Contra la corriente

Tras Mundo cañón, Rufo Martínez estrenó No duermas más en 91.1

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Por: Ximena Aleman

A Rufo Martínez le gusta ir a contracorriente. Hace 11 años cuando en Fm se pasaba solo música él, junto con Guillermo Amexeira, puso de moda los periodísticos. Ahora decidió alejarse del cansancio y el estrés, y contracorriente de nuevo, eligió devolver la música a las mañanas de Radio Futura. Rufo Martínez tiene un nuevo programa, No duermas más. Cambió el periodismo por rock y titulares.

- ¿Por qué se terminó Mundo Cañón?

-Mundo Cañón estuvo 11 años al aire, lo cual es un montón de tiempo. De alguna manera estábamos cansados de la máquina diaria, la madrugada, los periódicos y a cada uno le estaban saliendo diferentes proyectos. Nos vino bien hacer un párate: son ciclos que se terminan. Guillermo sigue siendo un amigo, de hecho estuvo el otro día en casa tomando unos whiscolas. No se terminó por las clásicas cosas que se separan las bandas de rock; drogas mujeres o plata. Nos llevamos mejor que nunca.

-¿Cómo es estar en el mismo programa durante 11 años?

-Está muy bueno porque los lazos mutan rápidamente en amistad. Con Guillermo éramos compañeros del liceo. Hicimos la facultad y empezamos a trabajar en la radio juntos. Terminamos hace unos meses. Es como en cualquier trabajo, si no te gusta se te hace arduo y pesado, y si te gusta y te apasiona se te pasa volando. A mí los 11 años se me pasaron volando. Sin embargo, Mundo Cañón era un programa muy exigente en cuanto a lo periodístico las llamadas todos los días, estar al tanto de todo lo que pasa. Yo arrancaba con el informativo de la noche anterior, de mañana en mi casa y en el auto escuchaba la radio y después cuando llegaba al trabajo leía todos los diarios y los portales. Es exigente hacer periodismo duro. Si bien lo podíamos hacer al aire de manera más divertida, pasándola bien y con música, el programa en los contenidos era duro en cuanto a chequeo de fuentes y rigurosidad. En Estados Unidos hicieron un estudio para medir los trabajos más estresantes y descubrieron que la medicina y después el periodismo son las profesiones que más estrés generan y las que tienen un índice de divorcio más alto. El periodismo es estresante, estás 24 horas de guardia, tenés que tener la percepción de lo que pasa alrededor tuyo y decir: esto es noticia. Es muy cansador.

-¿Pensabas seguir en la radio?

-Sí, cuando hace unos meses decidimos bajar Mundo Cañón yo quería seguir en radio porque me encanta y es mi pasión. Lo primero que hice fue preguntar en el grupo de radios. Yo estaba muy abierto a hacer cualquier proyecto en cualquier horario y terminó desembocando en algo en la misma radio y en el mismo horario. Quería hacer algo que despegara bastante, que fuera bien diferente y creo que esta saliendo bien. Para mí es un descanso el no hacer tanto periodismo y pasar más música. En Mundo Cañón hablábamos pila de música, pero pasábamos poca. Ahora me estoy dando un gusto y paso mucha música, la que escucho. Estoy más amplio que a los 20 cuando me gustaba solo el heavy metal. Igual la cumbia y todo lo que tiene que ver con ritmos tropicales, que sé que hay muchas variedades, conmigo no va. Por suerte tampoco va con el perfil de la radio. Si me hubieran dicho que tenía que pasar Arjona y Daddy Yanqui les hubiese dicho: gracias muchachos, pero no. Futura es un radio rocker y que hoy apunta a un público más rock y pop. Aparte, en No duermas más las noticias no se dan como en Mundo Cañón. El programa tiene un contenido más informativo que periodístico. En Mundo Cañón cuando había un paro te decían a qué hora era el paro, por qué pasó, quiénes son los dirigentes sindicales y los directivos de la empresa y en qué está el gobierno. Ahora solo doy la información: hay un paro por reclamos de tal tipo. Profundizo menos, pero doy todos los titulares para que los oyentes no salgan pintados a la calle.

-¿Qué esperás de No duermás más?

-Salud, dinero y amor. (risas). Espero que subsista, que mucha gente se cuelgue, espero poder acompañar a miles de personas todas las mañanas y darles algo diferente en el dial. Ha pasado algo curioso con las Fm: cuando yo empecé en Radio X, todas las FM eran musicales, pasaban mucha música y nosotros fuimos pioneros en eso de hacer una dupla trabajando la información del día. Mundo Cañón provocó una suerte de quiebre y las Fm empezaron a hablar cada vez más. Hoy eso llegó al extremo y si querés escuchar música de mañana en FM es muy difícil porque está todo el mundo hablando con diferentes propuestas más o menos livianas, o más o menos periodísticas pero talking radio. Está bueno rescatar que la música te da cosas que no te da la información, te puede hacer reflexionar, emocionar, porque es una bella arte. Los programas hablados te exigen más como escucha. Tenés que prestar atención y si estás trabajando, manejando, o en una reunión hay un momento que te perdés. No duermás más apunta a que no.

-¿Entonces fuiste contra la corriente las dos veces?

-Ahora que lo decís, sí. Aparte hay pocos programas que te digan la historia de la banda, detalles de su onda, de qué año es el disco, etc. No con espíritu exhaustivo pero darte las herramientas.

