Milenka Duarte/El Comercio GDA
El sueño es uno de los pilares más importantes para garantizar una buena salud general, pues gracias a él, podemos reparar nuestro cuerpo y refrescar nuestra mente de las diversas exigencias por las que atravesamos durante el día.

Sin embargo, para muchas personas, esta travesía nocturna puede convertirse en un verdadero desafío, ya que, en ocasiones, los ritmos del mundo moderno, el estrés diario y los problemas de salud no diagnosticados, pueden conspirar para evitar que disfrutemos de ese descanso tan anhelado.

Por ello, ante esta búsqueda incesante por lograr noches de paz y días llenos de energía, surge un aliado clave para el tratamiento de ciertos trastornos del sueño, denominado la medicina dental del sueño. Si bien esta disciplina puede generar gran sorpresa, puesto que, por lo general, se suele pensar que, un sueño reparador depende únicamente de las horas que pasamos durmiendo, la realidad, es que va más allá del simple hecho de cerrar los ojos y descansar, pues hay una serie de factores a nivel de la salud dental y de las estructuras orofaciales que pueden influir significativamente en la calidad de nuestro sueño y, por ende, en nuestro bienestar y calidad de vida.

Básicamente, la medicina del sueño vinculada al área odontológica, es aquel campo que estudia cómo se altera el sueño tanto en calidad como en cantidad debido a problemas, no solamente bucales o dentales, sino que también abarca un concepto más amplio llamado, el sistema estomatognático, el cual es un conjunto complejo de órganos y tejidos de la cavidad oral y las estructuras relacionadas, que interactúan para realizar diversas funciones vitales, como la mandíbula, el maxilar superior, la articulación temporomandibular, los músculos, los dientes, la lengua, el paladar, etc., expresó el doctor Ítalo Funes Rumiche, exdirectivo del Colegio Odontológico del Perú (COP), cirujano dentista y especialista en cirugía bucal y maxilofacial.

“En efecto, la relación entre los problemas del sueño y la salud bucodental es un tema multidisciplinario, dado que estas alteraciones pueden presentarse por diferentes causas, razón por la cual, requiere de un equipo de especialistas de la odontología para resolverlas, tales como el patólogo, el cirujano maxilofacial, el rehabilitador oral y el dentista. Asimismo, es una colaboración interdisciplinaria, por lo que participan expertos en medicina del sueño, neumología, neurología, nutrición, psicología y psiquiatría”.

En primer lugar, y tal vez uno de los más frecuentes, es el dolor en la boca originado por alguna herida, trauma, diente picado o una infección, lo cual por supuesto, puede conllevar a una alteración del sueño, pero esta molestia suele ser de corta duración. Sin embargo, existen otros trastornos del sueño que pueden ser de varias semanas, meses o incluso años, por lo que se convierten en patologías crónicas. En definitiva, el problema más severo que puede llegar a desarrollar una persona, ya que compromete la salud general, se denomina apnea obstructiva del sueño o hipopnea, la cual se caracteriza por la interrupción repetida de la respiración durante el sueño, producto de la obstrucción de las vías respiratorias.

“La calidad y cantidad del sueño es fundamental para que el organismo recupere las energías y retome sus actividades. Lamentablemente, en paciente con apnea, este aspecto se ve gravemente afectado, puesto que, al realizar el ruido característico del ronquido, en ese momento deja de respirar y prácticamente es como si se atorara. Si bien es cierto, este tipo de personas pueden dormir, en realidad no descansan, por lo que suelen despertarse con mucho cansancio, irritables, desanimados, además, de que este trastorno es uno de los factores de riesgo principales para sufrir de un infarto de miocardio o de eventos cardiovasculares. Igualmente, hay que tomar en cuenta que, estos pacientes- en su gran mayoría- se caracterizan por tener una mandíbula pequeña, por lo que puede resultar en una posición de la lengua y la garganta que facilita la obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño, sobre todo, esta condición puede empeorar si el individuo padece de sobrepeso”, señaló el cirujano dentista.

De igual modo, se puede interrumpir el sueño por razones vinculadas a la función o a la parafunción del aparato masticatorio, lo cual puede generar un contacto inadecuado de los dientes y, esto a su vez ocasionar un mal posicionamiento mandibular, como el bruxismo. En otras palabras, como explicó Jesús Ochoa Zavaleta, cirujano dentista y director de la Clínica Multident, esta condición es la acumulación de fuerzas que produce el aparato masticatorio durante el día y que son descargadas en la noche mediante el rechinamiento o la fricción de los dientes.

“Sin lugar a duda, este chirrido que generan los dientes interrumpe el sueño, pero además tiene otras consecuencias anatómicas funcionales, tales como el desgaste dental y el desplazamiento de la articulación temporomandibular, así como también puede desencadenar jaqueca o migraña. Asimismo, es importante tener presente que, el ronquido, el cual puede conllevar a una apnea del sueño, produce sequedad bucal, por lo que la persona puede ser más propensa a desarrollar caries dentales y enfermedades periodontales, ya que la boca necesita estar permanentemente lubricada”.

De acuerdo con Sergio Valverde Montalva, director del área de ortodoncia en la Clínica Infinity, algunos de los principales signos y síntomas que podrían indicar la necesidad de un tratamiento dental del sueño incluyen:

Somnolencia diurna excesiva: Sentirse extremadamente cansado durante el día, a pesar de haber dormido suficientes horas por la noche.

Ronquidos fuertes: Sonidos ruidosos durante el sueño que pueden ser un indicio de obstrucción de las vías respiratorias.

Déficit de atención: Problemas de concentración y atención debido a la falta de sueño reparador.

Problemas respiratorios nocturnos: Sensación de dificultad para respirar correctamente mientras se está durmiendo.

