AFP
Suecia y Finlandia proponen saunas cada vez más insólitas, como sumergirse en una antigua mina a 90 metros de profundidad o disfrutar relajadamente del vapor dentro de la cabina de una noria.
A unos 90 metros de profundidad, bajo la luz azulada de una linterna, salen de una sauna cuerpos humeantes de vapor antes de sumergirse en el agua turquesa de un lago subterráneo. En Suecia, entre los paisajes helados suecos y bosques nevados de Bergslagen (centro), se encuentra -oculta en las entrañas de esta región minera- una sauna muy particular que abrió sus puertas en 2022 en la ciudad de Borlange.
La antigua mina de hierro cerrada en 1968 fue reconstruida para recibir a clientes que buscan calor y, sobre todo, una "experiencia especial", explica al AFP Daniel Karlsson, presidente de "Adventure Mine".
"Las saunas de hoy son una experiencia de lujo. Aquí no es solo una sauna, es una experiencia especial con la naturaleza", afirma, vestido con un traje rojo y su casco adornado con una linterna.
Enterrado bajo tierra este espacio ofrece un respiro completamente aislado del mundo. "No vemos el sol desde la mina. No hay nada que nos distraiga del placer de la sauna. Sin teléfonos móviles, ni sol, ni viento", detalla Karlsson.
Apreciada mundialmente por sus cualidades relajantes, la sauna, una cabaña de madera en la que se toma un baño de calor seco con una temperatura de hasta 100ºC, es una tradición social y familiar desde hace más de 2.000 años. Tiene su origen en Finlandia y Estonia.
Proximidad con el medioambiente
Hoy en día algunos amantes de esta tradición quieren ampliar la experiencia. En Helsinki, capital de Finlandia, la noria que domina el centro de la ciudad ofrece una sauna en una de sus cabinas. El coste de una sesión es alto pues oscila entre 240 y 350 euros (256 y 374 dólares).
"Puede obtener una buena relación vapor-calor si lo desea, incluso si es bastante pequeño. Se pueden acomodar hasta cuatro o cinco personas. Además las vistas son más divertidas" que en una sauna tradicional, afirma Vivi Makelainen, responsable de la noria de Helsinki.
Declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco desde 2020, la tradición de la sauna está bien arraigada en el país nórdico. Cuenta con unos 3,3 millones de saunas para 5,5 millones de habitantes, según la organización mundial.
Aunque generalmente las saunas encuentran su ubicación en la intimidad de los chalets nórdicos o de los edificios de apartamentos, en el archipiélago de Estocolmo, en Suecia, una pequeña casita flota sobre las aguas de la capital. Se trata de "Big Branzino", una sauna de lujo de 30m2, diseñada y construida en 2022 a petición de un cliente privado sueco.
"Vino a nuestra oficina y pidió una sauna realmente extraordinaria, algo inédito. Así que ideamos esta forma para maximizar la proximidad al medio ambiente", explica el arquitecto Johan Strandlund.
La pequeña estructura de madera, rodeada de ventanales, también incluye una terraza en la azotea. En el puente hay un espacio al aire libre para el timonel. "Incluso cuando la sauna no está en funcionamiento, el fuego sigue siendo una excelente fuente de calor para las noches frías en verano", añade.