Por Nieves Pereyra*
Llegan las vacaciones y todos los queviajan se enfrentan a una instancia que no siempre gusta: armar la valija. Para que la tarea sea más fácil, una breve guía de qué llevar en el equipaje para sacarle el máximo provecho a nuestra valija.
La mayoría de las personas, solo termina usando, con suerte, un 30% de lo que empacó. También puede ocurrir que como armamos la valija a último momento, dejamos en casa algo tan importante como el cargador del celular o ese vestido que necesitaremos para ir a cenar a un lugar lindo.
Si sos de las personas que se complican al armar una valija, te preguntás siempre qué deberías llevar y qué no o cómo podés hacer para armar una valija inteligente, esta nota es para vos. Si hay algo que me encanta y me sale bien hacer, son valijas. Sean las mías o las de otros, porque con los años he perfeccionado el método y te lo comparto algunos puntos claves.
¿Qué valija voy a llevar?
Antes armar el equipaje, debemos reunir y organizar todo lo que pensamos llevar. La decisión más difícil siempre es elegir el tipo de valija: ¿Es un viaje en avión o en auto? ¿Despacharás la valija o pensás llevar un carry on?
A veces no se trata de cuántos días estarás de viaje, sino de cuánto querés cargar o cuánto espacio libre querés asegurarte para hacer shopping en alguno de tus destinos. Cuanto menos pese la valija a la ida, más cosas podés traer a tu regreso. Dependiendo de cada aerolínea, las restricciones de peso de las maletas pueden variar y una liviana marca la diferencia. También podés ser de las personas de mi bando, preferimos una valija dura: pesa más, pero es más segura, casi irrompible.
Todo es cuestión de gustos y necesidades, pero sin importar lo qué lleves, a la hora de empacar, los ítems más pesados e irrompibles, van abajo, contra las rueditas. Simple gravedad: cuando endereces la valija, todos los artículos ejercerán presión hacia abajo. Así que ya sabés: las cosas delicadas se ubican en la parte superior.
¿A qué destino voy?
Luego de decidir qué valija llevar, lo segundo que le consulto a mis clientas con el servicio de armado de valijas —y aplico para mí misma— es informarme sobre el destino a visitar.
Es importante considerar datos tales como: qué tipo de actividades se realizan ahí (o qué tenés pensado hacer); cómo estará la temperatura en los días de tu estadía; cómo es el lugar al que irás (ciudad, montaña, all inclusive, crucero, etcétera) y también cuántos días te quedarás.
Parece tonto, pero si el plan es caminar por París, quizá la mejor idea no sea llevar esos zapatos de taco divinos, que en las fotos quedarán estupendos, pero durante una caminata por Montmartre resultarán poco útiles. Hay un montón de zapatos iguales de lindos y cómodos, tampoco es necesario que vayas en chancletas.
Chequear el clima: De nuevo, si viajás a una ciudad lluviosa, como Londres, puede que no sea tan necesario llevar un trench si te ocupa mucho espacio, pero zapatos que puedan mojarse (sin arruinarse) y un paraguas de mano seguro sí.
¿Dónde te alojarás?
Igual de importante que elegir prendas cómodas y funcionales es chequear si podés lavarlas en tu destino. Es cierto, quizá pocas veces hacemos lavados, pero saber si cabe la posibilidad es fundamental. A veces te alojás en un Airbnb o el hotel/hostel tiene servicio de lavandería. Si es así, podrás aprovechar mucho más las prendas que llevarás.
Sacale todo el jugo a tu vestuario.
Llevá prendas cómodas y combinables entre sí. Armá conjuntos y repetí prendas. Por cada parte de abajo (pensá en mínimo de tres usos), combiná con tres partes superiores, que vestirás un mínimo de dos veces. Por ejemplo: llevá un pantalón que combine con tres camisas o remeras distintas. Si te gusta tener todo a tono, podés armar conjuntos en monocromo (misma gama de colores) o llevar solo neutros para no complicarte.
Calzado: que sea cómodo. Un par de Birkenstock, en mi caso, hacen maravillas. Y si sabés que tendrás salidas que requieren más arreglo, lleva sólo un par de zapatos más elevado. Para esa ocasión, elegí un vestido que al otro día puedas usar con calzado casual y así optimizarás su uso (la excepción será si viajás a una gala o un casamiento).
Más recomendaciones.
No es necesario ni conveniente llevar nada “por las dudas”. Lo que no usás cotidianamente, tampoco te hará falta en un viaje. Ese espacio es valioso y podrías utilizarlo para llevar otra prenda o simplemente, para no cargar de más.
