El Universal - GDA
Nuestros cuerpos experimentan muchos procesos y reacciones, la mayoría como parte normal de su funcionamiento y otras como verdaderas señales de que algo no está del todo bien.
Esos síntomas o señales que el cuerpo experimenta suelen despertar un alerta en las personas y por ello terminan acudiendo a la consulta médica, preocupadas por su salud. Sin embargo, existen ocasiones que estas señales no representan algo invasivo o suceden con cierta frecuencia que son interpretadas como algo normal y no despiertan preocupación alguna.
Una de las señales más comunes y de la cual es posible que muy pocas personas sepan en profundidad, es la ocurrencia de espasmos a la hora de dormir. Se trata de un fenómeno fisiológico muy común cuando nos estamos quedando dormidos o al poco tiempo de hacerlo, y que se debe a estímulos nerviosos que se escapan de nuestro cerebro hacia las extremidades, explica el Instituto Europeo del Sueño.
Los especialistas de la salud entienden que estos espasmos que se producen al dormir pueden deberse a la falta de sueño, el consumo en exceso de café, el estrés o por haber realizado ejercicio físico de forma intensa.
Desde el Instituto Mayo Clinic señalan que estos espasmos, por lo general, se experimentan con características como: repentinos, breves, involuntarios, de intensidad y de frecuencia variable, y ubicados en una parte del cuerpo o en todo el cuerpo.
Al respecto, recomiendan que si la persona que lo experimenta nota que se vuelven más frecuentes y persistentes, lo mejor es consultar con un médico para poder llegar a un diagnóstico y tratamiento adecuados.