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La mayoría de las personas prefieren ducharse inmediatamente después de despertarse para despertar su cuerpo y darle más energía, sin embargo, los expertos afirman que bañarse antes de acostarse es mejor que ducharse por la mañana.

El agua tibia relaja tus músculos y calma tu mente, reduciendo el estrés y la ansiedad acumulados durante el día. Esta relajación te ayuda a dormir más rápido y tranquilo. Acostarse más limpio también es bueno para el entorno de su hogar, ya que ayuda a reducir la acumulación de sudor, suciedad y aceites corporales en la ropa de cama.

Bacterias, hongos y ácaros: nuestros diminutos compañeros de cama

Vida Sana

"Un baño caliente antes de acostarse ayuda a reducir la temperatura corporal central, una señal natural para el cuerpo de que es hora de dormir. Enfriar rápidamente el cuerpo después de salir de un baño caliente provoca somnolencia", según los expertos de Plumbworld. llamado “termorregulación”.

A lo largo del día, según los expertos, la piel acumula suciedad, sudor, aceites y contaminantes. Ducharse por la noche garantiza que estas impurezas se eliminen, evitando que obstruyan los poros y provoquen brotes.

"La noche también es cuando la piel pasa por su proceso de reparación natural. La piel limpia es más capaz de absorber las cremas y sueros de noche, maximizando su eficacia y promoviendo una piel más sana", explican.

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Las duchas nocturnas también pueden aliviar las molestias de las alergias, ya que el cuerpo y el cabello pueden acumular alérgenos como polen, polvo y caspa de mascotas. Ducharse antes de acostarse garantiza la eliminación de estos alérgenos, lo que puede ayudar a reducir los síntomas de alergia nocturna, como estornudos, picazón y congestión.

Como beneficio final, también puede simplificar tu rutina matutina. Dándote tiempo extra para dormir, hacer ejercicio, disfrutar del desayuno o simplemente empezar el día con más tranquilidad.