Redacción El País
La fatiga es un fenómeno frecuente que puede atribuirse a diversos factores, que van desde condiciones médicas y estrés hasta falta de sueño, indicó la doctora Stephanie Tung, instructora de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y psiquiatra del Instituto del Cáncer Dana-Farber. Para recuperar la energía es crucial identificar la causa subyacente.
La fatiga puede ser resultado de múltiples causas. Sin embargo, hay varios factores comunes que tienden a provocar fatiga, según Tung:
- Estrés: el estrés crónico puede desembocar en fatiga debido a que incrementa el nivel de cortisol, lo que puede dificultar el sueño y generar ansiedad
- Cambios hormonales: los cambios en el metabolismo y los trastornos del sueño debido a alteraciones hormonales también pueden causar fatiga. Durante la menopausia, por ejemplo, los sofocos pueden perturbar el sueño. Además, problemas con la glándula tiroides pueden contribuir a la fatiga si la glándula está poco activa, puesto que no produce suficientes hormonas tiroideas. La prevalencia de problemas de tiroides incrementa con la edad, especialmente en mujeres
- Dieta: una alimentación desequilibrada puede derivar en la deficiencia de vitaminas como la D o B12, lo que provoca fatiga. Además, la deshidratación también es una causa de fatiga
- Malos hábitos de sueño o trastornos del sueño: desvelarse, un tiempo excesivo frente a pantallas y trastornos como la apnea obstructiva del sueño pueden ser razones de fatiga
- Condiciones médicas y medicamentos: múltiples condiciones médicas y ciertos fármacos pueden hacer que las personas se sientan cansadas o somnolientas
Cómo combatir la fatiga
Si se experimenta una fatiga que perdura más de un par de días, es importante identificar y atacar la raíz del problema.
- Cambios en el estilo de vida: mejorar la alimentación y seguir prácticas de sueño saludables puede ser clave. Además, incluir la actividad física regular también puede ayudar
- Revisar las medicaciones: ciertos medicamentos pueden causar fatiga, por lo que es recomendable revisar si se encuentra entre sus efectos secundarios
- Promover la tranquilidad: técnicas como la terapia cognitiva conductual, la meditación "mindfulness" y estrategias de reducción de estrés pueden ser útiles
Cómo alcanzar un sueño reparador
Mejorar los hábitos de sueño puede ser de gran ayuda. Para esto, se deben seguir los siguientes consejos:
- Mantener un horario regular para dormir y despertar
- Evitar dispositivos electrónicos dos horas antes de acostarse
- Dormir en un entorno tranquilo, oscuro y fresco
- Limitar la cafeína y evitar el alcohol antes de intentar conciliar el sueño
- Practicar ejercicio regularmente
Si a pesar de aplicar estas estrategias los problemas de sueño persisten y siguen afectando la vida diaria, se debe consultar a un profesional de la salud.
En ciertos casos, la fatiga no se puede tratar por cuenta propia. Síntomas severos, persistentes o que interfieren con las actividades diarias requieren la atención de un médico. Durante la consulta, se evaluará la alimentación, la actividad física, los hábitos de sueño, el nivel de estrés y el estado de ánimo. Posiblemente se realicen exámenes de sangre para descartar anemia o desórdenes tiroideos.
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