PABLO MELGAR
Usando términos y giros castrenses, y con la promesa de "dignificar" las Fuerzas Armadas, Eleuterio Fernández Huidobro asumió la titularidad del Ministerio de Defensa. Anunció que luchará contra la corrupción y el "burocratismo".
"La única guerra que reconocemos es contra la miseria y la pobreza", fueron las primeras palabras de Fernández Huidobro al ser proclamado ayer co-mo ministro de Defensa.
En la asunción estaban los jerarcas militares junto a los integrantes de la Corriente de Acción y Pensamiento (CAP-L). Con ellos estuvieron los legisladores blancos Sergio Abreu, Javier García y Jorge Saravia, y el colorado Tabaré Viera.
"Venimos a trabajar por la dignificación de las FF.AA. Queremos mayor avance en su profesionalización, eso incluye ingresos que permitan una vida personal y familiar decorosa", dijo Fernández Huidobro.
El presidente Mujica llegó con el acto ya empezado. Se limitó a abrazar a su viejo compañero tupamaro, se sentó en la primera fila junto a los ministros Bonomi y Olesker, quien le habló al oído continuamente.
"No venimos a hacer una caza de brujas, pero sí a dar una lucha sin cuartel contra la corrupción y el burocratismo", dijo Fernández Huidobro en su discurso.
Usando giros propios de la vida castrense, señaló que la ley de Defensa será "la hoja de ruta" de su gestión al frente de la cartera. Destacó el concepto de que "la defensa es de los civiles y de los militares".
Agregó que se deberá hacer esfuerzos "hacia adentro y hacia afuera" para que se capte la "dimensión de este cambio".
Luego de lamentar la "baja" del ex ministro Luis Rosadilla, el nuevo ministro envió un saludo al personal de las Fuerzas Armadas y en particular a los que están destacados en Misiones de Paz de Naciones Unidas.
El acto y el discurso transcurrieron sin referencias a la llamada "historia reciente" que tuvo al nuevo ministro de Defensa como uno de sus protagonistas en su rol de guerrillero.