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Tras dos años como mochilera, eligió Uruguay: Katiusca, la brasilera que comparte su cocina en Montevideo

Es de Minas Gerais y comparte lo mejor de su cocina: pão de queijo, feijoada, coxinhas, quindim, tortas, brigadeiros y más.

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Katiusca Alves.
Foto: UAI

Katiusca Alves se emociona cuando habla de la gastronomía de su tierra. Se emociona de esa manera en la que a uno le brillan los ojos al entusiasmarse con algo, pero también de la otra forma que se mezcla con “saudade” y hace que brote alguna que otra lágrima. Tiene 36 años y es de Minas Gerais, Brasil, pero hace un poco más de seis inviernos que vive en Uruguay.

Si bien tiene formación en Comunicación, la cocina corre por su cuerpo y su alma desde chiquita, ya que creció entre mujeres que transmitían afecto de la forma en que históricamente mejor se pudo hacer: a través de la comida. “Llegó a Uruguay pensando que iba a estar solo un tiempo, pero se quedó: “Cuando terminé la facultad me cansé de lo académico y quise salir a conocer el mundo. Dejé todo, vendí todo lo que tenía, agarré mi cámara y mi computadora y salí de mochilera, sola”, contó.

Durante dos años recorrió varias partes del Nordeste de Brasil, luego fue bajando y llegó al Sur. “Viajaba con el sistema de workaway, que es cuando cambiás trabajo por hospedaje. Trabajé en hostels, posadas, siempre a cambio de un lugar para quedarme. Es una buena manera de hacer turismo y gastar poco”, señaló. En un momento, se le ocurrió llegar a Argentina, pero hasta entonces no había puesto el foco en Uruguay, país que le quedaba de paso.

Llegó a Uruguay, “fui creando vínculos, conociendo gente. Tuve varios trabajos y me saqué la cédula porque necesitaba dinero para seguir viajando, y entonces tuve cierta estabilidad”. Sintió ganas de quedarse.

Feijoada, de UAI
Foto: UAI

Katiusca contó que creció en una familia pobre, pero que su madre siempre lo dio todo para que no faltara un plato de comida. Comer un “prato feito”, que está hecho con de todo un poco, para ellos era “un privilegio”. “Soy mineira hija de bahiana”, dijo orgullosa, destacando la importancia que tiene el peso de la gastronomía y la cultura en estos rincones brasileños. Por eso hoy hablar de los platos de su Brasil nata, la emociona tanto.

Siempre ligada a su gastronomía brasilera, un poco por extrañar y otro poco por querer compartir los sabores que desde siempre formaron parte de su vida, comenzó a preparar platos para vender: primero en redes y solo con un pequeño freezer. Participaba en ferias, cimpleaños, eventos. Luego fue comprando cosas y agrandando el emprendimiento. Estuvo casi un año al frente del restaurante ubicado en el segundo piso del Club Brasilero, y hoy está de estreno con un local ubicado en el Centro de Montevideo. El nombre es UAI, que es “una expresión que usamos mucho en Brasil, es algo así como el ´che´ de acá y además es un juego de palabras porque también suena similar a ´Uruguay´”, sostuvo.

En la cocina de su espacio, Katiusca intenta mantener su esencia “de cocinar tal como yo cocinaría en mi casa. Porque una de las cosas que más extraño son los momentos en familia”, contó, sin poder contener las lágrimas. “En Brasil la cocina es algo muy importante. Y en UAI no se trata solo de comida, es una experiencia porque cuando alguien viene y come una coxinha y lo veo que cierra los ojos y la disfruta, eso me llena el alma”, agregó.

En el menú de UAI hay de todo como para sentirse de viaje por Brasil sin salir de Montevideo: pão de queijo, feijoada, moqueca, quindim, preparaciones con tapioca, açaí, tortas, brigadeiros y más.

Las pequeñas grandes estrellas son las coxinhas, orgullo de Brasil y que muchas veces son mal llamadas “croquetas”, pero que llevan una preparación bastante más compleja.

“Hay que cocinar muy bien el pollo, desmenuzarlo, condimentarlo, dejarlo enfriar. Aparte, hacer un caldo bien condimentado que se usa para la base de la masa. Y esta masa es dura, como la de los churros, y se hace con papa hervida, harina, da trabajo hacerla a mano. Primero hay que cocinarla sola, y después armar cada una de las coxinhas con su forma de gota tracional. Se apanan y no es buena freírlas enseguida, por lo que hay que dejarlas descansar un buen rato”, explicó la cocinera.

El local de UAI queda en Yaguarón 1422, en el Centro de Montevideo, y actualmente abren de miércoles a sábados de 10 a 16 horas. Su cuenta de Instagram es @uaibrasiluy.

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