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Uruguay encara el diálogo con escasas ilusiones

Monitoreo conjunto y muy poco más para ofrecer en Madrid

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RENZO ROSSELLO

El comienzo del diálogo en Madrid no estará precedido por el mejor clima. El gobierno uruguayo no avizora una pronta resolución del conflicto por esta vía, aunque exhibe un cauteloso optimismo. La confianza está depositada en el papel que le cabe a la Casa Real, dado que el recelo con Argentina se mantiene intacto.

La escueta comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores de España sólo dio cuenta de la fecha elegida para el comienzo de las conversaciones. No se ha determinado aún qué escenario tendrán las mismas, aunque es muy posible que sea en la misma sede de la corona española.

A principios de la semana pasada el canciller Reinaldo Gargano confirmó que encabezará la delegación uruguaya. La presencia del canciller argentino Jorge Taiana obliga a una simetría protocolar, ya que en principio el gobierno uruguayo preveía que al menos en esta primera ronda estuvieran presentes sólo el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, y el director general de Secretaría de la Cancillería, José Luis Cancela, los negociadores oficialmente designados por la Presidencia para este tema. De hecho, ambos integrarán la delegación, al igual que por el la-do argentino lo hará el jefe de gabinete, Alberto Fernández, y como invitado especial del presidente Néstor Kirchner, viajará el gobernador electo de Entre Ríos, Sergio Urribarri. Para cuando ambas representaciones se sienten a dialogar es muy posible que el bloqueo total continúe. Como es sabido, los asambleístas sostienen que no hay otra posibilidad que la relocalización de la planta de Botnia para llegar a una solución. Por este motivo es de esperar que, al menos, el planteo esté en estos sondeos preliminares a la negociación.

El margen de Uruguay es escaso. Durante esta semana distintos voceros del gobierno, el canciller, el ministro de Medio Ambiente, Mariano Arana, entre otros, volvieron a plantear la oferta de monitoreo conjunto. Es más, al dejar instalada en Fray Bentos la comisión de seguimiento de Botnia se dejó en claro que hay un cupo reservado para la contrapartida argentina en esa comisión.

La posibilidad de la relocalización fue lisa y llanamente descartada por el propio presidente hace unos días. "Botnia no se mueve", dijo Tabaré Vázquez durante su visita oficial a Río Negro.

En cambio, la indeterminación deliberada de la fecha de inauguración de la planta -que Botnia atribuyó a razones netamente técnicas, como la conclusión de todas las verificaciones- deja abierta la puerta a que sea después de octubre. Ello aliviaría tensiones para el gobierno argentino que enfrenta elecciones nacionales para ese mes y donde Néstor Kirchner hará una apuesta fuerte a la continuidad de su gobierno, "pingüino o pingüina" mediante. Poco más es lo que, en rigor, Uruguay podrá ofrecer. Otro punto a esclarecer es si continúa o no el litigio en la órbita de La Haya.

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