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Minas Gerais: un viaje diferente, con historia y gastronomía para conocer lo más auténtico de Brasil

São João del-Rei y Tiradentes son destinos ideales para conocer un Brasil auténtico a través de su gente, su historia y gastronomía.

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Tiradentes, Minas Gerais, Breasil.
Foto: Paulo Guto

Brasil es uno de los destinos latinoamericanos predilectos de los viajeros. Es el quinto país en extensión y en población del mundo y eso da una idea de la cantidad de ciudades y pueblos que tiene para ofrecer a los turistas: desde maravillosas playas —que van del Sur al Nordeste—, pasando por grandes ciudades, con San Pablo a la cabeza, la fama bien ganada de Río de Janeiro o Buzios, hasta la majestuosa selva amazónica.

A la hora de visitar el país vecino, las opciones son variadas y, en esta oportunidad, compartimos una que no suele estar entre los destinos más populares, pero debería: Minas Gerais. Un lugar ideal para quienes buscan sumergirse en una gastronomía auténtica, en una historia que dejó marcas en cada rincón y en un patrimonio arquitectónico que en muchos de sus pueblos se mantiene prácticamente intacto.

En Minas Gerais la naturaleza manda, pero entre sus elevaciones abundantes de vegetación y fauna, se esconden ciudades, más grandes o más pequeñas, con mucho por descubrir.

Recorrido a pie por Tiradentes.
Foto: Paulo Guto

La historia, la gastronomía y lo pintoresco de sus rincones: tres grandes motivos para visitar Minas Gerais, además de lo central, que es su gente, la que lo mantiene todo vivo.

Minas Gerais tiene muchas ciudades tentadoras. Ouro Preto es quizá el destino más famoso, considerado incluso Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por su imponente arquitectura colonial.

Pero la maravilla de esa mezcla de historia con tradiciones no termina ahí. Hay mucho más por descubrir, como São João del-Rei y Tiradentes. Los municipios mineiros son ideales para conocer a través de recorridas guiadas a pie: la recomendación es ir con calzado cerrado y cómodo porque las calles de piedras, con sus subidas y bajadas, estarán siempre presentes.

Paseo por el centro histórico de Tirandentes, Minas Gerais.
Foto: Paulo Guto

En el caso de São João del-Rei las caminatas incluyen visita al centro histórico donde pueden conocerse varias de sus iglesias, catedrales y edificios que son verdaderas reliquias arquitectónicas.

Por supuesto, la gastronomía dice presente y no faltan los platos bien típicos, como por ejemplo el feijão tropeiro, hecho con porotos, carne de cerdo y de pollo, chicharrones, couve, arroz.

Tropeiro, cocina de Minas Gerais.
Foto: Rosana Decima

Hablar con los locales, que siempre estarán dispuestos a contar sus historias con una sonrisa, es un plus: en mi caso, probé un tropeiro en restaurante Agostinho y su dueño contó que las tejas en las que sirven el tropeiro para compartir (hoy forradas con papel aluminio) son las originales que desde hace años usaban en su familia y que incluso ellos mismos las hicieron.

Cocina mineira

La feijoada, el pão de queijo y el choclo de playa son las primeras comidas que vienen a la mente al pensar en Brasil.

Pero su auténtica gastronomía es bastante más que eso y Minas Gerais es una excelente oportunidad para probar sabores tradicionales que le hacen honor a la historia: los ingredientes utilizados son aquellos accesibles y que aportaban energía a los hombres que transportaban mercancías o animales y andaban de paso.

Los porotos están presentes en platos como el tutu de feijão (o tutu), hecho de porotos triturados y harina de mandioca, acompañado con arroz y carnes. El pollo y el cerdo también son protagonistas, en presentaciones y mezclas, por ejemplo con huevos, verduras como quiabo o orapronobis, chicharrones y más. Una de las estrellas de la cocina mineira es el queso, con gran producción artesanal. Es por eso que sus postres generalmente son quesos acompañado de goiabada, dulce de leche u otros dulces.

Para unirse con la otra propuesta que también invita a conocer el auténtico Brasil, está el hermoso paseo Maria Fumaça.

Tiradentes.
Foto: Rosana Decima

Este tren parte de São João del-Rei hacia Tiradentes, su recorrido dura aproximadamente 40 minutos y los vagones van lento, ideal para tomarse fotografías en cada curva de las vías y también disfrutar del paisaje con la naturaleza como protagonista.

Tiradentes.
Foto: Rosana Decima

El tren es un tesoro para los locales: chicos y grandes saludan siempre su pasaje con alegría contagiosa.

En Tiradentes el recorrido a pie por el centro histórico también es una visita obligatoria y permite recorrer los callejones, iglesias, museos.

La ciudad también posee varios atractivos que pueden conocerse en tours que trasladan a los turistas a otros rincones un poco más alejados y que vale la pena conocer: hay desde queserías artesanales (como Queijos Bonzanza o Queijos Taroco) , fábricas de cachaça hasta restaurantes de campo, tal como el Restaurante da Filóen el que disfrutamos de un verdadero banquete con pastas caseras, entre otras preparaciones.

Restaurante da Filó, en Minas Gerais.
Foto: Paulo Guto

Transmitir experiencias a través de la escritura es parte de mi trabajo pero, a veces, no es tarea fácil: esas queserías artesanales que son llevadas adelante por familias que comparten sus historias o esa fábrica de cachaça que visité y que funciona desde hace casi 300 años de la mano de la misma familia de Tiradentes, darían para publicar un libro. Así que algo de eso, quedará para otra nota.

La autora de la nota visitó Minas Gerais por invitación de e-mundi - World Press Meeting, con el apoyo de la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de Minas Gerais y la Asociación Brasileña de Líneas Aéreas (ABEAR).

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