Redacción El País
Los espacios al aire libre son sumamente necesarios para descansar la mente, encontrarse con amigos o pasear y moverse. Ahora, Atlántida cuenta con un nuevo parque inclusivo —el Parque Azul—, un lugar ideal para disfrutar en verano y durante todo el año.

El espacio público se construyó en el predio donde antes funcionaba el zoológico de Atlántida, y propone un paseo para todas las personas, sin importar su edad o condición. Estará abierto todos los días de 10:00 a 19:30 horas.

La accesibilidad y la inclusión fueron dos bastiones claves en la creación del Parque Azul. De hecho, tiene baños y juegos adaptados, espacios de calma y cartelería inclusiva orientada a las necesidades de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Además, se construyeron nuevos pavimentos para garantizar la accesibilidad universal.

Foto: Intendencia de Canelones.

El parque también incluye un anfiteatro, un laberinto de los sentidos, un puente interactivo, un rincón de los abrazos y un área de juguetes compartidos. A su vez, se acondicionaron la huerta y el vivero de plantas psamófilas que ya se desarrollaban por parte de la comunidad.

El nombre del espacio no surgió por casualidad. Está inspirado en la obra del artista uruguayo Fabián Marquisio, creador de Villazul, un proyecto musical que nació de la necesidad de comunicarse con uno de sus tres hijos, Antonio, que tiene TEA.

Había empezado a cantarle a su hijo para comunicarle lo que debía hacer, ya fuera bañarse, vestirse u ordenar los juguetes. Al darse cuenta de que éste respondía positivamente a los estímulos musicales, transformó su idea en un disco, que salió en 2014.

Al referirse al parque, el cantautor aseguró que “no hay un lugar en Uruguay como este y no hay en América. Nosotros con Villazul hemos recorrido bastante y no encontramos un parque inspirado netamente en personas con autismo”.

Finalmente, sostuvo: "La gente no sabe cómo tratar a una persona con autismo, entonces lo primero es el miedo y, por ende, el rechazo. Un lugar como este parque, justamente, promueve desde la infancia que los niños estén cerca de una persona con autismo, que lo vean actuar, que lo vean jugar”.