La hipotética reunión de los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner en Viena parece lejos de verificarse en la realidad. Ninguna de las dos casas de gobierno contaba, formalmente, con la posibilidad de un encuentro.

Antes de su partida a Europa, Vázquez admitió su propósito de presentar el diferendo con Argentina en los más altos niveles. De todas formas no dejó de cuestionar a los medios de comunicación por lo que calificó de "confusión" en cuanto a que el único objetivo de su viaje sea el de hablar de las plantas de celulosa.

De hecho, dos de las reuniones más relevantes serán para abordar exclusivamente el tema: la reunión con el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, y con la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen. El tema volverá a estar sobre la mesa en el encuentro que mantendrá con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y será central con el comisario de comercio exterior de la Unión Europea, Peter Mandelson.

Sin embargo Vázquez también se dispone a "defender" el "derecho soberano" de Uruguay a entablar contactos comerciales con países o bloques económicos de fuera de la región. Así lo dijo el mandatario antes de partir, oportunidad en la que defendió los fueros del Mercosur y sostuvo que esa tarea la hará en el contexto regional.

En una conferencia de prensa que brindó en la Base Aérea 1 poco después de la transmisión de mando al vicepresidente Rodolfo Nin Novoa, Vázquez comentó que Uruguay debe estar presente en los foros internacionales "porque tiene un prestigio a cuidar, acentuar y marcar".

Vázquez hablará también con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; con la canciller de Alemania, Angela Merkel; y con representantes de Comercio de la Unión Europea, entre otros.

El País