ALEXANDER LALUZ - HENRY SEGURA
¿Dónde está Belchior? La pregunta fue lanzada el domingo pasado por el programa Fantástico de la Globo, uno de los más populares de Brasil. Su fuerza mediática bastó para que los blogs se multiplicaran y la noticia repercutiera en otros países.
35 años de carrera, casi 50 discos, compositor requerido por las grandes voces del país (Elis Regina, Roberto Carlos y Fagner, entre otros), son créditos suficientes para ubicar al músico entre los creadores más importantes de Brasil. En Uruguay no se fue ajeno a su ascendencia: el dúo Larbanois-Carrero llegó a grabar con Belchior (El dorado, 1990), Washington Benavides es responsable de traducciones de varios de sus poemas-canciones y Laura Canoura hizo su versión de Como nossos pais, uno de los himnos más importantes para identificar a los que templaron sus años jóvenes entre fines de los `60 y mediados de los `70.
Pero la familia no ve al cantor de Ceará desde hace tres años. Uno de sus productores recibe ofertas de shows que no puede concretar porque desde hace mucho tiempo no tiene contacto con él. En el estacionamiento lindero al hotel de Sao Paulo donde vivió durante largo tiempo dejó abandonado un Mercedes Benz y desde octubre del año pasado su otro auto quedó estacionado en el aeropuerto de Congonhas. Como además de músico, Belchior es un artista plástico reconocido, los periodistas de Globo TV fueron hasta el atelier que alquilaba en la calle Estácio Coimbra de Campo Belo (Sao Paulo) y encontraron que el buzón del correo estaba repleto de correspondencia. Sin signos de vida.
¿Qué pasó con Belchior? La pregunta, por entonces inocente, fue la primera que quedó grabada en el encuentro que hace poco más de un mes se produjo en El País. No la respondió él sino Edna, su mujer, tras una risa nerviosa: "Mucha gente de Brasil viene para aquí (en referencia a Montevideo). Íbamos por la calle Sarandí, al museo Torres García, y había muchos brasileños y todos decían `Belchior, Belchior`. Sacaban fotos y todo. No se podía ver nada del museo."
Segunda pregunta con idéntica inocencia. ¿Dónde está viviendo ahora? Y fue él quien respondió.
"En San Pablo. Recorrí muchas ciudades en Brasil y de fuera también. En Estados Unidos. Estoy viniendo de un festival en Turquía. Fue un festival de jazz en el que también cantó Gilberto Gil. Una cosa maravillosa, con mucha gente, porque Turquía es un acontecimiento político muy importante en razón de la entrada a la Unión Europea, hay mucha ebullición allá. Y Brasil asume un lugar muy especial en la política de la región. Es un país activamente neutro. Para los dos lados: para los israelíes y los palestinos. La posición diplomática es muy importante. Y todo eso pasa además para la cultura: Bob Dylan fue a cantar allá, artistas palestinos e israelíes hacen programas conjuntos por la paz. Yo fui a representar nominalmente a Brasil en este festival". La noticia de la desaparición de Belchior le hizo recordar a un periodista del diario británico The Guardian, el miércoles pasado, lo ocurrido con Ritchie Edwards, el guitarrista de los Manic Street Peachers, que desde febrero de 1995 no fue visto más tras haber abandonado su auto en las proximidades de una estación de tren en Gales. Pero localizar a Belchior en el frío julio montevideano no fue difícil porque él mismo había llamado a un poeta local a principios de ese mes, luego viajó a Buenos Aires, y al volver a Montevideo bastó una llamada telefónica para que al otro día se instalara durante dos horas en El País y que bien pudieron haber sido cuatro.
- ¿Sigue alineado en ese camino de trovador?
- Sí, creo que eso no sólo es mi deseo sino mi destino. Es muy bueno que la vida se combine con el destino.
- ¿Cómo acota el concepto de trovador?
- Creo que todos nosotros que hacemos un tipo de canción que se relaciona con una profundidad de las tradiciones culturales, que tiene una proximidad mayor con la poesía, podemos ser identificados como nuevos trovadores. Ese tópico del poeta popular, de la canción popular como trovador me atrae mucho, como atrae a Chico Buarque, a Caetano. Creo que el alcance de la música popular brasileña, y de América Latina en modo general, es un título muy propio. Son las últimas músicas populares que tratan el fenómeno musical más allá del pop simple. El trovador es algo que se adapta muy bien para nosotros latinos porque los artistas latinoamericanos tenemos una responsabilidad muy grande.