Si viajás al frio: Llevá puesto ese abrigo pesado y que ocupa espacio. Aunque hagan 40 grados al salir. De todas formas lo necesitarás al bajar del avión. Elegí una campera abrigada que te combine con todo y aplicá el concepto “cebolla”: vestite usando capas de ropa que pueden quitarse y guardarse fácilmente en la mochila o cartera (podés incluir remeras térmicas y medias de lana, ocupan poco lugar y abrigan bastante).
La mochila o cartera, que sea liviana. No necesitás llevar la mitad de tu vida en la cartera, menos aún cuando te vas de viaje. Lo más cómodo es una mochila (liviana) donde puedas guardar lo básico para el día. En lo personal detesto las riñoneras así que no voy a recomendarlas, pero son una opción.
No te olvides de sumar una bolsa reutilizable, de las que doblada queda chiquita y no ocupa mucho espacio. Será útil si comprás cosas en el camino o si necesitás guardar algo. Nunca está demás y puede servirte también, para traer en tu maleta la ropa sucia de regreso.
Un listado tentativo.
Sin tomar en cuenta el lugar de donde tu destino de vacaciones, pero que puede adaptarse:
- 5 remeras.
- 1 camisa/blusa más arreglada.
- 2 jeans.
- 2 shorts/bermudas/polleras (depende del clima).
- 2 vestidos.
- 1 suéter/buzo.
- 1 campera de abrigo, que llevarás puesta. Según el clima, decidí el tipo de abrigo.
- 5 bombachas, 2 soutienes.
- 2 trajes de baño. ¿Vas al frío pero el hotel tiene piscina climatizada? Siempre es buena idea llevar al menos uno.
- Ropa de dormir (si la lavás, quizá solo necesites un camisón, pijama, o remera, evaluá esto para no ocupar espacio en tu valija sin necesidad)
- 1 sombrero, gorro, lentes de sol.
En cuanto al calzado, si viajás a la playa, el listado puede ser:
- 1 par de ojotas.
- 1 par cómodo para caminar.
- 1 par de zapatos para salir.
Si viajas a un destino de ciudad o para recorrer:
- 1 o 2 pares cómodos para caminar.
- 1 par para salir a la noche.
Extra: Higiene personal. Líquidos en recipientes de hasta 100 ml cada uno, dentro de una bolsa ziploc o necesaire. Y una pregunta súper importante: ¿Necesitás llevarte toda la rutina de skincare o podés simplificar unos días?
- Protector solar: No negociable.
- Desodorante (compacto, nunca en aerosol)
- Kit para cepillarse los dientes.
- Maquillajes, dentro de una bolsa ziploc o necesaire. De nuevo: Evaluá cuanto make up necesitás.
- Cepillo de pelo.
- Pinza de depilar (para mí es la vida, sin pinza de cejas colapso).
Claves: hacer lista, elegir y repetir looks.
Tené una lista detallada y probate todo para comprobar que las prendas te sirven y combinan entre sí (sacarte fotos y armá un álbum en el celular es buena idea).
Planificá. Lo más importante al momento de doblar la ropa para el viaje es organizarte: ¿a dónde voy y cuántos días? Estas son las dos preguntas cruciales a la hora de hacer la valija. Este punto es clave para no sobre empacar por si nos falta algo, por miedo a quedarnos con poca ropa durante el viaje o con todo sucio, o queremos prever 1.000 situaciones que —la mayoría de las veces— no ocurren.
Importantísimo: Si despachás valija, en el bolso de mano siempre llevá una muda de ropa. ¡Que la pérdida de una valija no te arruine el primer día del viaje!
Una vez que elijas todo lo que llevarás, restará guardarlo. Hay quienes aman los organizadores, muy de moda ahora, quienes doblan y arman tradicional una prenda arriba de otra, quienes hacen rollitos o quienes como yo, usan el método Marie Kondo. Tenés un montón de tutoriales en la web.
Lo importante es que todo quepa holgadamente en tu valija para que no esté explotada y que todo llegue en buen estado y no penosamente arrugado.
Aunque no lo creas, tengo clientas que viajaron un mes con una valija chica. Es cuestión de organizarse y ¡repetir looks! No necesitás uno nuevo nunca, menos de viaje.
Dispositivos electrónicos: elegí cuales llevarás. Uso el Kindle porque ocupa menos espacio que un libro y si no voy a trabajar, no llevo más que el celular. No olvides los respectivos cargadores y adaptadores.
Nieves Pereyra
Estilista de moda, fan del estilo propio y de repetir outfits. Egresó de Licenciatura en Lingüística en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República; estudió diseño y debido a su interés en la semiótica de la moda llegó al asesoramiento de imagen. En 2019, armó su primer curso sobre Armarios inteligentes.