El Día del Patrimonio 2024 se celebra este sábado 5 y domingo 6 de octubre en todo Uruguay, y este año tiene como eje central al vino como tradición: inmigración, trabajo e innovación.
Esta edición, que marca el 30º aniversario de la celebración, invita a redescubrir el legado cultural uruguayo, destacando tanto el patrimonio material como inmaterial que identifica a nuestra nación.
El programa de actividades para el Día del Patrimonio 2024 tiene muchas y muy variadas opciones.
Aquí se puede ver la agenda completa de actividades, que además se puede descargar en este enlace.
El homenaje se centrará en dos figuras fundamentales para la vitivinicultura local: Francisco Vidiella y Pascual Harriague, pioneros que sentaron las bases de una industria que sigue siendo clave en la economía y cultura del país.
La consigna coincide con los 150 años de la viña y el vino en Uruguay, subrayando la importancia de una tradición marcada por la inmigración europea, el esfuerzo de familias trabajadoras y una continua innovación.
Durante el fin de semana, las actividades abarcarán todos los departamentos, con propuestas que no solo girarán en torno al vino. Como es habitual, la oferta incluye opciones para los amantes de la historia, la arquitectura y el arte, reflejando la diversidad y riqueza del patrimonio uruguayo.
A continuación, un resumen de algunas de las actividades más destacadas relacionadas con el tema central de esta edición.
Patrimonio en el Museo de Historia del Arte
En Montevideo, por ejemplo, el Museo de Historia del Arte tendrá la exposición Baco: de vino y abundancia. Habrá esculturas sobre Baco, el dios grecorromano del vino y la abundancia.
Será en Ejido 1326, el sábado de 12 a 20 y el domingo 6 de 12 a 18 horas. Se realizarán visitas guiadas y una charla sobre las obras de esta exposición itinerante ambos días a las 16 horas.
Pilchas criollas y vino como tradición.
En la Sociedad Criolla Dr. Elías Regules habrá Pilchas Criollas y el Vino como Tradición, con una propuesta para recorrer el predio que recrea un poblado de campaña de fines del siglo XIX.
Será un encuentro con aquellos usos y costumbres de nuestras tradiciones criollas, típicas del gaucho y su entorno, rescatadas de un pasado legado por hombres y mujeres de la campaña, que contribuyó a la formación de nuestra identidad como nación.
Sumando a esto la presencia del vino como una de las bebidas tradicionales del gaucho, y para la cual hizo uso de útiles especiales como el chifle y el vaso, que formaron parte de la exigua vajilla de la época. Todo acompañado de una propuesta gastronómica que invita a recorrer diferentes sabores característicos de la cultura criolla del Uruguay. Es en avenida Bolivia 2455, y será ambos días de 11 a 18 horas.
Visitas guiadas por alumnos de Sagrada Familia.
En el Museo Sagrada Familia habrá visitas guiadas los dos días. Los alumnos —capacitados como guías del museo— ofrecerán recorridos explicativos sobre su acervo, con una muestra permanente y un stand sobre el vino Tannat, parte esencial de la vitivinicultura nacional. Es en avenida del Libertador Lavalleja 1960, de 11 a 18 horas.
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Tradición en un clásico bar de Montevideo.
El tradicional Bar Paysandú participará con Bares que cuentan historias: Charla, degustación y música. Sábado y domingo de 11 a 18 horas habrá tango y degustación de vinos uruguayos guiada para conocer la historia detrás de cada variedad. Actores vestidos de época también recrearán historias del pasado del bar. Está en Rondeau 1549.
Colonia y la producción vitivicícola.
En Colonia habrá gran variedad de actividades durante todo el fin de semana. Una de ellas será la que organiza la Asociación de Guías de Turismo de Colonia: sábado y domingo de 12.30 a 13.30 horas habrá caminatas guiadas por el Barrio Histórico, destacando puntos vinculados a la producción vitivinícola. El punto de encuentro será en Manuel Lobo 224.
En Soriano habrá paseos y degustaciones.
En Soriano también tendrán diversos planes. Uno de los tantos llegará de la mano de la bodega Mauá con La vitivinicultura en Mercedes. Es ambos días de 13 a 18 horas en Cno. Julio Gil Méndez s/n. La invitación será a recorrer una exposición sobre la historia de la vitivinicultura en Soriano, con degustaciones de vinos y quesos, además de actuaciones musicales y visitas guiadas.
Río Negro ofrece arte, historia y gastronomía.
Río Negro, entre sus propuestas, tentará con la del Museo de los Inmigrantes de San Javier. Ubicado en avenida Artigas y Basilio Lubkov; desde las 15 hasta las 22.30 de sábado y domingo habrá charlas sobre las variedades de vinos actuales en la región, con degustaciones de productos locales y actuaciones de artistas.
Rivera se suma con jornadas dedicadas al vino.
En Rivera también habrá historia, degustaciones y diversión. La Bodega Cerro Chapeu, por ejemplo, hará una visita guiada los dos días desde las 10 hasta las 12 horas. Los visitantes podrán recorrer los viñedos y la bodega de una familia dedicada al vino desde hace más de diez generaciones, tanto en Cataluña como en Uruguay desde 1930.
Este Día del Patrimonio es una oportunidad para conocer más sobre la historia vitivinícola de Uruguay y sobre dos figuras importantes para el sector.
Francisco Vidiella (1820-1884) es uno de los homenajeados en esta edición. Nació en España y llegó a Uruguay en 1835. Fue uno de los primeros en desarrollar la vitivinicultura a gran escala en la región sur de nuestro país. Tras realizar un viaje a su tierra natal entre 1873 y 1874, donde analizó los viñedos y las prácticas avanzadas en la producción de vino, regresó con la intención de aplicar esos conocimientos en Uruguay.
En el año 1874 fundó una finca en la zona de Colón, que hoy es un barrio de Montevideo, y dedicó casi una década a la ardua tarea de encontrar las cepas más adecuadas para el clima local. Además de ser un referente en el sector, Vidiella fue uno de los fundadores de la Asociación Rural del Uruguay y creó la primera biblioteca especializada en vitivinicultura.
Pascual Harriague (1819-1894), originario de los Bajos Pirineos en Francia. Fue una figura clave en la introducción y desarrollo de la vitivinicultura en Uruguay, siendo el responsable de introducir la variedad Tannat, que hoy es emblemática del país.
En 1860 fundó el Saladero de la Caballada en Salto, un establecimiento que alcanzó gran prestigio bajo su dirección. Harriague comenzó a plantar la cepa Tannat en el año 1874, después de obtenerla de Concordia, donde ya se había adaptado con éxito bajo el nombre de Lorda. Esta variedad encontró en los suelos y clima de Salto las condiciones ideales para prosperar, consolidándose como la más representativa de la vitivinicultura uruguaya.