Infusión de melisa: el secreto natural para dormir mejor y calmar la ansiedad

El té de Melisa está recomendado para enfrentar los problemas a la hora de dormir y controlar los trastornos de ansiedad, cuando están en su etapa inicial.

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infusiones
La planta que huele a limón y es ideal para combatir el insomnio
Pereira, Analia

En base a El Universal / GDA
La ansiedad, el estrés y el insomnio son el mal de estos tiempos de vida tan apurada, llena de estímulos y pantallas y exigencias que no siempre se pueden completar. Consultar con el médico y buscar apoyo psicológico siempre es la mejor opción para cuidar de la salud mental, pero también recurrir a la naturaleza y sus beneficios puede ayudar a aliviar los síntomas. Entre las hierbas recomendadas para esto está la melisa, también conocida como toronjil, menta melisa o limoncillo.

Originaria de Europa y perteneciente a la familia de las labiadas (la misma que la menta y el tomillo), la planta se consume en infusiones. Durante la temporada de frío, dicha bebida será una manera deliciosa de consentir a tu organismo. Y es que la melisa tiene propiedades estimulantes, carminativas, antiespasmódicas y muchas más.

Mujer tomando una infusión
Mujer tomando una infusión.
Foto: Freepik

¿Qué beneficios tiene la melisa?

También conocida como “melissa officinalis”, la planta es sumamente venerada y apreciada debido a su eficacia para aliviar malestares en distintas áreas del cuerpo, esto de acuerdo con la empresa químico-farmacéutica Bayer.

Es fuente natural de compuestos fenólicos y flavonoides. Además, sus hojas contienen una aceite integrado por aldehídos y alcoholes sesquiterpénicos, como el citral a y b, citronelal, geraniol y linalol.

Todo ello le confiere propiedades estimulantes, estomacales, aromáticas, carminativas y antiespasmódicas.

En ese sentido, indica un artículo del Ministerio de Salud del Gobierno de Chile, su consumo es positivo para:

  • Combatir el insomnio. La infusión de melisa te ayudará a descansar mejor y relajar los músculos antes de ir a la cama.
  • Aliviar síntomas del estrés, depresión y ansiedad. Actúa a nivel del sistema nervioso para calmar el estado de tensión que vivimos día con día.
  • Reducir malestares estomacales y respiratorios. Los compuestos del melisa refuerzan el sistema inmunológico y disminuyen los síntomas del resfriado, toz y la congestión nasal.
    Mujer con dolor de cabeza
    Mujer con dolor.
    Foto: Freepik.
  • Detener el dolor de cabeza. Si sufres migrañas, beber un poco de melisa podría calmar la cefalea.
  • Combatir gases e inflamación intestinal. Ingerir esta bebida por las noches te ayudará a desperar con el viente desinflamado y menos gases en el intestino.

Receta para preparar un té de melisa

Ingredientes:

  • 1 tza. de agua.
  • 1 puñado de hojas de melisa (frescas o secas).
  • 2 cdas. de miel.
    Tetera
    Juego de té.
    Foto: Pixabay.

Procedimiento:

  • Limpiar y desinfectar las hojas de melisa.
  • En una olla, hervir el agua.
  • Agregar las hojas de melisa y coloca una tapa.
  • Dejar al fuego por 10 minutos.
  • Colar la infusión y agrega las cucharadas de miel.

Luego de tenerlo pronto, lo mejor es servirlo caliente. Se puede beber esta infusión de 3 a 4 veces por semana.

Precauciones a la hora de tomar té de melisa

La infusión de esta hierba suele ser bien tolerada por el organismo, siempre y cuando no se excedan las dosis recomendadas. De todos modos, siempre es bueno consultar a un médico para chequear que no haya contraindicaciones en cada caso particular.

Pero además, según informa el sitio web de Bayer, puede haber efectos secundarios o interacciones con algunos medicamentos. Estos son:

  • Somnolencia, mareos, confusión o disminución de la capacidad de reacción, especialmente si se consume en exceso o junto con otros sedantes o depresores del sistema nervioso central, como el alcohol, los antihistamínicos, los opioides o los ansiolíticos.
  • Hipotensión, bradicardia o arritmias cardíacas, especialmente si se consume junto con otros antihipertensivos o cardiotónicos, como el ajo, el espino blanco, la valeriana o el ginkgo biloba.
  • Hipoglucemia o alteraciones del metabolismo de la glucosa, especialmente si se consume junto con otros antidiabéticos o hipoglucemiantes, como la insulina, la metformina, el fenogreco o la canela.
  • Hipotiroidismo o alteraciones de la función tiroidea, especialmente si se consume junto con otros antitiroideos o bociógenos, como el litio, el propiltiouracilo, la soja o la col.
  • Alergias o reacciones cutáneas, especialmente si se aplica el aceite esencial sobre la piel sin diluir o si se tiene sensibilidad a otras plantas de la familia de la menta.

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