Tecnología
La empresa de mensajería instantánea ya está en la mira de varios países por negarse a entregar los datos de sus usuarios a la justicia.
La justicia rusa multó este lunes al servicio de mensajería Telegram por negarse a entregar a los servicios de seguridad rusos (FSB) las claves de cifrado para acceder a los mensajes de algunos de sus usuarios.
Telegram, un servicio muy popular en Rusia por su alto nivel de cifrado, tendrá que pagar 800.000 rublos (18.000 euros) porque la empresa no cumplió con su deber de "proporcionar información a las fuerzas del orden", indicó la agencia de noticias TASS.
La compañía, que tiene diez millones de usuarios en Rusia, tiene diez días para recurrir la decisión.
Las demandas del FSB son "técnicamente imposibles de ejecutar" y violan la constitución rusa, que protege el derecho al secreto de la correspondencia, afirmó en la red social VK el fundador de Telegram, Pavel Durov.
Durov ha desafiado en varias ocasiones a las autoridades y en septiembre ya anunció haber rechazado la demanda del FSB.
Según documentos publicados por Durov en VK, de la que también es fundador, el FSB pidió a las oficinas de Telegram en Londres "la información necesaria para descodificar mensajes electrónicos enviados, recibidos, entregados y tratados" por sus usuarios.
"Actualmente no se está planteando un posible bloqueo" de Telegram en Rusia, aseguró por su parte el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Telegram está en el punto de mira de varios países por negarse a comunicar los datos de sus usuarios, entre los que se encuentran grupos yihadistas.