Redacción El País
En la búsqueda de soluciones naturales para mejorar la calidad del sueño, una costumbre ancestral ha vuelto a ganar popularidad: colocar una hoja de laurel debajo de la almohada.

Aunque su uso ha sido transmitido de generación en generación, hoy en día, algunos estudios sugieren que este sencillo gesto podría tener efectos beneficiosos, particularmente en lo que se refiere a la reducción del estrés.

El laurel (Laurus nobilis), conocido por sus propiedades aromáticas y medicinales, ha sido utilizado durante siglos en la medicina tradicional.

Diversas investigaciones señalan que ciertos compuestos en las hojas de laurel, como el eugenol, pueden inducir efectos calmantes. Su aroma tiene propiedades relajantes que podrían reducir los niveles de ansiedad y facilitar el descanso nocturno. Este efecto se relaciona con la aromaterapia, una práctica que ha sido estudiada por su capacidad de promover el bienestar psicológico y mejorar el sueño.

Colocar una hoja de laurel bajo la almohada no solo es un remedio casero sencillo, sino que también podría ser una forma de complementar rutinas para un mejor descanso, junto con otros hábitos saludables como reducir la exposición a pantallas antes de dormir o practicar técnicas de respiración.

Si bien se necesitan más estudios para confirmar los beneficios específicos del laurel en el sueño, su uso en este contexto sigue siendo un recurso natural y accesible para aquellos que buscan mejorar su descanso.