El Tiempo/GDA
De acuerdo con la Asociación Mundial de Medicina del Sueño de Estados Unidos (WASM por su sigla en inglés), los problemas relacionados con el sueñorepresentan una epidemia global que afecta a más del 45% de la población mundial.
"Dormir bien es uno de los tres pilares fundamentales para mantener una buena salud, junto con una dieta equilibrada y ejercicio regular", afirmó la WASM en un comunicado reciente.
Según Shirley Cramer, directora ejecutiva de la Real Sociedad de Salud Pública (Royal Society for Public Health, RSPH), muchas personas presumen de dormir solo entre cuatro y cinco horas al día, pero esto no es algo de lo que se deba enorgullecer.
La falta de sueño puede tener impactos significativos en la salud física y mental. Diversos estudios han demostrado que la privación del sueño aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y depresión.
Además, dormir poco está vinculado a una mala alimentación. Un estudio realizado por la RSPH reveló que más de un tercio de las personas comen de manera poco saludable cuando duermen poco, lo que puede contribuir al aumento de peso y problemas de salud relacionados.
La salud mental también se ve afectada por la falta de sueño. La falta de descanso está relacionada con una variedad de trastornos físicos, mentales y del comportamiento, incluyendo la depresión, la ansiedad y problemas psicológicos.
La falta de sueño también aumenta el riesgo de accidentes, tanto en la carretera como en el hogar.
Según estadísticas de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de Estados Unidos, varios accidentes de tráfico están relacionados con la falta de sueño, y miles de personas resultan heridas o mueren cada año en estos accidentes.
La falta de sueño también afecta al rendimiento físico y cognitivo. Una buena noche de sueño es esencial para mantener la energía durante el día y para el funcionamiento adecuado del cerebro, incluyendo la atención, la memoria y el aprendizaje.