O Globo / GDA
Dormir siete u ocho horas por noche es la clave para evitar varios problemas de salud tanto física como mental. Lo dicen los médicos, los científicos y la experiencia. En ese sentido, la empresa Simba Sleep publicó este lunes una investigación que muestra los impactos de la falta de sueño en el rostro. Arrugas, ojeras y flacidez de la piel son algunas de las consecuencias de dormir menos de 7 horas por noche, según las imágenes generadas por Inteligencia Artificial que acompañan la obra.
Esta investigación, realizada por la empresa especializada en colchones, encontró que más de la mitad de los británicos duermen menos horas de las recomendadas. Alrededor de 2.000 británicos fueron preguntados sobre sus patrones de sueño, además de catalogar las condiciones estéticas de sus rostros, según informó el diario británico The Daily Mail.
La piel flácida, las líneas finas y las arrugas, así como una apariencia cansada, se encuentran entre las principales quejas de las mujeres británicas. Los hombres reportaron ojeras y piel seca como resultado de la falta de sueño.
A partir de los datos catalogados en la investigación se utilizó Inteligencia Artificial para generar imágenes de los impactos de la falta de sueño. La siguiente imagen muestra los impactos de la falta de sueño en el rostro femenino a lo largo de los años. La fila superior muestra cómo luce el rostro humano con un mínimo de 7 horas de sueño, mientras que la fila inferior muestra casos de privación.
La imagen de abajo, a su vez, hace la misma simulación, pero esta vez, en un rostro masculino.
— No dormir lo suficiente, especialmente durante un largo período de tiempo, puede dañar la mente y el cuerpo, e incluso afectar la piel, independientemente de la edad (...) Aunque la genética influye en nuestra apariencia a medida que envejecemos, dormir muy poco de forma regular puede empeorar las cosas, dijo Lisa Artis, directora ejecutiva adjunta de la organización benéfica asociada a Simba, The Sleep Charity.
Unos días de mal sueño pueden hacerte sentir como si tuvieras 10 años más, según un estudio
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Estocolmo, Suecia, muestra que unos pocos días de mal sueño son suficientes para producir una sensación de envejecimiento de hasta 10 años.
El trabajo fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B. y se dividió en dos experimentos. En el primero, 429 personas de entre 18 y 70 años informaron qué mayores se sentían, cuántos días del último mes no durmieron las 7 horas suficientes y cuánto sueño tenían.
El análisis de esta información llevó a los responsables del estudio a comprobar que, de media, cada noche de mal sueño estaba relacionada con la sensación de tener 0,23 años más. Como resultado, los investigadores decidieron realizar un segundo experimento para investigar si realmente era la falta de sueño la que estaba detrás de esta percepción.
Reclutaron a 186 voluntarios, de entre 18 y 46 años, que se sometieron a dos noches de restricción de sueño: solo podían dormir cuatro horas cada vez. Luego, los mismos participantes pasaron dos noches en las que durmieron lo suficiente cada noche, durante nueve horas, para comparar los resultados.
Tras evaluar la información, los responsables observaron que, tras restringir el sueño durante sólo dos días, los voluntarios se sentían en promedio 4,4 años más viejos respecto al periodo en el que pudieron dormir adecuadamente.
En un comunicado sobre el estudio, los científicos explican que los efectos del sueño en la percepción de la edad estaban relacionados con el sueño de los participantes. Estar extremadamente alerta se relacionó con sentirse 4 años más joven, mientras que tener mucho sueño se relacionó con sentirse 6 años mayor que la edad real.
"Teniendo en cuenta que el sueño es esencial para la función cerebral y el bienestar general, decidimos comprobar si el sueño guarda algún secreto para preservar la sensación de juventud", afirma Leonie Balter, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Estocolmo y autora del estudio. en una oracion. Los resultados significan que “pasar de estar alerta a estar somnoliento añadió unos impresionantes 10 años a la edad que te sentías”, afirma el experto.
Los hallazgos son importantes, dicen los investigadores, porque trabajos anteriores han demostrado que sentirse más joven que la propia edad, aunque sea una medida subjetiva, se asocia con vidas más largas y saludables, e incluso es considerado por algunos científicos como un predictor del deterioro cerebral.
En el artículo, los autores escriben que "sentirse joven está relacionado con varios aspectos, incluido el bienestar, una mejor salud cerebral y una sensación de energía". "La evidencia existente sugiere que las alteraciones del sueño pueden acelerar el envejecimiento biológico, como el acortamiento de los telómeros y la senescencia celular", continúan.
Por ello, Balter sostiene que "proteger nuestro sueño es fundamental para mantener la sensación de juventud". "Esto, a su vez, puede promover un estilo de vida más activo y fomentar comportamientos que promuevan la salud, ya que tanto la sensación de juventud como el estado de alerta son importantes para nuestra motivación para estar activos", afirma el investigador.
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