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BUENOS AIRES

La mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció ayer que denunciará ante las Naciones Unidas, y en nombre de toda la región, la colonización y militarización de las islas Malvinas por parte del gobierno de Gran Bretaña.

"Malvinas pasó a transformarse en una causa de América Latina", advirtió la mandataria ayer desde la Casa Rosada, antes de informar que dirigirá un reclamo a la Asamblea General de las Naciones Unidas en nombre, no solo de Argentina, sino de toda la región.

La presidenta encabezó un acto de amplia convocatoria en presencia de veteranos de la guerra de las Malvinas y al que asistió buena parte de la oposición, en medio de una creciente tensión con Londres al acercarse el 30 aniversario del conflicto armado .

Gobernadores, legisladores, funcionarios y militantes kirchneristas se reunieron para escuchar a la presidenta, que habló desde el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada. Entre los presentes se destacó el secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Hugo Moyano -últimamente enfrentado con la cúpula del gobierno "K"-, y la flamante embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro.

Apenas comenzado su discurso, Fernández firmó el decreto que levanta el secreto sobre el Informe Rattenbach, un documento clave sobre la guerra de Malvinas. Además, se creó una comisión para analizar el contenido del documento, la cuál estará integrada por funcionarios y por el coronel Benjamín Rattenbach, hijo del general que redactó el texto.

"Malvinas ha dejado de ser una causa de los argentinos para transformarse en una causa de América Latina. Y más que regional, en una causa global", dijo la mandataria, en un guiño al apoyo que obtuvo de parte de los países de la región y del Caribe.

Fernández apuntó contra el Reino Unido, que anunció unos días atrás que enviará un buque de guerra, el moderno destructor, el "HMS Dauntless", para reemplazar a la fragata que patrullaba actualmente en las islas. "Están militarizando el Atlántico Sur una vez más, no podemos interpretarlo de ninguna otra manera", dijo.

Por esto, la mandataria sostuvo: "Vamos a presentar ante la ONU un reclamo por esta militarización". Además, el 14 de julio, ante la Asamblea General, el país denunciará otra vez la "colonización británica".

La mandataria también se refirió a la llegada, la semana pasada, del príncipe Guillermo a las islas en representación del Reino Unido para una misión como piloto de la Fuerza Aérea. "Hubiéramos preferido que el príncipe no llegara con sus trajes de militar", señaló.

También criticó al primer ministro David Cameron. "Le pido que le dé una oportunidad a la paz. Que por una vez (los ingleses) le den una oportunidad a la paz y no a la guerra", insistió la presidenta.

Además, la mandataria anunció la apertura del Hospital de Salud Mental Islas Malvinas, creado para atender a sobrevivientes del conflicto.

Rattenbach. El informe reúne los testimonios de setenta altos oficiales que tuvieron responsabilidades en la guerra. Y expresaría una serie de "gravísimos errores cometidos".

La gran distancia entre lo que el gobierno pretendió hace 30 años de la investigación y los resultados logrados por Benjamín Rattenbach en su informe fue el punto de no retorno en una relación que desembocó en espionaje interno, la adulteración de documentos y el vacío social que le impusieron camaradas de toda la vida. Actos heroicos, flaquezas, aciertos y errores quedaron confundidos y sepultados. "La clase 1963 no había completado su instrucción básica ni había completado la instrucción elemental de tiro y combate", "el 60% de las bombas argentinas sobre buques británicos no explotaron porque no tenían su tren de fuego preparado para blancos navales", "no existía un plan de defensa de las islas en caso de que Gran Bretaña decidiera recuperarlas por la fuerza", son algunas de las conclusiones.

El informe logró filtrarse a la prensa en 1983, pero la respuesta del gobierno fue muy dura y cuestionada.

EN BASE A LA NACIÓN/GDA