Dolor en los riñones, alteración en la función del hígado, molestia en el estómago; baja en las defensas; alergia; reacciones alérgicas y sangrado en la vía digestiva.
Todo esto entra dentro de las consecuencias que puede traer el consumo excesivo de analgésicos. Sí, analgésicos, esas pastillas aparentemente inocuas que toma cada vez que le duele algo.
Así lo advirtió en diálogo con El País Amalia Laborde, directora del Departamento de Toxicología del Hospital de Clínicas. Laborde no dio detalles sobre cuántos casos de ese tipo reciben al año pero indicó que "dentro de los vinculados con eventos agudos a medicamentos, los analgésicos están en segundo lugar después de los psicofármacos. Representan una situación clínica aguda bastante frecuente".
Gustavo Tamosiunas, director del Departamento de Farmacología Clínica de la Facultad de Medicina, agregó al respecto sobre la ingesta de analgésicos en Uruguay: "De este tipo de medicamentos, el consumo es muy alto; como analgésico, como medicación para la fiebre, para la cefalea y para resfrío, sin duda es altísimo".
A modo ilustrativo, un trabajo realizado por la contadora Virginia Arakelian en 2005 y tomado como referencia por el Ministerio de Salud Pública en un informe de ese año, registró que los analgésicos vendidos en farmacias de Montevideo equivalían al 60% de los fármacos dispensados. El 40% restante lo ocupaban, de más a menos ventas, antihipertensivos (16%), digestivos (9%), aniconceptivos (6%) y antibióticos (6%).
Paradójicamente, otro de los males asociados con el abuso de analgésicos es el dolor de cabeza. Según el diario El Mundo, de España, 1 de 50 personas a nivel mundial tiene cefalea causada por la ingesta excesiva de estos medicamentos. Y en algunos países el abuso es tan alto que ha superado al consumo de drogas ilícitas.
El problema no es nuevo. En 2012 Inglaterra decidió elaborar guías informativas para médicos y pacientes en las que estableció que tomarlos con demasiada frecuencia empeora el dolor de cabeza. ¿Cuánto es "demasiada frecuencia"? Los británicos fijaron la mitad de los días del mes como parámetro: llamaron a no ingerirlos por más de 15 días.
En cuanto a qué tipo de drogas consideran al hablar de este tema, existen dos grupos. Por un lado, están el paracetamol, la aspirina y los antiinflamatorios como el ibuprofeno (llamados no esteroideos).
Por el otro lado, están los más fuertes: triptanos (para tratar migraña), opiáceos (para el dolor agudo de cirugías o el dolor crónico) o una combinación de analgésicos. Para este grupo, los británicos bajaron la tolerancia a 10 ingestas al mes.
Medidas posibles.
Los especialistas uruguayos consideran que es necesario concientizar a la población, cuidar las ventas y revertir el fenómeno.
Tamosiunas apuntó que se debería controlar la publicidad y los mensajes a la población. "Sobre todo la publicidad de los medios masivos, que está invitando a que tomes y no tengas ningún dolorcito", consideró.
Laborde reflexionó que "el dolor es uno de los sufrimientos más percibidos y menos tolerados y eso ha hecho que el acceso a los analgésicos se haya facilitado mucho y esté tan disponible que se haya perdido un poco el concepto de (que son un) medicamento".
La especialista dijo que es comprensible que alguien tome algo si siente dolor, pero "hay personas que dicen Yo tengo cefaleas desde hace tiempo y siempre las controlé con esto. Quizás es importante transmitir que el hecho de que estén controlando el dolor no significa que estén controlando la enfermedad que la está causando. Es distinto", concluyó.
Muchas drogas en muy pocas manos
Más del 80% de la población mundial carece total o parcialmente de acceso a analgésicos contra el dolor moderado o intenso y sufre, mientras 90% de estas sustancias es consumido por el 10% de los ciudadanos, principalmente en EE.UU., Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Europa, publicó El País de Madrid con base en un documento de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, órgano dependiente de la ONU. Mientras no disponer de medicamentos legales "puede privar a los pacientes del derecho a sus beneficios", una oferta excesiva de los mismos, el caso de Occidente, "puede llevar al abuso y a una subsiguiente drogodependencia", advirtió el órgano de la ONU. La Federación Internacional Farmacéutica estimó a su vez que cada año se malgasta medio billón de dólares en el mundo debido al mal uso de los medicamentos.
Cuando se habla de abuso a los medicamentos se suele pensar en antibióticos y las cuestiones sobre si se respeta o no la prohibición de su venta sin receta en las farmacias. Sin embargo, en Uruguay y en el mundo, no son los únicos fármacos que preocupan a las autoridades. También lo hacen los analgésicos, esas aparentemente inofensivas pastillas que suelen no faltar en el bolsillo del caballero y la cartera de la dama. Pues bien, sí son ofensivos, (o más bien dañinos), si se los toma de forma desmedida y sin cuidar los efectos que puedan causar sobre el cuerpo. ¿Qué efectos? La lista es larga y va desde dolores de cabeza constantes hasta sangrado de la vías digestiva. El País relevó la experiencia de otros países como Inglaterra y consultó a referentes uruguayos en este tema, en cuanto a por qué creen que se da esta tendencia y qué piensan que debería hacerse para revertirla. A nivel mundial, la ONU ha realizado informes específicos sobre el tema y cuenta con un organismo que lo monitorea y llama a los países a controlarlo para ayudar al paciente a cuidarse más.
CIAT. El Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico tiene como teléfono el 1722.
Farmacovigilancia. Web: http://www2.msp.gub.uy/categoria_108_1_1.html
Laborde: "Alivian el dolor, no tratan la causa"
Nosotros tratamos el mecanismo alterado que genera el dolor. Con el analgésico no estamos tratando la causa de la enfermedad. Pero el dolor necesita ser controlado, por eso uno entiende al que recurre a un analgésico.
El uso excesivo para controlar un dolor (que puede ser basado en alguna molestia trivial o puede ser un dolor signo de una enfermedad que se está gestando) hace que se pierda el control de cómo y cuánto deben usarse.
Amalia Laborde.
Directora del Departamento de Toxicología de l Hospital de Clínicas.
advierten que decenas de uruguayos toman analgésicos que no les curan