La evaluación a un paciente para poder determinar si padece de un trastorno del sueño relacionado con el campo de la odontología, principalmente, consiste en un examen clínico, así como en una anamnesis, los cuales permiten realizar un análisis de la estructura dental y mandibular. De igual manera, este proceso de diagnóstico debe complementarse con pruebas objetivas, como la tomografía, con la cual se puede identificar cuándo mide la vía aérea del paciente. Por ejemplo, como mencionó Funes Rumiche, en un varón, esta debería medir 25 centímetros cúbicos más o menos, mientras que, en una mujer, aproximadamente unos 22 cc. Por ello, si se observa una cifra inferior a 20 cc, esto podría ser un indicativo de que esta persona probablemente está desarrollando o ya sufre de apnea obstructiva del sueño.

También ante una sospecha de una apnea obstructiva del sueño se puede llevar a cabo una polisomnografía, la cual es un estudio médico que consiste en el registro simultáneo y continuo de diversas variables fisiológicas durante el sueño, como la actividad cerebral, el movimiento ocular, la actividad muscular, la frecuencia cardíaca, la respiración y la saturación de oxígeno en sangre.

“En concreto, para poder ayudar a reducir o eliminar los trastornos, como la apnea del sueño y los ronquidos, depende íntegramente del diagnóstico, pues dependiendo de las condiciones de la persona, esto permitirá determinar el tratamiento más adecuado para su caso. Sin duda, al mejor el estado de la boca del paciente, podremos mejorar igualmente la calidad del sueño”, destacó el experto de la clínica Infinity.

Para poder tratar el bruxismo, en principio, se pueden utilizar unas placas neuromiorelajantes o también conocidas como dispositivos interoclusales o férulas. Básicamente, son aparatos de prótesis hechos de acrílico, los cuales se emplean durante el sueño, con la finalidad de prevenir el desgaste dental y aliviar la tensión en la mandíbula, refirió el doctor Ochoa.

“Asimismo, dentro de los tratamientos dentales del sueño para abordar el bruxismo, se encuentra la rehabilitación oral, pues como esta condición conlleva a un desgaste significativo de las piezas dentales, dado que en promedio el paciente puede perder de 1 a 5 milímetros de tamaño, esta disciplina de la odontología permite devolver la función, la estética, el tamaño y el color de los dientes”.

En cambio, para tratar la apnea del sueño, se usan los dispositivos de avance mandibular que son eficaces para tratar este trastorno, específicamente, para casos leves a moderados. Básicamente, estas férulas funcionan desplazando la mandíbula inferior hacia adelante para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño. No obstante, cuando la alteración del sueño es severa, como recalcó especialista en cirugía bucal y maxilofacial, se recomienda el uso de la terapia de presión positiva continua (CPAP, por sus siglas en inglés), la cual es una máquina que genera aire a presión que es administrada a través de una máscara nasal o facial. Esta tiene como principal objetivo mantener las vías respiratorias abiertas, permitiendo así que la persona tenga una respiración más regular y constante durante el sueño.

“De igual forma, sobre todo, para casos graves y avanzados de apnea, la opción más oportuna, ya que es un tratamiento definitivo que mejora significativamente la calidad del sueño y vida del paciente, es la cirugía ortognática, con la cual se corrigen las anomalías estructurales en la mandíbula y el maxilar que conducen a la obstrucción de las vías respiratorias. Algunas de estas alteraciones pueden incluir: retroceso mandibular (retrognatia), exceso de tejido blando en la garganta, o una mandíbula inferior demasiado pequeña que contribuye a una vía aérea restringida. Durante esta intervención quirúrgica se realizan procedimientos, como el avance de la mandíbula inferior hacia adelante, expansión del paladar o adelantamiento de otras estructuras óseas de las vías respiratorias superiores”.

El mantenimiento es igual de importante que el tratamiento, por lo que, en el caso de las férulas, se tienen que renovar cada seis meses o un año como máximo, pues al ser de acrílico, suelen desgastarse con el tiempo. Con respecto a la cirugía, como indicó el doctor Funes, los resultados con respecto a la apnea son- en la gran mayoría de casos- definitivos; sin embargo, si se opera a un paciente con esta alteración del sueño, pero no baja de peso, continúa con una vida sedentaria y no mejora su alimentación, la condición puede volverse a desarrollar y empeorar con el tiempo nuevamente. Por ello, es indispensable seguir en todo momento un régimen saludable.

Para evitar problemas de sueño vinculados con la salud bucodental, según el director de la Clínica Multident, las personas pueden seguir las siguientes medidas preventivas:

Mantener una buena higiene bucal: Esto implica cepillarse los dientes al menos tres veces al día, usar hilo dental regularmente, así como el enjuague bucal.

Visitas regulares al dentista: Programar revisiones dentales periódicas (cada seis meses) ayuda a identificar y tratar problemas dentales antes de que se conviertan en una fuente de molestias durante la noche.

Evitar el rechinar los dientes: El uso de protectores bucales o férulas dentales recomendadas por un dentista favorecen a la prevención de las alteraciones del sueño.

Controlar los problemas de la articulación temporomandibular: Definitivamente, estos trastornos pueden causar dolor facial, de cabeza y mandibular, así como también dificultades para dormir. Por consiguiente, un diagnóstico y un tratamiento precoz con terapia física, ejercicios de relajación muscular o dispositivos para la mandíbula, pueden evitar a corto o mediano plazo problemas del sueño.

Reducir el estrés: Aunque es una medida complicada de poner en práctica, es fundamental tener en cuenta que, el estrés puede contribuir al bruxismo y otros problemas de salud bucodental que impactan negativamente en el descanso. Por lo tanto, se recomienda realizar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, con el objetivo de disminuir esta condición y mejorar la calidad del sueño.