O Globo, GDA
Es hora de dormir. Durante el sueño, perdés calor, tus latidos cardíacos y la presión arterial disminuyen, la frecuencia respiratoria se ralentiza, ocurre una relajación muscular. Pero por la noche, hay una luz que nunca se apaga y donde el trabajo nunca se detiene: tu cerebro. No se apaga y, al soñar, activa gran parte del sistema.
Si no tenés ningún trastorno del sueño, puedes estar seguro de que sueñas entre 1h30 y 2h todas las noches. No importa si no lo recordás, siempre soñás. No ocurre todo de una vez, como un episodio de una serie, sino dividido entre cuatro a seis veces durante la noche, principalmente cuando ocurre el sueño REM (también conocido como la fase en la que los ojos se mueven).
Afortunadamente, tu cuerpo fue creado correctamente, y excepto por una persona u otra con algún trastorno, ocurre la atonía muscular, es decir, una parálisis temporal de los músculos del cuerpo. Gracias a ella, podés soñar que estás volando sin saltar por la ventana o peleando boxeo sin golpear a tu pareja.
Por otro lado, incluso soñando que estás en un templo budista, tu presión arterial aumenta un 30% y tu respiración se vuelve entrecortada en ese momento. Cuando termina el sueño, ambas descienden rápidamente.
—Toda esta actividad ocurre porque durante el sueño el cerebro realiza un gran reclutamiento de neurotransmisores. Está tan intensamente activo soñando como despierto —explica Mónica Andersen, directora del Instituto del Sueño y profesora del departamento de Psicobiología de la Universidad Federal de San Pablo (Unifesp).
Ahora es el momento en que podrías estar preguntándote: ¿todo esto para qué? Después de todo, ¿por qué soñamos?
Cuando cumplió 125 años, la prestigiosa revista Science presentó en su edición aniversario una lista con las 125 preguntas que la ciencia aún no puede responder. Y este era uno de esos misterios. Pero hay algunas buenas hipótesis.
Utilidad Según Mónica Andersen, una de ellas es que el sueño sea el resultado de una organización de la información que vivimos en el cerebro. Una parte de estos datos se descarta y lo relevante se separa para ser almacenado en la memoria.
Por eso, aunque extrañes mucho a un ser querido, es posible que no sueñes con él con la frecuencia que desearías, pero tu molesto compañero de oficina aparece varias noches: son nuevas informaciones a procesar.
Otra hipótesis es la consolidación de la memoria. Durante el sueño, esta información se guarda en cajones para que, en el momento oportuno, pueda ser utilizada.
"Las evidencias muestran que cuando una persona no tiene sueño REM de calidad y cantidad, empeora cognitivamente, especialmente la memoria", afirma la directora del Instituto del Sueño.
Algunos dicen que soñar es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso y del cerebro. De ahí viene la hipótesis del sentido de aprendizaje. Estudios han revelado que, en los primeros días de vida, alrededor del 50% del tiempo de sueño del bebé es sueño REM, con sueños.
—Esto en un cerebro que viene con un disco duro en blanco. ¿Por qué? Se cree, no se puede probar, que es la maduración de ese cerebro, porque no hay ninguna fase en la que una persona vaya a aprender tanto —dice la directora del Instituto del Sueño.
Ya en la edad adulta, este período se reduce al 23-25% del tiempo de sueño.
También hay quienes dicen que el sueño es una experiencia inusual de hechos que de alguna manera marcaron presencia en tu día, cosas del subconsciente que reaparecen aleatoriamente.
"Lo que sabemos es que el sueño REM, de los sueños, es valioso porque proporciona bienestar físico y mental". El sueño tiene que tener una utilidad, porque todo el mundo sueña 1h30. ¿Por qué el cerebro haría todo esto para nada? Cuando una persona tiene poco sueño REM, los estudios muestran que su vida es gris, nada estará bien para ella durante el día.
Para qué soñamos
Lo que significan los sueños es otro tema sin respuesta directa. Han surgido muchas teorías sobre el significado de los sueños a lo largo de nuestra existencia. En la Antigua Grecia o en el Imperio Romano, se creía que eran presagios o predicciones de eventos futuros. Sin embargo, lo que las investigaciones ya han demostrado es que los sueños no tienen efecto premonitorio.
El padre del psicoanálisis, el médico neurólogo Sigmund Freud, decía que los sueños representan la realización de deseos no realizados, muchas veces sexuales. Carl Jung, quien fundó la psicología analítica, sostenía que "los sueños son mensajes enviados por el inconsciente" y, como tales, pueden ayudarnos a comprender nuestra psique interior.
"Se podría decir, en un sentido muy amplio, que soñar con cosas específicas significa que esas cosas están relacionadas con tus preocupaciones despierto, ya sean conscientes, semiconscientes o inconscientes", sostiene David Billington, psicoterapeuta y director del Instituto de Investigación de Sueños (Dream Research Institute), en el Reino Unido, al IFLScience.
"Pero lo que una experiencia o imagen onírica significa para una persona específica es altamente subjetivo, al igual que lo que hacemos con las experiencias despiertas es altamente subjetivo: un momento de conflicto con un extraño puede ser muy perturbador para un bibliotecario, pero es parte del día a día de un portero de discoteca", completa.
Debido a estas hipótesis, los expertos recomiendan discutir los sueños en terapia, con un profesional que pueda ayudar a entender si esas informaciones revelan algo sobre tu vida o tu mente. Pero, para ello, es necesario recordar el sueño, una tarea difícil para mucha gente.
Las probabilidades de recordar lo que soñaste son mayores si te despertás en medio o justo después de un sueño. Y tomá notas (quizás tu cerebro no considere útil almacenar esa información).
El investigador británico también señala que existen teorías como la Teoría de la Simulación de Amenazas, que defienden un uso evolutivo para los sueños, permitiéndonos ensayar respuestas a situaciones amenazantes (ya sean físicas o sociales) sin realmente ponernos en riesgo.
Sin embargo, como explica Andersen, las pesadillas no son una categoría aparte en el universo de los sueños, solo son "algo que no te gusta. No es más que un sueño con un contenido que no te resulta agradable". Cierra los ojos y otro sueño comenzará.