Las iglesias católicas de Uruguay y Argentina convocaron para mañana a una "Plegaria por la concordia", para contribuir a que los gobiernos de ambos países superen el enfrentamiento por la instalación de dos plantas de celulosa en territorio uruguayo.
La convocatoria fue realizada por las Conferencias Episcopales católicas de ambos países, para que en las tradicionales misas dominicales haya una plegaria por el tema del conflicto.
Las autoridades de otras iglesias, entre ellas la anglicana y la bautista, se sumaron a la convocatoria, señalaron fuentes religiosas.
Las autoridades católicas de ambos países ofrecieron el pasado mes la mediación de El Vaticano para buscar una solución al conflicto, pero la oferta fue rechazada por el gobierno socialista uruguayo.
Uruguay es considerado el país más laico de América Latina.
Ambos países están enfrentados por un largo conflicto, que supera el año de duración, por la construcción en Uruguay de las plantas de celulosa de las empresas Botnia (finlandesa) y Ence (española).
Las plantas se levantan en las proximidades de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a orillas del Río Uruguay, límite natural entre ambos países y frente a las costas de la provincia argentina de Entre Ríos. La inversión de ambas empresas, 1.500 millones de dólares de Botnia y 500 millones de dólares de Ence, es la mayor conjunta en la historia de Uruguay.
El Gobierno argentino y los vecinos de Entre Ríos se oponen a la construcción con el argumento de que las plantas causarán contaminación en el medio ambiente de la región.
Las autoridades uruguayas y de las empresas niegan tal posibilidad.
La administración del presidente Néstor Kirchner denunció al Gobierno uruguayo frente a la Corte Internacional de La Haya, por presunta violación de acuerdos internacionales, y la primera audiencia se celebrará entre el 8 y el 9 de junio.
Uruguay por su parte solicitó la convocatoria del Tribunal Arbitral del Mercosur, el bloque que integran ambos países junto a Brasil y Paraguay, por entender que el corte de los puentes entre ambos países violó las normas del bloque de integración.
Grupos de vecinos de Entre Ríos mantuvieron cortados dos de los tres puentes binacionales -uno por más de 40 días- en protesta por la construcción de las plantas.
Según estimaciones de las autoridades uruguayas, esos cortes le costaron al país unos 400 millones de dólares en pérdidas en los sectores del turismo, comercio, transporte, servicios y otros.
EFE