biblioteca con salas de lectura y de informática más un complejo deportivo en el fondo; y una sala de teatro y cine con 460 butacas, que es la tercera de su género que se mantiene en pie en Uruguay, después del Teatro Solís y el Teatro Larrañaga de Salto.
-¿Qué objetivos tiene la Sociedad de Amigos Barrio Peñarol?
PB-Esta Sociedad, fundada formalmente a fines de septiembre del año pasado, se propone como primer objetivo recuperar el casco histórico del barrio Peñarol y generar un "museo en el sitio", con unidades como la ya mencionada de la estación de trenes, la casa donde vivía un obrero a fines del siglo XIX y el taller. De ese modo, se apunta a generar un centro histórico metropolitano, con temas representativos del legado material e inmaterial del patrimonio industrial ferroviario. La idea es que pueda ser visitado y recorrido a pie, en forma de circuito, y que no sólo tenga un impacto a nivel local, sino también que se convierta en una atracción turística de interés internacional. Por eso, el año pasado el proyecto fue presentado ante la Unesco para ser declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad.
-¿Qué se requiere para que esa área sea un polo de interés turístico?
Carlos Rauschert-Para ello es necesario que se refaccionen todos esos inmuebles que han estado abandonados durante décadas a raíz del desmantelamiento de AFE y transformarlos en un bien capitalizable. Tal vez el caso más peculiar son los talleres del ferrocarril construidos en la última década del siglo XIX y que hoy funcionan en una mínima expresión. La idea es que un sector de esos talleres se convierta en un museo permanente y, por eso, se habla de "un museo en el sitio".
Entes participantes
-¿Qué entidades están involucradas en la recuperación del casco patrimonial del barrio Peñarol?
PB-Este proyecto ha sido ejecutado por la IM a través de una Unidad Ejecutora del Barrio Peñarol que encabeza Manuel Esmoris. Las obras comenzaron con la recuperación de la centralidad, plaza de la estación de trenes, veredas, puente peatonal y la creación del Museo de la Estación Peñarol. En la actualidad se está ejecutando la refacción de la antigua sala de teatro y cine, a un costo de US$ 800.000. Estas inversiones han contado con el aporte de 180.000 euros del Ayuntamiento de Gijón (España). Por supuesto, los trabajos se han venido articulando con la participación de otros actores, especialmente de AFE, que es la propietaria de los bienes que involucra el proyecto.
-¿Por qué el Ayuntamiento de Gijón está participando en este proyecto?
PB-A través de la búsqueda de colaboración que realizó la IM en el exterior surgió un contacto con esa ciudad asturiana, que tiene una tradición de conservación de su patrimonio industrial. Como su historia está muy vinculada a los ferrocarriles dada la explotación de minas de carbón en esa zona, les interesó el proyecto y han hecho un aporte pecuniario a la IM en dos partidas que están sujetas a una rendición de cuentas según el avance de las obras.
-¿Está la recuperación del patrimonio del barrio Peñarol exclusivamente en manos de la IM?
CR-Por las características y el grado de desarrollo que el proyecto ha tenido en los últimos años, se halla un poco más allá de la órbita municipal porque involucra también a varias entidades estatales, tales como AFE, el Ministerio de Turismo, el Ministerio de Educación y Cultura, la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, etc. Justamente, uno de los propósitos de la Sociedad de Amigos es facilitar la interacción entre los agentes públicos y organizaciones privadas vinculadas con el barrio Peñarol. Por eso, estamos abocados a convocar a las empresas privadas para que se sumen a este proyecto, en donde ya participan la Comisión Vecinal, funcionarios de AFE que viven en el barrio y personas de otras zonas de la ciudad que se interesan por la recuperación del acervo ferroviario del país.
Viabilidad
-¿Tiene viabilidad económica la reconversión del casco histórico de ese barrio?
