Por: Mariángel Solomita

La carrera de Diane Denoir comenzó dos veces. La primera fue en los años `60 durante una época fermental que cambió para siempre la creación musical en nuestro país. Se inició en uno de los primeros Conciertos Beat en el teatro Solís y fue en busca de una banda que la acompañara en sus próximos recitales. Así se convirtió en socia de Eduardo Mateo. Todos los días a las 3 de la tarde el compositor iba por su casa, escuchaba música y comenzó a escribir canciones para "Lady Beat". En su primer disco, Diane Denoir (1972, De la planta), 8 de los 11 temas son composiciones de Mateo.

Poco antes de que ocurriera el golpe de estado Denoir había tomado conciencia de que el artista le debía a su público un compromiso distinto, y se interesó por el canto popular. Cantar en otros idiomas no significaba entonces una extranjerización de la cultura nacional, sino interesarse por el entorno creativo - la Bossa nova, los Beatles, la Chanson Francaise -. En este nuevo contexto Denoir entendió que para que se comprendiera se debía cantar y crear desde el lenguaje propio.

En poco tiempo el exilio se hizo inevitable y lo que pensó sería una semana fuera de Uruguay se prolongó por años. Se instaló en Argentina, Perú, Venezuela, España, y se alejó de la música.

Recién en 1998 surgió el disco Inéditas. El trabajo del mítico técnico de sonido y representante Carlos Píriz, permitió re-descubrir el talento de estos artistas en la autenticidad de sus primeros pasos, y descubrir el trabajo arreglístico de Mateo, a pesar de la precariedad de las condiciones de grabación. Una de las voces claves de los `60 volvía para hacerse escuchar.

En 2005 el sello argentino Indice Virgen logró que la intérprete aceptara reeditar en formato CD su primer long play, que prácticamente se había convertido en material de coleccionistas. Tres años después, con la edición de Quién te viera (Acqua records), Denoir retomó definitivamente el vuelo de su carrera.

La presencia de Mateo persiste, pero la cantante vuelve a mirar su entorno e incluye una versión de "Montevideo" de Jorge Drexler, "Cuando apagás la luz" de Rodrigo Gómez (Sórdromo) y transformó "¿Qué más, qué más?" un rock de Daniel "Lobito" Lagarde, ex-Totem, pareja y arreglista actual de Denoir.

Mientras prepara su próximo disco, se propone homenajear a Mateo a 70 años de su nacimiento - y los 10 de la Fundación -, con dos conciertos en el Tartamudo (hoy y el próximo sábado) junto a Ney Peraza (guitarra), Pablo Somma (flauta), Andrés Ibarburu (bajo y chelo), Martín Ibarburu (batería y percusión) y Lagarde (guitarra, arreglos y dirección musical). Luego la propuesta se presentará el 1° de octubre en La Plata y el 5 y 6 de octubre en Buenos Aires.

-¿Cómo armaste el repertorio para este homenaje a Mateo?

-Más allá de que muchos de los temas que yo canto son de autoría de Mateo, hice un recorrido de nuevo por toda su obra, hice un paseo por ella. Fui viendo, revisando y al final decidí qué era lo que iba a cantar, cómo lo iba a cantar y por qué.

-¿Cómo los vas a cantar?

-Bueno, hay una manera Diane Denoir de cantar a Mateo, ¿no? Cuando de repente él canta un tema que yo canto no es lo mismo. El canta "Y hoy te vi" muy diferente de como la canto yo. Así que creo que el mejor homenaje es seguir haciendo como hacíamos juntos las cosas.

-¿Vas a cantar los temas en español?

-Voy a cantar en general en español. No te olvides que hay más de una canción que me pidió que cantara en francés, le voy a respetar su deseo.

-Desde tu presente, ¿cambió tu relacionamiento con la música de Mateo?

-No. Me sigo fascinando siempre con sus letras y sus músicas, ¡es tan vanguardista Mateo! Es tan plena la propuesta que no necesito actualizar nada. Porque ya Mateo era un tipo tan vanguardista en los `60. Hay temas que yo cantaba con él hace 35 años que me siguen pareciendo maravillosos..."Mírate los ojos" es un tema que compuso para el primer disco que hice y que nadie lo grabó después, hay varios temas que nadie grabó después...

