En 2020 hubo un llamado del Ministerio de Turismo junto con el Ministerio de Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, dirigido a proyectos turísticos que involucraran a las mujeres rurales. Un grupo de sanduceras presentó la idea de crear un camino para peregrinos que quisieran adentrarse en la naturaleza de Paysandú, recorriendo distintos pueblitos y conociendo a su gente. Lo llamaronCamino a Tiatucura.

Gloria Duarte, que junto a Yanet Lasaga tienen una posada en Guichón, pensaron qué presentar y buscando algo que beneficiara e involucrara a todas las mujeres de la zona, se unieron a Carolina Valdomir, quien ya traía un proyecto entre manos. Juntas lo adaptaron para cumplir con los requisitos y ganaron.

Con el premio, comenzaron a trabajar integrando cada vez a más mujeres para poner a punto este recorrido que va desde Guichón hasta Tiatucura, pasando por distintos pueblitos en los que las mujeres rurales comparten sus historias, sus saberes, su trabajo y sus mejores recetas.

El camino tiene unos 80 kilómetros y pasa por Piñera, Merinos y Morató. Entre pueblo y pueblo, detalló Gloria, hay unos 20 kilómetros en promedio y se calculan unas 5 horas para llegar, aunque eso dependerá de los caminantes, que pueden hacer parte del trayecto en bicicleta, en auto o a caballo, si así lo desean.

“En cada pueblito están estas mujeres que esperan a los peregrinos con todo lo que necesiten: abrigo, comida, guía”, detalló la sanducera. En total son entre 20 y 30 las mujeres que participan del proyecto.

Recientemente hubo un grupo de montevideanos que hizo el recorrido completo y ellas los recibieron en cada uno de los puntos con toda su hospitalidad: “Ellas comparten lo que saben, algunas hacen dulces, otras licores, conservas con hongos. Está todo avalado bromatológicamente. A estos peregrinos que vinieron desde Montevideo incluso les mostraron cómo trabajan en telar, les enseñaron a tejer, a hilar la lana, a teñirla. Son mujeres increíbles que a pesar de las realidades que viven siguen en la zona. Estos pueblitos fueron creciendo antiguamente alrededor del ferrocarril, pero una vez que este dejó de circular ellas siguieron ahí. Algunas están más solas que otras, porque sus hijos se fueron, pero siguen quedándose”, dijo Gloria.

El camino se puede hacer con guía o solos y en los pueblos los esperan los lugareños. La emprendedora contó que los caminantes están cuidados y que en cada uno de los puntos están al tanto de cuándo llegarán, cuántos son y sus necesidades.

Gloria señaló que el camino “está pensado para gente a la que le guste la naturaleza. Caminar en grupo hace que se vaya afianzando la fortaleza de los que te acompañan, pero también es un camino de gran introspección porque uno se mira mucho a uno mismo. Son, además, lugares muy lindos, cargados de historia. Cada uno de los pueblitos tiene su idiosincrasia y sus saberes, historias dignas de ser escuchadas”.

El pueblito en el que se culmina el recorrido es Tiatucura, un lugar que como broche de oro no puede estar libre de historias, tradiciones, sabores y leyendas. Hay una que se relaciona con el nombre del lugar. Gloria contó que “se dice que en la zona había muchas mujeres esclavas que escapaban de Brasil y se escondían en los montes. Críaban niños y también curaban, porque eran curanderas. Antiguamente el lugar se llamaba Villa María. Y según la leyenda, en un momento todos empezaron a decir ´Vení a Villa María que la tía te cura´. Tanto decir ´la tía te cura, la tía de cura´, le empezaron a llamar Tiatucura”.

Gloria añadió que también se dice que Tiatucura viene de un vocablo indígena, “pero por ahora no se sabe, nadie le encontró un significado”.

El camino se puede hacer todo el año, pero por las altas temperaturas que suelen registrarse en verano en Pasysandú se recomienda hacerlo durante el resto del año. “Hay muchos uruguayos que van a España a hacer el Camino de Santiago y en Uruguay no tenemos un lugar en donde puedan prepararse, por eso es bueno que haya acá un espacio para hacerlo”, concluyó.