A menudo escuchamos mencionar la ética, siempre en tono de reproche. Es raro que se use esa palabra en positivo, tipo “¡Qué ético es usted, lo felicito!”.

Si maestros y profesores inculcan que es lícito y hasta heroico recurrir a la violencia para alcanzar el poder, eso quedará grabado en las mentes de los jóvenes.

La fortuna de los billonarios de Silicon Valley no surgió de algo material, pero generó empresas, empleos y tecnologías que se repartieron por todo el planeta.

La aceptación de las personas transgénero es una causa liberal, que por cierto no proviene de países socialistas y mucho menos de las teocracias islámicas.

El deseo de culpar al enemigo preferido puede ser más fuerte que cualquier evidencia empírica y que cualquier razonamiento lógico.

Los valores del feminismo liberal son los de la Ilustración: la universalidad de la razón, la emancipación de los prejuicios, el principio de igualdad.

La beneficencia es como tratar de sacar el agua con un balde en un barco que se está hundiendo.

Sostener siempre las mismas ideas, lejos de ser motivo de orgullo, es señal de que no se ha prestado atención a los cambios a nuestro alrededor.

Persiste un alto grado de pobreza infantil y muchos niños no tienen libros en sus casas, ni padres que los animen a leer. Pueden tener, por suerte, ese puente hacia el conocimiento.