1/1:  20120830 640x403 ()

Hace más de 25 años que Andrea Celsi se dedica a la gastronomía. Ella fue una de las pioneras en cocinar en vivo en un programa de televisión, luego gestó su propia planta elaboradora de alimentos (con la que abastece a renombradas cadenas locales) y ahora está decidida a deleitar con sus exquisiteces con nombre propio.

Con Rincón Vienés, esta cocinera se dio el gusto de recrear el ambiente que supo captar en viajes a Europa y dio vida a una chocolatería gourmet fuera de lo común.

La cuidada puesta en escena de este espacio incluye elementos de decoración de su propia casa, así como tesoros que encontró en la feria de Tristán Narvaja. Cada detalle del local de la calle Héctor Miranda 2404 (entre Bulevar Artigas y Ellauri) fue notoriamente cuidado. Como resultado sus bombones parecen joyas en la vitrina, las cupcakes se entregan en un packaging muy cuidado que incluye una etiqueta que indica que sus productos se elaboran sin conservantes.

«La idea es que quienes vienen a Rincón Vienés se transporten en el tiempo y en el espacio», explicó Celsi, quien efectivamente ha conseguido que sus clientes se sientan en un café europeo o incluso en el set de una película que bien podría ser Chocolate.

La especialidad de la casa son los dulces y la exclusividad los macarones, pastelitos que se hacen básicamente de clara de huevo, almendras molidas y azúcar. Así lo explica la carta, que no es un detalle menor, sino que brinda datos históricos de las preparaciones y hasta sugiere un orden para degustar los bombones.

Lo mejor es que en Rincón Vienés no sólo puede disfrutarse de cafés, tés o chocolates, sino que la apuesta es más ambiciosa. Con un horario que se extiende de 10.00 a 22.00 horas, la casa ofrece desayuno, almuerzo, merienda y after office (es especialmente recomendada la combinación de ravioles fritos y cerveza). También vale comprar para llevarse a casa.

De sopa a bombones, Rincón Vienés ofrece desayuno, almuerzo, merienda y after office con una propuesta tan variada como sabrosa