Después de una exitosa temporada en Carlos Paz, la rubia uruguaya Mónica Farro desembarca en compañía del Negro Álvarez para sorprender en Montevideo con la obra Mortal. Esta vez, a Farro le toca mostrar una veta distinta en su carrera artística, más lejana a la vedette y más próxima a la actriz.
Harán tres funciones en el Teatro Metro y por ende el público charrúa tendrá triple chance de verlos juntos en acción: viernes 13 y sábado 14 a las 21 horas y el domingo 15 a las 20 horas. "Estoy muy contenta con esta obra que no es una revista ni una comedia tradicional, es otra cosa bien distinta" que el público tendrá la oportunidad de descubrir si se acerca a la boletería del Metro este fin de semana. Mónica agrega estar muy comprometida y afianzada en este proyecto que ya pasó la prueba en Carlos Paz. La blonda lo vive con mucha alegría porque "está cortando entradas".
En esta ocasión le toca jugar de local y lo hace un rol diferente al que estamos acostumbrados a verla. No se presenta como la femme fatale que solía ser en obras anteriores, sino que el cuerpo pasa a segundo plano para dar lugar a un guión interesante marcado por el humor y una puesta en escena increíble: un despliegue de más de 20 bailarines (cuerpo de baile Las hilachentas de la danza) y el grupo de músicos Los Gorriados de Punilla que ponen su touch al show.
En Mortal, Mónica se juega a otra cosa: "Es un desafío mayor". El hecho de que su físico escultural no sea el centro de atención significa una responsabilidad mayor y la pone a prueba. Al mismo tiempo, la coloca en una posición que no le había tocado desarrollar antes y dice estar orgullosa de ello "porque fue el propio Negro Álvarez quien me convocó y eligió para que lo acompañara".
"Los sketches con él funcionan bárbaro, tenemos buena química en el escenario", se jacta. Aunque también reconoce que esa llamada la tomó por sorpresa y como toda aventura (Álvarez y Farro son las únicas dos figuras populares en Mortal) conlleva su riesgo y le dio "un poco de miedo al principio" pero después de comprobar que funcionaba, no hubo lugar para "el cuiqui" y volvió a sentirse como pez en el agua.
"Esta vez estoy como primera figura y eso me genera orgullo y me pone muy contenta", destaca la actriz. Está feliz porque puede mostrarse en su faceta de bailarina con distintos cuadros como una sátira de tango, un charleston particular y también en su estilo de comediante: "El Negro me permite llevar el hilo conductor de la obra".
Está expectante por el recibimiento del público charrúa, que la primera vez con Vedettisima no le demostró tanto afecto como cuando vino con Bravissima que fue pura ovación.
En Uruguay siguen sin convocarla. Ella no sabe la razón pero no se frustra: "Me tiene sin cuidado". Por el momento, disfruta del éxito de Mortal y su plan para 2012 es seguir la gira por Uruguay y el interior de Argentina: "No voy a parar un día en Buenos Aires".