Cada 11 de octubre, el mundo celebra el Día Internacional del Dulce de Leche, un manjar que trasciende fronteras y despierta pasiones. Su origen es una de las disputas que van y vienen entre Uruguayy Argentina, países en los que esta preparación es todo un ícono.
Su versatilidad en postres, helados, golosinas y hasta como acompañamiento para pan y galletas, lo hace un favorito en todo el mundo. En otras palabras: el dulce de leche va bien con todo, incluso solo.
Hoy, honramos esta delicia que une a las personas a través de su dulce sabor, haciendo un repaso por su historia y ahondando en las leyendas y cuentos que hay alrededor de su origen.
Uruguay y Argentina son los dos grandes consumidores de dulce de leche, que se disputan su origen, pero no son los únicos: Francia o Indonesia, aunque suene extraño, también entran en escena.
Hay muchas leyendas acerca del nacimiento del dulce de leche: una de ellas lo sitúa en Argentina y se remonta al año 1829 cuando el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Rosas, y su opositor el general Juan Lavalle, estaban reunidos. Ese día la cocinera de Rosas se distrajo: dejó leche en el fuego y esta se quemó, dando paso al nacimiento del dulce de leche. Sin embargo, historiadores aseguran que entre 1814 y 1817 ya se hablaba de este famoso dulce y se agasajaba en los banquetes con él.
Con respecto a Uruguay, muchos afirman que es un dulce preparado desde la época colonial, y que eran los esclavos los que lo hacían como una manera de consumir leche y azúcar.
Muchos aseguran que nació en Uruguay: en la época colonial los esclavos lo habrían preparado como una forma de consumir leche y azúcar. También en Chile hay quienes se apropian de esta preparación: cuentan que cuando el General San Martín cruzó a este país en 1817, alguien le ofreció dulce de leche, al que llamaban “manjar”. Brasil también dice "presente" y señalan que a mediados del siglo XVIII, ya se elaboraba en Mina Gerais.
Hay quienes sostienen que en Europa tienen su propia versión de los hechos: estudiosos de la Historia dicen que por 1804 el cocinero de Napoléon Bonaparte hizo algo similar a la cocinera de Rosas en Buenos Aires: un día estaba calentando leche con azúcar y se le pasó la cocción. Esta leyenda señalaría que así se inventó el dulce de leche en Francia.
Indonesia no se queda afuera, por más raro que suene: si nos remontamos al siglo VI y nos ubicamos en el sudeste asiático, historiadores cuentan que ya se preparaba un dulce de este estilo como el que hoy conocemos. Luego, cuentan, cuando las islas de la zona cayeron bajo dominio español, sobre el siglo XVI, el producto se llevó a América, sobre todo a la zona de México.
Sea cual sea su origen, es patrimonio del Río de la Plata.
Además de las disputas por su origen también estuvo sobre la mesa la pelea por reconocerlo como patrimonio gastronómico de Uruguay o de Argentina y según publicó El País, en el año 2003 Argentina pidió a la Organización Mundial del Comercio (OMC) reconocer como parte de su patrimonio gastronómico al dulce de leche, el asado y las empanadas.Uruguay no se quedó de brazos cruzados y le hizo un pedido a la Unesco: que se considere a estos tres alimentos como "patrimonio gastronómico de la región del Río de la Plata". Lo logró y se registró como patrimonio cultural y gastronómico de ambos países a las empanadas, el asado y el dulce de leche.