La nave Progress regresó a la Tierra sin llegar jamás a la estación espacial; sedesintegró sobre el océano.
El carguero ruso Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado hace una semana con destino a la plataforma orbital, fue visible desde Uruguay durante unos minutos antes de caer.
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La nave había despertado preocupación en la población civil a nivel mundial ya que se desconocía dónde iba a caer al entrar hacia la Tierra. Estuvo fuera de órbita pero fue visible desde Uruguay en el ángulo que se forma imaginariamente desde el sur al oeste. Rusia lanza cada año entre tres y cuatro cargueros espaciales para enviar suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS). El 28 de abril, unas horas después de que despegara, el Progress, que debería haber llegado tras seis horas de vuelo a la ISS para abastecerla, dejó de responder a los ingenieros rusos y comenzó a tener reacciones incontrolables. Se ha encargado a una comisión de investigación que establezca las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, consideró el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov. En la tarde de ayer finalmente se desintegró al entrar a la atmósfera. Se estima que los trozos caerán en el océano Pacífico.
El carguero espacial no tripulado Progress se desintegró por completo en la atmósfera terrestre por encima del océano Pacífico durante su caída libre hacia la Tierra, una semana después de que los operadores rusos perdieran el control de la nave, anunció ayer la agencia espacial rusa.
"La nave Progress M-27M dejó de existir a las 05H04 de Moscú el 8 de mayo de 2015. Su entrada en la atmósfera se realizó por encima de la parte central del océano Pacífico", indicó Roskosmos en un comunicado.
Los operadores de vuelo rusos habían perdido el control de Progress horas después de su lanzamiento hace una semana propulsado por un cohete Soyuz. El carguero espacial debería haberse acercado el 28 de abril a la Estación Espacial Internacional (ISS) para abastecerla pero fracasó en su misión.
El Progress comenzó entonces una caída descontrolada hacia la Tierra. La agencia espacial rusa Roskosmos no dio muestras de preocupación, pues prácticamente todas las naves espaciales de ese tipo se desintegran en la atmósfera o aterrizan en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre.
La caída del carguero no pone en peligro a la tripulación de la ISS, que dispone de varios meses de reservas.
La pérdida de esta nave, que costó casi 500 millones de euros, constituye un duro golpe para la industria espacial rusa, una sector estratégico que históricamente ha sido un orgullo para el país.
Una comisión de investigación rusa aclarará las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, dijo el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov. Los resultados de la investigación se darán a conocer antes del 13 de mayo.
Una nave de abastecimiento Dragon, de la compañía estadounidense SpaceX, debería llegar a la ISS a partir del 19 de junio con 2,2 toneladas de material científico y provisiones.
Nuevos planes.
"El lanzamiento y el vuelo del cohete se produjeron con normalidad pero un segundo y medio antes de la separación de la nave, los instrumentos de medición dejaron de transmitir", explicó el presidente de Roskosmos, Igor Komarov.
Unos días antes de este incidente, un cohete experimental ruso había explotado justo después de su despegue en una zona deshabitada del norte de Rusia. En verano de 2013, un cohete Proton con sus tres costosos satélites Glonass —el futuro sistema de navegación por satélite ruso— explotó en el momento del despegue.
Con todo, Rosksomos apuntó a las circunstancias "imprevistas" en el caso del Progress, que no ponían en cuestión futuros lanzamientos de cohetes Soyuz para llevar suministros a los astronautas de la ISS.
"Vamos a corregir los planes de lanzamiento de los dos Progress de este año, uno previsto para el tercer trimestre y el otro para el cuarto", indicó Ivanov, que recordó que de 1.800 lanzamientos, la tasa de éxito había sido del 91,3%, más allá de estos fracasos.
Las agencias de prensa rusas, citando a fuentes de la industria aeroespacial, dejaron entrever que la próxima misión espacial que debía enviar a cosmonautas a la ISS, prevista para el 26 de mayo, podría retrasarse dos semanas a causa de los problemas del Progress. Sin embargo, Roskosmos no confirmó estas informaciones.
Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora solo habían sufrido un accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.
Por otra parte, la tripulación de la nave pilotada "Soyuz TMA-15M", que debía volver a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (EEI) el próximo jueves, permanecerá en la plataforma orbital hasta el 11 de junio, informó ayer una fuente del sector aeroespacial ruso. (FUENTES: AFP Y EFE)
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