¿Cómo participar de la cena y brindis de año nuevo sin afectar el sueño de los más pequeños?

Todos los niños son diferentes: puede ser que a algunos les afecte mucho más que a otros el cambio de rutina pero todos van a sentirlo. Ayúdalos a que sea lo mejor posible y ¡paciencia!

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Bebé durmiendo.
Foto: Canva

Queda apenas un día para los festejos de fin de año y, al igual que lo fue en la Nochebuena, el gran tema que ocupa a madres y padres es cómo hacer para cumplir con todas las actividades sin afectar la calidad de sueño de nuestros hijos.

¿Qué hago con el sueño de mi bebé/hijo durante las fiestas? Esta pregunta es la más se repite en las consultas en el mes de diciembre, porque es una gran preocupación para los padres.

Quiero compartirte un listado de puntos importantes para que sobrevivir a la fiesta de Año Nuevo no sea un problema para el sueño de tu hijo:

  • Si tenés un bebé bien chiquito, que aún no entiende de qué se tratan las fiestas y no va a participar activamente de la actividad (no hay más niños, se irrita mucho después de determinada hora) tratá de evitar el mal rato para él y para ti.

Llévalo a dormir a su hora habitual. Si están en tu casa en su cama y sino dónde puedas. En el cochecito, en una cunita que te presten o una cama (solo tené cuidado con la seguridad). Tratá de llevar su pijama, muñeco de apego, ruido blanco y el baby call para quedarte tranquila que siempre lo vas a escuchar si se despierta.

Entiendo que la contra de este punto es la ansiedad de los adultos del entorno. Muchos no podrán entender por qué no lo “aguantás” hasta las 12, pero realmente el bebé no entiende de qué se trata la fiesta, no diferencia las horas y el costo que pagarás por hacer que ese bebé esté más rato del habitual despierto, creeme que va a ser muy caro.

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Bebé durmiendo
Foto: Canva

  • Si tu hijo es más grande y realmente disfruta de la cena, asegúrate de que ese día duerma siesta, ¡y que sea muy buena! Si es necesario agrégale una a eso de las 18 horas para que llegue mejor a la noche. Eso sí: no lo confundas con las rutinas de la noche porque no se va a querer despertar para salir y va a estar de pésimo humor.

Al día siguiente seguramente se va a despertar a la misma hora de todos los días así que trata que el primer día del año sus siestas también sean muy buenas y recupere las horas que le faltaron dormir.

  • Acordate de la regla del 80/20: si el 80% de los días podés respetar sus rutinas y horarios, el 20% restante podrás salir sin perjudicar sus hábitos.

Siestas

El verano en general es una época complicada para mantener rutinas, más allá de si estamos o no de vacaciones. La clave de esta estación tan particular es la flexibilidad, siempre y cuando no descuides el descanso de los más pequeños de la casa.

¿En qué consiste esta flexibilidad? En jugar un poco con los horarios, lugar o duración de las siestas hasta el punto que sintamos que ya no están siendo tan buenas como antes.

Las siestas son imprescindibles y si se levantan muy temprano igual y como siempre les sugiero, no los acuestes muy tarde. Recordá: ojo con la luz que entra por la ventana.

Individualidad

Como siempre digo, todos los niños son diferentes. Puede ser que a algunos les afecte mucho más que a otros pero todos van a sentir el cambio en la rutina. Ayúdalos a que sea lo mejor posible y ¡paciencia!

Feliz comienzo de año para todos, que el amor y el disfrute sean la tónica estos días, y que podamos disfrutar desde su mirada mágica.

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