El celular que hace un mes estaba en manos de Edna, ahora no responde. Está activo pero sistemáticamente se abre el correo de voz. Angela, la hermana del músico que vive en Fortaleza, no lo ve desde el 2006 pero es optimista cuando enfrenta a las cámaras de la Globo: "creo que está haciendo un regalo maravilloso para traer". Esa es una de las hipótesis que se manejan. De las más entusiastas porque también hay de las otras. Tanto se especula con una fuga por deudas como con la búsqueda de la soledad necesaria para traducir La Divina Comedia. O con un planificado cambio de vida, algo así como el suicidio del artista.
Secretos. A esta última perspectiva se afilian quienes ven su recital de octubre pasado en Canela como la despedida, aunque en diciembre Belchior hizo una aparición relámpago ante cámaras para apoyar al Movimiento de Reintegración de Personas Afectadas por la Hanseniasis. Enseguida algo raro pasó porque la asociación no pudo seguir contando con Belchior en su campaña, debido a que no respondió más a sus llamados. En rigor aquella no fue la última salida a un escenario. En marzo pasado, Tom Zé estaba dando un show en Brasilia y se percató de la presencia de los inconfundibles bigotes de Belchior en la platea por lo que le pidió cambiar ubicaciones. El cearense aceptó el reto y cantó a capella Doce misterio da vida, donde entre otras cosas sentencia: "mi vida que parece muy tranquila/tiene secretos que no puedo revelar".
- En su obra hay algunos elementos de una poética de cronista, y en primera persona.
- Es verdad. El texto biográfico lo tomo no como el yo personal sino como el yo poético. Es como si narrase la historia en la primera persona de un personaje de mi generación. Ese aspecto es muy especial. Yo quiero, artísticamente, ultrapasar la cuestión puramente biográfica. Es como si hiciese una biografía de un personaje de mi generación, con todos los problemas, las calenturas, posiblemente haciendo que los sucesos, las aventuras, desventuras, estén todas en posibilidad de realizar poesía.
- Ese personaje tiene presente la historia del hombre que vino del Norte y vivió en la calle.
- Sí. En verdad una de las grandes cuestiones hoy, no solamente de Brasil sino también de países más desarrollados, es la migración. Por qué los africanos necesitan viajar por Europa. Por qué nosotros del Sur tenemos que dejar el campo y partir para la ciudad. Ese fenómeno es universal. La diáspora. Son problemas muy fuertes que en la generación anterior son tratados como fenómenos localizados. Los brasileños que se fueron a Estados Unidos ahora vuelven para casa. Son cuestiones muy calientes. Todo mi trabajo tiene esa cuestión del exiliado cultural, del exiliado de las cuestiones sociales, y no sólo político. Donde la gente es obligada a salir del centro y a caer en la periferia. Para mí es un tema muy fértil.
sueño. Uruguay ha estado cerca de él porque recuerda que desde muy joven leyó a Rodó, a Quiroga y a Lautreamont. "La primera idea de panamericanismo viene de Rodó, y ha estado en mi cabeza durante mucho tiempo", sostiene y enseguida alude a los pintores constructivistas y a lo bien que se sintió Villa-Lobos en Montevideo. Su primer acercamiento real fue en 1984 cuando actuó en el Franzini junto a Geraldo Acevedo y a la hermana de Chico Buarque. Reconoce que le atrae "construir una relación más íntima con Uruguay". Y entonces lanza la idea: "hay una posibilidad de hacer un show aquí a comienzos del próximo año. Quiero hacerlo con gente de Uruguay, músicos de acá. En Brasil se votó una ley importante por la que el español es nuestra segunda lengua. Para nosotros los poetas es maravilloso poder hablar el portuñol. Quiero hacer de ese momento un primer abrazo cultural y me gustaría publicar mi cancionero, con las letras traducidas por gente de acá, como Benavides y Macunaíma".
En julio definió esa idea como "un sueño que ya está programado". Su final está abierto.
El humor se cuela ante la falta de respuestas
El humor es una manera de sobrellevar lo que no termina de entenderse. Y si el asunto es brasileño más aún. El caso Belchior aparte de despertar la ansiedad de los bloggers, estimuló el humor. En el sitio Jacaré Banguela, por ejemplo, se dice que fue encontrado y reproduce la foto de Lost con Belchior situado primero a la derecha.