Enormes pingüinos, perros y pájaros de colores, entre otras 300 piezas, sorprenden desde esta semana a los pasajeros que llegan al Aeropuerto de Carrasco. Pertenecen al artista belga William Sweetlove, que ha presentado su muestra en muchas ciudades europeas y estadounidenses. Pero es la primera vez que lo hace en un aeropuerto.
Sweetlove trabaja sus esculturas con un plástico que se forma con un proceso químico reactivo al petróleo. El proceso se llama cracking y le dio nombre al movimiento cultural y ecologista "The Cracking Group of Art", al que pertenece el artista. Uno de los pingüinos de Sweetlove será sorteado cuando cierre la muestra, el 15 de diciembre.