Aguas Dulces, un pueblo tan simple como mágico, invita a conocerlo más allá de la temporada de verano

Vacaciones de julio: El pintoresco lugar mantiene sus encantos durante todo el año. Una opción más allá de la temporada estival que vale la pena considerar.

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Aguas Dulces.
Aguas Dulces.
Foto: Turismo Rocha

Por Rosana Decima

Donde lo simple se cruza con lo mágico, ahí está Aguas Dulces. El balneario ubicado en la localidad de Castillos, en el departamento de Rocha, se caracteriza por su pintoresco paisaje, formado de ranchos y cabañas, y es un destino ideal para quienes busquen contacto con la naturaleza en cualquier momento del año.

En verano, sus callecitas angostas de tierra, que de un lado y del otro se enmarcan en casas de colores y vecinos saludando, se llenan de visitantes de todas partes de Uruguay y también del mundo. Hay bullicio, bicicletas que esquivan a los que caminan, autos que van lento como en todo balneario en plena temporada y chicos y grandes con sombrillas, sillas, pelota y mate, que disfrutan de la playa.

Aguas Dulces.
Aguas Dulces.
Foto: Rosana Decima

En otoño o invierno la historia es otra, pero hay cosas que no cambian: la magia de la localidad sigue vigente. Cuando se va el calor quedan pocos, los de siempre, más algún que otro viajero que —en busca de tranquilidad— se suma durante algunos fines de semana o en alguna fecha especial, como por ejemplo algún feriado o durante las vacaciones.

Un destino con atractivos durante todo el año.

La magia que tiene Aguas Dulces y que se mantiene durante todo el paso de las diferentes estaciones del año, es el resultado de una mezcla de pequeñas cosas.

Aguas Dulces.
Aguas Dulces.
Foto: Turismo Rocha

Ese hechizo nace un poquito de sus paisajes naturales, sus playas y una vegetación que, sin importar la época del año, encuentra la forma de lucirse. Otro tanto de esa mística se debe a quienes residen allí y conservan intacta la esencia del lugar. Le imprimen su sencillez y cariño a lo que hacen: desde la pesca de cada día, para consumo familiar o para los establecimientos gastronómicos que priorizan el trabajo con productos frescos de la zona; pasando por el esfuerzo de mantener abierto un pequeño comercio durante el año, hasta rebuscarse para ganarse la vida entre un verano y otro, cuando la zafra es común para todos los rubros.

Aguas Dulces.
Aguas Dulces.
Foto: Rosana Decima

La magia también nace de las historias sus habitantes: tienen mucho que contar los que allí crecieron, se enamoraron, encontraron en este rincón de Uruguay su lugar en el mundo o en Aguas Dulces conocieron historias de otros. Así se fueron tejiendo conversaciones que hasta el día de hoy se comparten si uno va sin apuro y está dispuesto a dialogar. Las charlas simplemente ocurren: en una heladería, en el supermercado, en la feria, donde sea;siempre hay algo para conversar.

Qué hacer en Aguas Dulces.

Dependiendo de la época del año hay más o menos actividades y propuestas, pero siempre es un buen destino para desconectarse de la ciudad. Varios restaurantes locales abren durante todo el año, aunque fuera de temporada de verano suelen hacerlo sólo los fines de semana.

Algunas recomendaciones para comer rico, casero, con ingredientes locales y hasta, por qué no, acercarse a las historias de los lugareños: un almuerzo en Ciao Mamma, restaurante de cocina italiana atendido por sus propios dueños. En la carta tienen variedad de pizzas, pastas, y basándose en productos locales y de estación logran mezclar lo rochense con la tradición de los mejores platos italianos.

Aguas Dulces.
Aguas Dulces.
Foto: Turismo Rocha

Si la idea es merendar (aunque también tienen opciones para almuerzo), una visita obligada esEl Gallinero, una cafetería que funciona de la mano de dos mujeres criadas en el balneario que cocinan y atienden, atienden y cocinan. Ofrecen variedad de tartas y tortas dulces para acompañar el café, el té o el mate, que incluyen el toque rochense con frutos nativos como ingredientes en varias de sus preparaciones.

Otro imperdible para quien esté de paso por Aguas Dulces es la tienda de artesanías Sentir, que durante el año abre los fines de semana. Tienen artículos artesanales, inciensos, alfombras y más.

Los fines de semana durante el año, también abre Pericos. Con una privilegiada vista al mar, también es atendido por sus dueños y elabora sus platos resaltando el uso de productos locales.

En Aguas Dulces no faltan los helados y lo que hace especial a la propuesta de Heladería Helartees que, además de ser productos artesanales, revalorizan el uso de frutos nativos, entre la variedad de sabores se destacan, por ejemplo, los de arazá o butiá.

Arazá rojo. Foto: archivo

Si la idea de visitar la localidad por el día queda corta, hay varias opciones para hospedarse; entre otras Terrazas de Aguas Dulces cuenta con habitaciones que regalan la vista del pueblo. También a pasos de la terminal de ómnibus está Cabañas Virazón. En todos los casos, se recomienda consultar previo viaje porque todos los horarios pueden variar según la época del año.

A lo largo del año, en Aguas Dulces suelen organizarse distintos encuentros como la Semana del Fruto Nativo, que este año se realizó en abril y reunió a productores, artesanos y cocineros de la zona que compartieron sus creaciones en base a ingredientes locales. También es conocida la PrimaFiesta, que da la bienvenida a la primavera, también tienta con feria y actividades para toda la familia. La comunidad Aguas Dulces Uruguay anuncia y difunde en sus redes todos sus eventos.

Por más información sobre este u otros destinos de Rocha se puede visitar el sitio web oficial de Turismo del departamento.

Un pequeño balneario que se vuelve grande

En verano, en las callecitas de Aguas Dulces es hasta difícil transitar: visitantes caminando a todo lo largo, autos que pasan despacio, pero pasan, bicicletas, niños jugando y varios perros locales que están tan acostumbrados a las visitas que reciben moviendo la cola a casi todos los que llegan.

Pero cuando se va el calor el movimiento baja, y mucho.

Según el censo de 2011, en este pequeño balneario rochense hay menos de 500 habitantes. La zona más concurrida es la bajada central a la playa, donde está el famoso espacio conocido como “La Terraza”. Allí hay banquitos y la vista es privilegiada, con el dato no menor de que entre julio y octubre es época en que se pueden llegar a ver ballenas.

En algunas partes se pueden encontrar restos de naufragios y otra particularidad es que a unos dos kilómetros al norte del centro, se encuentra la primera playa naturista de la zona, llamada La Sirena.

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