-¿Cuándo empezaste a salir en la radio?

-Un día me llamó Daniel Supervielle, que era un compañero de clase, porque los importadores de Rea querían un programa de radio para poner publicidad. No tenían dónde anunciar. Entonces con 27 años hicimos en la X AdrenalX un programa de deportes extremos: surfing, skate, mountian bike, ala delta. Estaba dirigido a gente que no tenía un medio masivo que le diera importancia a lo que hacía. Empezamos sin ganar un mango, a pérdida y a rostro. Salíamos los domingos a las 21. Y a ese nicho llegamos. Nos fue bárbaro. Estuvimos tres años y hasta ganamos dinero, que era impensable. Cuando arranqué en Mundo Cañón tenía 29 años. En la X estaba Cecilia Baraldi de mañana durante 5 horas. Entonces la radio nos propuso hacer un periodístico de 7 a 9. Nosotros quisimos hacer lo que nos hubiera gustado escuchar. Por un tema de código generacional los periodísticos del momento nos aburrían. Y caminó, tuvimos picos de audiencia impensables. Si bien habíamos estudiado Comunicaciones, no nos habíamos interesado por al radio. Yo quería hacer publicidad y Guillermo (Amexeira) cine. Pero la radio tiene una magia que te atrapa. Yo no conozco periodistas o comunicadores arrepentidos de hacer radio, en general la respuesta es que está bueno.

- ¿Te considerás un precursor del "periodismo joven"?

-No sé. Cuando empezamos con Mundo Cañón no había nada parecido en el dial, los nombres de siempre, con la corbata de siempe, con la rigidez de siempre. Sí, en aquel momento lo nuestro fue una apuesta porque la X tenía una actitud rock de tomar riesgos. Yo celebro que la gente se saque la corbata. El periodista tiene que hablar de los mismos temas que habla la gente. Y la gente no dice un birrodado, dice bicicleta. Nuestras entrevistas siempre fueron con preguntas claras, en lugar de armar preguntas rococó que le dan al entrevistado la posibilidad de zafar para cualquier lado.

-¿Cual ha sido el mayor cambio de la radio en estos 11 años?

-El infoteinment, la mezcla de humor y periodismo es el principal cambio de la radio en estos años. Diferente a cómo la hacíamos en Mundo Cañón porque no había un espacio destinado al humor, no le avisábamos al oyente lo que era humor y lo que era serio, lo poníamos en más problemas. Si en la mitad de una noticia seria alguno hacía un chiste con doble sentido el oyente tenía que pensar. Yo creo que la gente consume cada vez menos periodismo duro. En el dial los líderes de la mañana están basados en humor. Y los que siguen haciendo periodismo duro entraron en un lento declive. Lo que me preocupa es que los gustos de la gente no están en sintonía con el periodismo que te dice el porqué de las cosas. Pero eso excede mi capacidad de análisis.

-¿Dónde están los inadaptados del dial?

-No dueramás más es la novedad, es lo que trae un aire fresco. Salvo el conductor todo es nuevo. Hace 15 años me hubiera encantado que me dijeran inadaptado, pero hoy por hoy me gusta más el término provocador. Me gusta provocar el pensamiento, la reflexión y a veces para eso tenés que primero provocar la calentura.

-¿Cómo empezó tu participación en Esta boca es mía?

-Es muy gracioso a Esta boca es mía fui invitado por el tema de la marihuana. Yo soy un defensor de la legalización, el consumo responsable, el auto cultivo. Creo que es muy diferente la pasta base al porro. Es como comparar agua a caña brasilera. Me sentí bien en el programa y se ve que rendí. Justo se dio la triste circunstancia de que Daniel Lucas, que era uno de los panelistas, tuvo el derrame en el cerebro. Entonces me propusieron que hiciera unas suplencias. La radio esta a 50 mts. del canal y empecé alternando. Aparte conocía gente de la productora que también había empezado en la X, y todo cuadró. Ahora estoy todos los días.

-¿Te gusta la tv?

-Sí, me gusta. Es diferente a la radio, es más quemante. Si salís mal, es más cruel. Te exige más. En la radio no importa qué tenés puesto, si te afeitaste o cómo gesticulás. En la tele no tenés que perder el foco en lo que decís y cómo lo decís pero además está todo lo corporal: la ropa que te pusiste y cómo moviste la mano. Me gusta la llegada y el impacto que tiene la tele, porque es el medio masivo por excelencia. Lo que no me gusta es que es un medio que arriesga poco, muy rara vez tiene propuestas jugadas y novedosas. Me refiero al los canales de aire, que no tiene su presupuesto resuelto. Yo entiendo que son empresas llevadas por empresarios y que pretenden generar dinero, pero esa precaución a veces congela demasiado. En ese sentido es avara la televisión. Esta boca es mía es un ejemplo de que arriesgar da buenos resultados. Arriesgó Victoria, que tenía un perfil donde lo más recordado eran sus coberturas en Punta y sus viajes, pero que se animó a cambiarlo y a ir a un horario lateral a pesar de que ella es una persona de horario central, y arriesgó el canal que apuntó a una producción nacional en el horario donde competían las peores telenovelas de toda sudamérica, las clase z. Vieron el nicho y funcionó.

-¿Te gusta más la radio?

-Si, me gusta más. Pero es diferente, yo en radio tengo mi propio programa y en tele formo parte de un proyecto que no es mío.

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