PB-Pensamos que el proyecto es viable, aunque estamos lejos de su concreción final. La inversión total supone unos US$ 5 millones más. Para poder concretar las acciones que habiliten la recuperación de bienes inmuebles que ya están declarados de interés patrimonial, no sólo se requieren recursos materiales, sino también la aprobación de la Comisión del Patrimonio y otras dependencias del Estado. Una de las funciones de la Sociedad de Amigos Barrio Peñarol es facilitar la relación entre los distintos organismos para destrabar cualquier problema que se presente y también servir como puente para lograr nuevos tipos de financiamiento.
-Además de la IM, ¿qué respuestas han tenido de las distintas entidades estatales?
PB-Han sido muy alentadoras. Estamos conversando con la Comisión del Patrimonio a efectos de suscribir un convenio que nos permita recuperar la fachada de las casas de los antiguos obreros del ferrocarril. También cabe la posibilidad de que a través del Ministerio de Turismo se pudiera acceder a una línea de crédito del BID para continuar con otras obras en la zona. Incluso, sobre la calle Sayago, hay una estructura edilicia de cinco pisos sin terminar de propiedad de la Unión Ferroviaria, el sindicato de los trabajadores de AFE, que pretendemos que se convierta en una escuela técnica de la ex UTU para capacitar a los alumnos en oficios relacionados con el ferrocarril.
Concepto de rentabilidad enfocado en lo patrimonial
-¿Qué antecedentes existen en Uruguay en cuanto a la recuperación de bienes inmuebles de carácter histórico?
Carlos Rauschert-La recuperación del patrimonio del barrio Peñarol puede compararse a lo que se dio en Colonia del Sacramento. Hasta hace unos treinta años, el barrio histórico de esa ciudad era prácticamente ignorado por la mayoría de los uruguayos y su edificación estaba sumamente deteriorada. Pero, a través de un proceso de reconstrucción edilicia, se ha convertido en un centro de interés turístico, habiéndose revalorizado notablemente la propiedad inmueble de la zona. Lo mismo puede decirse de la Ciudad Vieja de Montevideo. Hay que recordar lo que era el entorno del puerto a la altura de la calle Pérez Castellanos hace diez años, y lo que es hoy en cuanto a urbanismo, arquitectura, etc.
-¿Tiene expectativas de que se produzca una revaloración de los inmuebles si avanza el proyecto de desarrollo patrimonial del barrio Peñarol?
CR-El concepto de rentabilidad, que siempre lo aplicamos a lo económico, también debemos enfocarlo en lo social. Para que el patrimonio cultural de ese barrio llegue a producir una rentabilidad económica se necesitan agentes que impulsen ese proceso. Una de las metas que nos hemos trazado es recuperar el aspecto urbanístico-arquitectónico, empezando por restaurar la fachada de las viviendas de los antiguos trabajadores del ferrocarril e instalar un museo en una de esas casas. Tanto los bienes inmuebles y los equipos ferroviarios se encuentran "fosilizados". Diría que son únicos en el mundo porque, en otros países, este tipo de instalaciones se reciclaron y la maquinaria que funcionaba hace cien años fue desguazada. Su valor como reliquia histórica está en que se puede conocer y explicar las características de la revolución industrial madura que llegó de Inglaterra a fines del siglo XIX.
Complejo habitacional para 4.000 - 5.000 personas
-¿Qué planes tiene la Sociedad de Amigos Barrio Peñarol para lograr el repoblamiento de la zona?
Pablo Buonomo-A medida que avanzamos en su implementación y desarrollo, hemos descubierto otras aristas a este proyecto originalmente enfocado hacia la recuperación de bienes patrimoniales del ferrocarril. A tres cuadras del centro histórico del barrio Peñarol, existe un predio de 19 hectáreas perteneciente a AFE, donde estaban las canchas de polo, fútbol y criquet, deportes que practicaban los ejecutivos y personal medio de la compañía inglesa de ferrocarriles. Ese espacio ocioso -el más grande que existe en la trama urbana de Montevideo- podría ser destinado a un complejo de viviendas para unas 4.000-5.000 personas, orientado a hogares de clase media, como las que tradicionalmente realizó el Banco Hipotecario. Esta intervención puede nutrirse de los incentivos para nueva vivienda que tiene presupuestado el gobierno nacional, que incluyen subvenciones de entre 20% y 30%.
