El Universal - GDA
Dormir bien no solo depende del tiempo que pasamos en la cama, sino también de la posición en la que lo hacemos. Entre todas las posturas posibles, hay una que destaca por los efectos negativos que puede tener en nuestro cuerpo: dormir boca abajo.

Dormir boca abajo es considerada por muchos especialistas como la peor postura para descansar. Esto se debe a que esta posición ejerce una presión considerable sobre la columna vertebral, forzándola a adoptar una curva antinatural. Esta curvatura puede generar dolores tanto en la zona lumbar como en el cuello. Al girar la cabeza hacia un lado para poder respirar, se crea tensión en los músculos del cuello, lo que puede llevar a rigidez, malestar e incluso problemas crónicos si se mantiene esta postura de manera habitual.

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Dormir boca abajo también compromete la respiración. Al apoyar el torso contra el colchón, se comprime el pecho, lo que puede dificultar el flujo de aire y la expansión completa de los pulmones. Esta limitación respiratoria puede afectar la calidad del sueño y hacer que la persona se despierte con una sensación de incomodidad o falta de descanso.

La falta de una alineación adecuada durante el sueño puede tener consecuencias a largo plazo. Las personas que duermen regularmente boca abajo tienden a experimentar dolores en la parte baja de la espalda, ya que la postura impide que la columna mantenga su curvatura natural. Además, la tensión acumulada en el cuello puede derivar en dolores de cabeza recurrentes, mareos o incluso problemas de circulación. Por lo tanto, aunque pueda parecer cómoda al principio, esta postura afecta negativamente la estructura corporal y la salud general.

Además de cambiar de postura, se debe utilizar una almohada adecuada que mantenga el cuello alineado con la columna. Colocar una almohada entre las piernas también puede proporcionar un mejor soporte para la espalda baja. La elección de un colchón que ofrezca el soporte adecuado es fundamental para reducir molestias y mejorar la calidad del descanso.