-¿Sentís que la imagen que se ha creado en estos últimos años no abarca todas sus dimensiones como músico?

- Obviamente en su momento no lo valoraron, y creo que este comienzo de reconocimiento a Mateo es parcial. Creo que abarca alguna forma compositiva de Mateo, no abarca todos los colores que él compuso, no abarca al Mateo arreglista que es una de las cosas que yo reivindico en él. Es una visión un poco sesgada, recortada.

-Cuando lanzaste tu primer disco comentabas la falta de apoyo que los medios le daban a la difusión de artistas nacionales, y en ese entonces existían programas televisivos con músicos con salarios fijos, ¿cómo ves el panorama hoy para un músico emergente? ¿Para ti es más difícil grabar un disco hoy?

-A mí me pagaba Rubén Castillo en el Discodromo Show un sueldo a través de radio Sarandí. No es fácil sacar un disco, es más difícil que antes. Antes te pagaban la grabación, ahora vos tenés que pagarte todo y después conseguir a alguien que le ponga un sello encima y que lo distribuya bien. A mí me pasa que tengo tres discos en Argentina y acá no los trae nadie. Me tienen enterrada en un cajón. No hay un apoyo manifiesto que vos veas que está el disco en las góndolas. En algunas disquerías tenés que hacer arqueología para encontrar mi disco.

-En tus primeras grabaciones había una actitud desprejuiciada de absorber las creaciones musicales del momento. A la hora de pensar en realizar un disco, ¿mantenés la misma postura curiosa y abierta?

-Sí, es un tema de espíritu flexible creo yo. Dejás que las cosas de alrededor te permeen, no te cerrás a ninguna influencia con ningún a priori, pero también es ser consecuente ideológicamente, yo creo que están las dos cosas combinadas.

-Interpretaste un tema de Drexler, de Sórdromo y trabajaste con Luciano Supervielle, ¿hay algún compositor joven uruguayo o regional que te resulte interesante para versionar?

-Sí, de argentina me gustaría hacer algo de Fito Paez y de León Gieco. Uruguayos, de Leo Maslíah cantaba "Biromes y servilletas", me encanta como compositor, me gustaría algún día que me compusiera algo. (Fernando) Cabrera me gusta también mucho como compositor. Y el "Negro" Rada que cantaba conmigo también me gusta mucho como compositor…nunca canté nada del "Negro", será porque "Lobito" tocaba en Totem con él... No te va gustar también me gusta. Me gusta el Pitufo Lombardo como compositor. Nicolás Ibarburu tiene algunas cosas que me gustan mucho aunque aparentemente es una onda diferente. Así que sí, hay unos cuantos.

-¿Estás preparando un disco?

-Sí, para más adelante. Lo quiero hacer con versiones originales.

-¿Tuyas?

-O de otros (risas)... puede ser alguno de los que te estoy nombrando…para el año que viene.

-Has mencionado que tenés material como para grabar tres discos. Uno de ellos específicamente sobre canciones que no te dejaron grabar en tiempos de dictadura, ¿no te planteas retomar esas composiciones?

-Esa asignatura pendiente la voy a hacer quizás antes o después del nuevo disco que preparo. Me gustaría porque son temas que compuse. Musicalicé poemas de varios poetas, Mario Benedetti, Juan Cunha, Ibero Gutiérrez. Están las canciones que compusimos con Adela Gleijer (entre otras Como un pájaro libre, versionada por Rumbo y Mercedes Sosa), hay unas cuantas. Tengo material para hacer un disco sí.

-¿Cómo te sentís hoy con el público? ¿Sentís que hay un público fiel que te sigue desde tus inicios o te encontraste con uno distinto, más joven?

-Es una sorpresa maravillosa, tengo la gran satisfacción de encontrarme con gente menor de 30 años que conocen a Mateo, o que lo descubren o lo re-descubren y me encanta que no sean de mi generación, que por lógica se acuerdan. Lo que me pasa en la mayoría de los recitales, y me pasó el año pasado cuando hicimos una gira por el interior, es que los que venían a saludarme, a pedirme un autógrafo para el disco era gente joven. Y ese me parece el mejor reconocimiento para Mateo.

-Y para ti también...

- Bueno, sí. Claro, gracias (pensativa). Pero que ustedes valoren lo que Mateo hizo me parece maravilloso, es como volver a hacer justicia con él.