-¿Qué significaría la construcción de ese complejo habitacional para la zona?
PB-Sin duda daría un impulso para el repoblamiento de un barrio que perdió habitantes cuando se transformó la estructura de AFE, al discontinuarse la circulación de los trenes de pasajeros durante muchos años. Eso implicó que el taller del ente ferroviario, que empleaba a unas 2.000 personas a fines de la década del ochenta, pasara a funcionar con 150 trabajadores. De ser el centro por excelencia de la actividad barrial, se convirtió en una actividad laboral de menor importancia, lo que ha provocado un decaimiento de la actividad comercial en la zona. La concreción de este proyecto podría revertir la situación actual.
-¿Quién se encargaría de la construcción de las viviendas en ese predio?
Carlos Rauschert- Ese inmueble, que está en una situación de abandono, cuenta con todos los servicios públicos, tales como electricidad, agua corriente, saneamiento, etc. La tarea de la Sociedad de Amigos sería actuar como articulador entre el ente ferroviario y la Intendencia, así como con el organismo estatal y/o privado que se interesara en la construcción de un complejo habitacional.
PB-AFE tiene la oportunidad de obtener un retorno, una ganancia, al destinar el predio a viviendas. De otra manera, nadie gana nada pues, dada su ubicación, las disposiciones del Plan de Ordenamiento del Territorio no permiten destinarlo a usos industriales, ni logísticos. Por su parte, la IM puede comprobar que esta propuesta promueve la densificación -que es un déficit de buena parte de Montevideo- o sea "ciudad en la ciudad" y no "ciudad nueva a partir de los bordes de la ciudad" que hace todo más caro: transporte, conectividad, saneamiento, etc., además de quedar el área menos integrada.
Patrimonio industrial ferroviario
A continuación algunas cifras y fechas históricas relevantes de los bienes patrimoniales del ferrocarril en el barrio Peñarol: 1780 - La zona ya era conocida como Peñarol por la pulpería de un inmigrante piamontés, Juan Bautista Crossa, proveniente de la localidad de Pignarolo .
1890 - La empresa inglesa Central Uruguay Railway compró 14 hectáreas en Peñarol para instalar una estación de trenes y talleres. Con el correr de los años, los edificios de la empresa ferroviaria en Peñarol llegaron a tener 33.500 metros cuadrados.
Entre 1891 y 1907 - Se inauguró la estación de trenes de Peñarol, de 240 metros cuadrados, como parada de la línea que conectaba con el Este del país. La construcción de los talleres se realizó en varias etapas. Constaban de herrería, fundición, aserradero, carpintería, pinturería, almacenes, etc., que funcionaron hasta los ochenta, cuando se redujeron a su mínima expresión. También se construyeron: 8 casonas para el personal jerárquico; 44 viviendas para los obreros que ocuparon dos manzanas; un almacén de ramos generales, entre otros.
1910 - Los talleres contaban con 154 máquinas fabriles, que funcionaban en su mayoría a vapor.
1920 - Unas 2.000 personas trabajaban en los talleres en 1920. Fue el establecimiento industrial
fabril más grande y diverso de Uruguay. Hoy trabajan poco más de 150 funcionarios.
1949 - Se estatizan los ferrocarriles de los ingleses.
1952 - Se crea la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) como ente autónomo.
1975 - Se declara Monumento Nacional a los inmuebles ferroviarios del barrio Peñarol.
2009 - Se inaugura el Museo de la Estación Peñarol.
Fuente: En base a información proporcionada por la Sociedad Amigos Barrio Peñarol, la Intendencia de Montevideo y AFE.